Coimas: comienzan a indagar a los sospechosos que no están detenidos
Entre los citados para esta semana están el exjefe de Gabinete Abal Medina, el auditor Javier Fernández, el exjuez Oyarbide y el empresario Rudy Ulloa.
A razón de cuatro por día, hasta el jueves, están previstas las audiencias de declaración indagatoria de los 18 imputados en la causa de los “cuadernos de las coimas” que no fueron detenidos la semana pasada por el juez Claudio Bonadío, aunque sí imputados por los mismos delitos que los otros acusados.
Esta ronda de indagatorias concluirá el lunes 13, con la presencia de la expresidenta Cristina Kirchner ante el mismo magistrado que por primera vez la convocó a defenderse en una audiencia similar cuando dejó el Gobierno nacional, en diciembre de 2015, en otra causa penal, al inicio de su desfile por los tribunales.
La expresidenta debió presentarse en abril de 2016 ante Bonadío para declarar como acusada en la causa por la venta de dólares a futuro al final de su gobierno –a la espera ahora del juicio oral y público–, meses después en el caso conocido como Los Sauces –referido al alquiler de propiedades de su familia a empresarios beneficiados con obra pública o concesiones estatales– y más tarde en el expediente del pacto con Irán y la denuncia del fallecido fiscal Alberto Nisman.
Antes que Cristina, el viernes 10, también en solitario, será esperado en el juzgado a cargo de Bonadío el detenido exministro de Planificación Julio de Vido, procesado en varias causas y próximo a recibir sentencia en la llamada tragedia de Once.
La ronda de indagatorias en la causa de los “cuadernos”, más allá del trámite llevado adelante por quienes ya fueron detenidos y notificados de su situación, comenzará este lunes 6 con los empresarios Rodolfo Paulette, Alejandro Ivanissevich, Raimundo Peduto y Manuel Santos Uribelarrea. Ivanissevich era el dueño de Emgasud, una firma que construyó un gasoducto en Chubut, y actualmente se dedica a los parques eólicos.
El martes será el turno del exsecretario de Energía Joge Mayoral, el excadete del fallecido Néstor Kirchner y luego empresario de medios en Santa Cruz Rudy Ulloa, el exoperador judicial y actual auditor general de la Nación Javier Fernández y el exsubsecretario nacional de Obras Públicas y actual funcionario santacruceño Germán Nivello, involucrado en el escándalo de la construcción de viviendas sociales en la provincia de Jujuy a través de la organización Tupac Amaru.
Para el miércoles son esperados en Comodoro Py un viejo conocido en el edificio, el exjuez Norberto Oyarbide, otro ex funcionario que debió recorrer varios juzgados, el exsecretario general de la Presidencia Oscar Parrilli, el empresario Raúl Vertúa y Carlos Alberto Rodríguez.
Y el jueves deberán presentarse ante Bonadio los empresarios Néstor Otero, concesionario de la terminal de ómnibus de Retiro, y Juan Carlos Lascurain, ex titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), además del exjefe de Gabinete Juan Manuel Abal Medina y el exsecretario privado de De Vido José María Olazagasti.
Una empresa reconoció haber pagado coimas
Una empresa reconoció en España que pagó coimas en Argentina. En la investigación interna, publicada por el diario español El Confidencial, aparecen los nombres de un hijo de Julio de Vido, Berni, Kicillof, y se explica cómo era el esquema de sobreprecios.
“No se me escapa que la obra era un puto desastre. Es una bomba de tiempo que, si estalla, se carga a la compañía a nivel mundial”. La frase no la dijo un periodista indignado ni es el comentario de un lector a una nota sobre la corrupción en la central termoeléctrica de Río Turbio, sino un mail interno entre empleados de Isolux, la empresa española que reconoció el año pasado que pagó coimas en Argentina. Ahora la firma quedó en el centro de la polémica, porque figura en los cuadernos en los que el chofer del exfuncionario Roberto Baratta registró durante años el cobro de sobornos a contratistas del Estado.
Juan Carlos de Goycoechea, el CEO de Isolux en Argentina, estaba esquiando cuando se enteró de que su nombre aparecía en los cuadernos.
El viernes se entregó y pidió declarar como arrepentido. Había trabajado hasta febrero de 2017 en la firma española, cuando lo echaron en medio de acusaciones cruzadas.
Quizás, el verdadero origen fue una investigación interna de la compañía a partir de una denuncia de un empleado.
