Buscan determinar si es imputable o no la mujer que asesinó a sus hijos
La justicia correntina trata de determinar la imputabilidad, o no, de Aldana Muñoz, la mujer de 25 años acusada de matar a puñaladas a sus hijos Sofía y Dylan, de 5 y 8 años respectivamente, mientras supuestamente vivía un brote psicótico. Por ahora continúa internada en el hospital Fernando Irastorza recuperándose de las heridas que se produjo al intentar quitarse la vida tras el hecho.
Para la fiscal que lleva adelante el caso, María José Barrero Sahagún, el estado psiquiátrico de la mujer es clave para poder definir la calificación legal del caso. El Instituto Médico Forense del Poder Judicial, junto a un equipo técnico interdisciplinario será el encargado de determinar si Aldana Muñoz es imputable o no.
La hermana de Aldana y tía de los chicos fue quien descubrió el doble crimen el último jueves cuando llegó a la casa de la mujer luego de que no le contestara el teléfono durante todo el día y de que bloqueara a su familia de sus redes. La pareja de Aldana, un hombre que se dedica a las tareas rurales y estaba en el campo cuando sucedieron los hechos, entró en shock luego de que le informaron lo que ocurrió. Fue desligado de la causa que tuvo como escenario una casa del barrio Santa Rosa de Curuzú Cuatiá.
Aldana le abrió la puerta a su hermana completamente cubierta de sangre, y le pidió: "Silencio, te pido que no hagas ruido porque los chicos están durmiendo". Ni bien entró a la casa la mujer halló a sus dos sobrinos, sobre un gran charco de sangre, e inmediatamente llamó a la Policía.
Al llegar, bomberos de la zona y personal de la Comisaría Primera de Curuzú Cuatiá, constataron que los niños habían sido asesinados con un cuchillo de gran tamaño. El menor de los chicos tenía una herida, mientras que la hermana tenía al menos cuatro puñaladas. Se cree que Sofía intentó defender a su hermano del ataque de su madre
La madre de los menores, por su parte, intentó suicidarse con la misma arma con la que supuestamente cometió el doble crimen pero apenas llegó a realizarse unos pocos algunos cortes superficiales. Fue trasladada al hospital Fernando Irastorza, donde permanece internada, en calidad de detenida.
Los investigadores explicaron que la nena tenía más heridas porque presumen que al ver que su mamá atacaba a su hermano, quiso defenderlo y por ende fue agredida con más saña. Se cree que recibió al menos cuatro puñaladas en varias partes del cuerpo. Se presume que la asesina tuvo un brote psicótico que derivó en la masacre.
Entre las hipótesis que se manejan, los investigadores creen que pudo haber una preparación del hecho por parte de la mujer, ya que dejó de comunicarse con su entorno en las horas previas. Y una vez consumado el hecho no mostró culpa ni algún otro sentimiento, además de asegurar que había recibido la visita de un abuelo que falleció hace varios años.
El miércoles, Aldana cerró sus redes sociales y dejó de contestar los mensajes de WhatsApp que le enviaban su hermana y su mamá para saber cómo estaba. A la tarde se dieron cuenta que los había bloqueado y presintieron que algo malo podía suceder.
Primero fueron los sobrinos a la casa pero la joven nunca los atendió. Ya entrada la noche, su hermana se acercó hasta la casa de calle Don Bosco, casi Monteagudo, en el barrio Santa Rosa, y golpeó insistentemente la puerta. La mujer notó que la llave estaba colocada en la cerradura desde el interior y sus llamados se volvieron más insistentes.
En forma repentina, Aldana atendió la puerta. Tenía sus ropas cubiertas de sangre. Al notar la sangre sobre Aldana, su hermana ingresó y se dirigió al único dormitorio de la casa. Allí se topó con los cuerpos de sus dos sobrinos tendidos en la cama. Para ese entonces ya había llegado también la madre de Aldana. La mujer entró en shock al ver a sus dos nietos muertos y sus gritos llamaron la atención de sus vecinos.
Aldana, que se mantenía con la mirada rígida, según la reconstrucción de la investigación, sin registrar lo sucedido, se acostó junto a los cuerpos como si intentara protegerlos. Los dos tenían heridas que les provocaron la muerte.