27/04/2024

Wagner, el primer empresario “arrepentido” en admitir pagos ilegales por la obra pública

“Hizo un aporte importantísimo a la causa, el más importante de todos”, señaló una fuente sobre la confesión del expresidente de la Cámara Argentina de la Construcción.



Carlos Wagner, extitular de la Cámara Argentina de la Construcción, brindó la declaración más trascendente para la investigación de la presunta red de sobornos durante el kirchnerismo. Uno de los empresarios “favoritos” de Cristina Kirchner dio detalles en Comodoro Py sobre el reparto de la obra pública entre las empresas del sector y reconoció que hubo un mecanismo de retornos y coimas a los exfuncionarios.
Lo más relevante fue la descripción de la metodología. Dijo que los adelantos, que eran de entre el 10 y el 20% del precio del proyecto y que sirven para poner en marcha el obrador y acopiar material, se devolvían a la banda del Ministerio de Planificación. Para hacer los primeros trabajos se utilizaba el IVA, que no se depositaba y se difería.
“Wagner hizo un aporte importantísimo a la causa, el más importante de todos”, señaló una fuente con acceso a la investigación. El empresario arrepentido firmó un acuerdo con la Justicia, se convirtió en imputado colaborador del expediente y salió en libertad, informó este sábado el diario La Nación.
Wagner marcó así una profunda diferencia con el resto de los empresarios imputados, que vienen afirmando, coincidentemente, que las entregas de dinero en efectivo al exsegundo de Julio De Vido, Roberto Baratta, y a sus laderos, eran meros aportes a la campaña electoral.
Además del constructor, declaró este viernes como imputado Luis Betnaza, directivo de la compañía Techint. El exministro Julio De Vido, por su parte, llegó detenido, presentó un escrito y volvió esposado al penal de Marcos Paz.
Jorge Neira y Gerardo Ferreyra, ambos de la empresa Electroingeniería, siguieron caminos distintos. Neira se arrepintió y confesó que pagaba coimas, mientras que el socio de la firma cordobesa amplió su indagatoria, pero argumentó que como militante solo hizo aportes para la campaña.
Claudio Glazman, exdirector de Sociedad Latinoamericana de Inversiones, también confesó haber pagado retornos y salió en libertad.
Por la tarde, además, se negoció con Aldo Roggio, presidente del Grupo Roggio. Llegó a un acuerdo y se presentará este martes. Hugo Eurnekian, sobrino de Eduardo, de Corporación América, también declaró ante las autoridades judiciales.

Nuevos detenidos

El viernes por la noche, hubo dos detenciones más. Los empresarios Juan Carlos Lascurain y Raúl Vertúa, que habían declarado en la semana y negado su participación, quedaron presos. Además, Claudio Uberti, conocido por el escándalo de las valijas, y José María Olazagasti, exsecretario de De Vido, eran buscados para ser detenidos.
Wagner mencionó a Baratta y a José López como los brazos ejecutores de esa recaudación de dinero negro y dijo que respondían a Julio De Vido. “Yo era el ‘che pibe’”, dijo el empresario, que, tras firmar el acuerdo, quedó en libertad, consignó La Nación
El constructor describió un sistema cartelizado, en el que las licitaciones se distribuían coordinadamente entre empresas y los consorcios de la obra pública, y dio detalles de hasta el lugar donde se reunían a distribuir las obras.
El empresario estuvo alrededor de cuatro horas en la fiscalía de Carlos Stornelli, bajo un estricto operativo de seguridad. Pasadas las 15, se conoció que el fiscal había suscripto un acuerdo con el empresario, tras considerar que sus declaraciones eran de máximo valor para la causa. Al anochecer, el juez Claudio Bonadío homologó ese convenio para que Wagner sea imputado colaborador y el empresario quedó en libertad.
Wagner, de 76 años, es una pieza clave en el rompecabezas de los cuadernos de las coimas, ya que conocía la distribución de la obra pública. Contó que Baratta era el brazo ejecutor de las decisiones de “arriba” y complicó a José López. En un momento, citó una frase del exsecretario de Obras Públicas: “Las empresas no son de ustedes, son del pueblo. Ustedes son gerentes”.
Fue uno de los empresarios más beneficiados por el kirchnerismo. Acumuló contratos por más de $ 6.900 millones durante la última década. Su constructora Esuco se posicionó en el séptimo puesto del ranking de contratistas del Estado, de acuerdo con datos del exministro de Planificación Julio De Vido.
Según el diario Clarín, Wagner involucró directamente a la expresidenta como jefa del sistema de recaudación ilegal que él mismo contribuyó a armar.
El expresidente de la Cámara Argentina de la Construcción declaró que tanto De Vido como la propia Cristina sabían de los pagos ilegales que recolectaba Baratta.