Dijo que llevaba carne, pero en la heladera había un cadáver
El dueño de una camioneta, que está preso, había manifestado que desconocía qué contenía la heladera que trasladó desde un comercio hasta una precaria vivienda.
Habría manifestado a los investigadores que acudió ante un llamado del propietario de un comercio de gastronomía, quien le habría dicho que debía llevar carne, ignorando que el electrodoméstico tenía el cadáver del prestamista Marcelo Daniel Bogado (44).
Por el hecho, hay tres detenidos: Sergio Oscar Vallejos (29), dueño de un local de ventas de comidas y quien sería el autor del crimen; el conductor de la camioneta Renault Kangoo, cuyos datos personales no trascendieron, y Raúl Alejandro García (30), quien sería el dueño de la precaria vivienda situada en un asentamiento del barrio Doctor Montaña. Su participación aún no está bien definida. García habría avisado a la policía que había una persona sin vida en su domicilio.
Actúa la comisaría 21ª, por jurisdicción, con la colaboración de la Dirección Metropolitana, la Dirección de Investigación Criminal y personal de Delitos Complejos.
Interviene el Juzgado de Instrucción Nº 2 de Juan Manuel Segovia, Fiscalía de Instrucción Nº 2, de Raúl Alfredo Pasetto.
Rastros del crimen
Marcelo Daniel Bogado (44) se dedicaba a la usura. Hacía unos tres años que quedó sin trabajo y estaba en litigio judicial con una empresa. Además de prestar plata, Bogado también compraba y vendía motos, consignó el diario Clarín, que tuvo acceso a otros detalles de la investigación del crimen.
El miércoles 16 de octubre, el día en que se lo vio por última vez a Bogado salir de su casa, se dirigió alrededor de las 15.30 a retirar a sus hijos de una actividad. Pero en el camino se quedó en la rotisería de Sergio Vallejos, a quien le habría prestado plata para comprar una Honda CG Titán. También con frecuencia le compraba comida.
El asesinato se produjo en ese local. Los peritos hallaron rastros de sangre. Bogado fue ultimado con golpes de martillos en la cabeza. Se utilizó una maza, que suelen usar los albañiles. También mostraba una puñalada en el cuello.
Para desprenderse del cuerpo, a Vallejos se le ocurrió meter el cadáver en una heladera. No se sabe si el electrodoméstico estaba en uso. Después de limpiar todo, habría llamado al dueño de la Renault Kangoo. El propietario de la camioneta habría manifestado a la policía que Vallejos le pidió ayuda para trasladar carne y que desconocía que en la heladera estaba el cadáver de Bogado. En la diligencia se sumó Raúl García. No se sabe si trabajaba con Vallejos o se conocieron en otras circunstancias.
No está definido si García ayudó en el traslado de la heladera o solo prestó la casa.
El cuerpo de Bogado comenzó a descomponerse y habría sido García quien avisó a la policía que había un cuerpo sin vida en su casa.
El procedimiento se concretó en las últimas horas de la noche del viernes 18 de octubre. La hermana de Bogado había realizado en la noche del miércoles la denuncia de su desaparición y búsqueda de paradero.
