26/04/2024

Jeanine Áñez se proclama presidenta interina de Bolivia y Evo Morales denuncia “un golpe artero”



Jeanine Añez saluda desde el balcón del Palacio Quemado, en La Paz, este martes 12./ Aizar Raldes / AFP

La senadora Jeanine Áñez se proclamó este martes presidenta interina de Bolivia, en una sesión legislativa sin cuórum reglamentario, alegando “la necesidad de crear un clima de paz social” tras la renuncia de Evo Morales, quien está asilado en México.
“Queremos convocar a nuevas elecciones lo más pronto posible (...), con autoridades probas, de mérito, de capacidad, que sean independientes”, señaló Áñez en un discurso, ante un pleno del Congreso, al que sólo asistieron legisladores contrarios a Morales, que son minoría.
Áñez, segunda vicepresidenta del Senado, se había proclamado momentos antes presidenta de la Cámara alta, ante la ausencia de su titular y de su primer vicepresidente, supuestamente asilados en la embajada de México en Bolivia.
Su posesión como la 66 presidente de Bolivia fue avalada poco después por el Tribunal Constitucional.
Áñez debe elegir ahora a su gabinete y llamar a nuevas elecciones en un plazo no mayor a 90 días. Al asumir prometió acelerar los tiempos de manera que Bolivia cuente con nuevo gobierno el 22 de enero de 2020.


La presidenta interina busca dar vuelta la página de la era de Morales, quien renunció el domingo y llegó este martes asilado a México tras fracasar en su intento de mantenerse en la Presidencia por un cuarto período, mediante elecciones consideradas irregulares por la oposición y observadores de la OEA.

Respaldo de líderes

Tras el acto en el Parlamento, en la central plaza Murillo, los líderes de las protestas contra Morales congratularon a la nueva mandataria, una abogada de 52 años del departamento de Beni, en el noreste de Bolivia, fronterizo con Brasil.
“Felicito a la nueva Presidenta Constitucional de Bolivia Jeanine Áñez”, tuiteó el expresidente Carlos Mesa, segundo en los cuestionados comicios de octubre.
Por su parte, el líder cívico Luis Fernando Camacho, quien se había convertido en principal rostro de la oposición en el marco de las protestas que condujeron a la renuncia de Morales, le prometió su “apoyo total” y llamó a suspender los paros iniciados al día siguiente de los comicios.
Posteriormente, Áñez tuvo una reunión con los jefes de las Fuerzas Armadas y la Policía en la casa de gobierno.


Morales, de 60 años, llegó a México en un avión militar de ese país que lo trasladó desde Bolivia, en un periplo lleno de cambios de último momento por parte de varios gobiernos que negaron el uso de su espacio aéreo, afectando el plan de vuelo.
“Denuncio ante la comunidad internacional que el acto de autoproclamación de una senadora como presidenta viola la CPE (Constitución Política del Estado) de Bolivia y normas internas de la Asamblea Legislativa”, tuiteó Morales desde México.
“Se ha consumado el golpe más artero y nefasto de la historia” con la proclamación de Áñez, agregó Morales, cuyos senadores –que siguen siendo mayoría en la Cámara alta– no asistieron a la sesión tras demandar garantías de seguridad por la violencia de las últimas tres semanas, que ha dejado siete muertos, según la fiscalía. Además, hay unos 400 heridos.

Advertencia de viaje de EE. UU. 

Bolivia estuvo sumida en un vacío de poder desde el domingo, cuando Morales dimitió en medio de fuertes presiones de la calle, de las fuerzas de seguridad y sindicales, y entre protestas a veces violentas tras la votación del 20 de octubre.
Ese día la oposición denunció un fraude electoral por la interrupción abrupta de la publicación de los resultados del escrutinio en momentos en que comenzaban a anticipar una segunda vuelta.
Morales, sus seguidores del Movimiento al Socialismo (MAS) y varios países de América Latina –entre ellos México, el gobierno electo de Argentina, Cuba, Venezuela y Uruguay– denunciaron como un “golpe de Estado” las presiones de militares contra el mandatario.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo en cambio que la salida de Morales envió “una fuerte señal” a los gobiernos “ilegítimos” de Venezuela y Nicaragua. Por la noche del martes, Washingtón advirtió a sus ciudadanos que no viajen a Bolivia por los disturbios y ordenó salir del país a las familias de sus diplomáticos.
Brasil también rechazó la tesis del golpe contra Morales y rápidamente reconoció al gobierno de Áñez. “Creo que es importante el compromiso (de Áñez) de convocar elecciones”, dijo el canciller Ernesto Araújo.
Las calles de La Paz permanecieron el martes paralizadas y semivacías, sin transporte público ni servicio de teleférico, básico para la movilidad de la ciudad. El lunes, tras violentas protestas el Ejército había salido a las calles para apoyar a la policía en la contención de la violencia.

Con información de AFP