30/04/2024

Fueron a robar pero terminaron matando a un policía

A 9 años del atraco al supermercado mayorista Diarco. 



De pronto la rutina en el supermercado mayorista Diarco se alteró abruptamente. Fuertes detonaciones, gritos y corridas generaron un momento de confusión y nerviosismo. Tres delincuentes ingresaron armados para apoderarse de dinero y el sargento Eduardo Kasibrodiuk, que se hallaba de guardia, enfrentó a los maleantes. Lo acribillaron a balazos. Instantes después, el lugar se llenó de policías y de curiosos. La noticia rápidamente se apoderó de los medios. Uno de los delincuentes había resultado herido. Al avanzar la investigación, detuvieron al resto de la banda. En el juicio oral y público, absolvieron a dos por insuficiencia probatoria, un tercero fue sentenciado a 4 años de prisión y el restante, a 14 años de cárcel, a quien lo acusaron como el autor material del asesinato de Kasibrodiuk.  

“La intención no era matar”

El violento robo a mano armada al supermercado mayorista Diarco dejó un policía acribillado y un delincuente herido.
Efectivos de la comisaría 10ª, que intervino por jurisdicción, con apoyo de otras unidades, iniciaron la investigación con la supervisión del Juzgado y la Fiscalía de  Instrucción de turno. Además, peritos de la División Criminalística realizaron una minuciosa tarea en el escenario del violento episodio. Numerosos testigos comenzaron a desfilar por la comisaría para brindar su testimonio, que luego debieron ratificarlo en sede judicial. 
Al avanzar la etapa de la instrucción, quedaron presos siete presuntos implicados, detenidos en distintos procedimientos. En los allanamientos secuestraron dos autos, tres motos y armas de fuego.


A fines de abril de 2011, el juez de Instrucción Nº 3, Juan Manuel Segovia, a un año y tres meses del hecho, dispuso la libertad de tres de los siete detenidos, lo que generó malestar no solo en la familia de la víctima sino también en las filas policiales. 
Fueron excarcelados Pablo Sebastián Ríos, alias Pani; su hermano Carlos de Jesús Ríos, alias Empanada, y Sergio Adrián Sosa, alias Peladito.
Julio Fernández, abogado de Pablo Sebastián Ríos y su hermano Carlos de Jesús Ríos, dijo que la Justicia no encontró méritos suficientes para incriminarlos en el hecho, ya que los testigos no pudieron reconocer a los imputados. No quedaron desligados de la causa y tampoco fueron sobreseídos hasta que se cerró la instrucción, se realizó el juicio y se dictó sentencia.
Continuaron presos Abraham Pilón Barrios, su hermanastro Rodolfo Picú Martínez, Darío Cigüeña Frías y Marcos Lugo.
Durante el juicio, los cuatro que llegaron a esa instancia negaron el crimen. 
En una de las audiencias, Cigüeña Frías contó que no tenía nada que ver con el asesinato del policía. Relató que, cuando fue detenido, sufrió torturas y amenazas por parte de unos efectivos.
El Tribunal no accedió al pedido de la defensa, que había solicitado que se remitieran como pruebas las copias del libro de guardia de la Dirección de Investigación Criminal y de Delitos Complejos. Los jueces consideraron que la denuncia no fue ratificada durante la instrucción. De todas maneras se indicó que iban a llamar a indagatoria a la defensoría oficial, además de realizar un examen médico a Frías y dar vista al fiscal de Instrucción.
El abogado Jorge Barboza, en su alegato, reclamó la nulidad de allanamientos realizados en distintos domicilios en busca de armas de fuego para incriminar a Frías. El fiscal accedió al  pedido.
En tanto, los abogados Pérez y Rojas, a cargo de la defensa de Abraham Barrios, Marcos Lugo y Rodolfo Martínez, solicitaron la absolución, ya que su supuesta participación en el hecho se da por la confesión de Martínez y no es elemento de prueba para culpar a los otros. Se remarcó que Barrios no fue reconocido por ningún testigo excepto lo declarado por el coimputado Martínez.
La defensa de Lugo pidió consideración al Tribunal: que lo condenaran acusándolo solamente por el delito de robo calificado, ya que en el atraco y luego de ser herido no sacó su arma de fuego.
En la apelación de las sentencia, la defensa sostuvo que la intención fue robar y no matar. 


El TOP Nº 1 resolvió,  al leer la sentencia, el 19 de septiembre de 2013, absolver a  Darío Frías y Abraham Barrios por insuficiencia probatoria. Condenaron a 4 años a Rodolfo Martínez por el delito de robo simple y por ser partícipe necesario. Mientras que Marcos Lugo cumple 14 años de prisión por robo calificado seguido de  homicidio.

Tarde de disparos, muerte y corridas

El lunes 25 de enero de 2010, a las 17.45 aproximadamente, ingresaron tres hombres en dos motos al supermercado Diarco –situado en la zona de la ruta nacional 12 y la avenida Cazadores Correntinos–, con el fin de cometer un robo. Dos entraron al local y uno quedó en la puerta. Uno extrajo un arma y apuntó al subgerente de la firma. Exigía la entrega de plata. Un tercero apuntó al policía Eduardo Kasibrodiuk y otros de los que ingresaron comenzó a efectuar disparos. Atacó al agente por la espalda con un revólver calibre 32, en tanto el otro, con un revólver calibre 38, le disparó de frente. El suboficial, que cumplía un servicio adicional, no tenía chaleco antibalas. Murió en el lugar.
Los autores acordaron cometer el robo y, en esas circunstancias, asesinaron al policía y al hecho lo quisieron encuadrar como “accidental”, sostuvo la Justicia. Kasibrodiuk llevaba 14 años en la repartición y, al momento de su asesinato, prestaba servicios en la comisaría 1ª.