“Se armó una trama para asesinar a mi sobrino”
La abogada Myriam Pasetto, tía del cabo 1º del Servicio Penitenciario Provincial (SPP), Gabriel Tichellio (32), habló con la prensa sobre la trágica desaparición de su sobrino. El suboficial fue asesinado con golpes de un mazo en la cabeza. Por el hecho están detenidas su esposa, Lorena Encinas, y Miriam Jara. Ambas mantenían una relación sentimental.
Pasetto, que asumió la representación legal de la familia de Tichellio, dijo que “se armó una trama macabra y estamos convencidos de que fue premeditado. Por lo que dice la gente, Encinas responsabilizó del crimen a Jara, pero para nosotros las dos son culpables”.
Enfatizó que “Gabriel nunca estuvo involucrado en cuestiones raras. Toda su familia es decente y normal. Nunca podría darse su muerte por un ajuste de cuentas, como se dijo en un primer momento”.
Indicó que “Encinas brindó su testimonio dos veces: la primera, cuando su marido desapareció y expresó que desconocía su paradero y dejó la sospecha que podría tener una cuenta pendiente con un interno de la cárcel. Esa situación se descartó desde un principio porque sabíamos la honorabilidad de su trabajo”.
De la relación entre Gabriel Tichellio y Lorena Encinas nacieron tres hijos. Las nenas tienen 5 y 7 años, y el varón, 9. Los chicos enfrentan un momento dramático. No hay aún una tutela formal y están separados. Unos están con la familia del padre y otro, con la familia de la madre.
Pasetto recordó que “en el velatorio, Lorena permitió que sus hijos vean al padre en el ataúd cuando ella y su amiga lo destrozaron. Las criaturas deben tener grabada esa imagen de su papá. Ellos necesitan, por el momento que viven, mucho amor y contención. Su madre se adueñó del velatorio y tuvimos que mantenernos al margen para evitar problemas y porque había una investigación en curso”.
Señaló la abogada que “tanto nosotros como la familia de mi sobrino desconocíamos la doble vida de su esposa. Gabriel era un buen tipo. Entregado a su trabajo, solidario y siempre predispuesto. Su muerte provocó un gran impacto emocional en toda la familia”.
Sospecha que “los chicos habrían visto algo, sobre todo el nene, que tiene 9 años”.
Manifestó que “cuando se casaron, mi sobrino se fue apartando del resto de su familia, no sé por qué motivos. Era músico y hasta esa pasión dejó. Solo mantenía contacto con su madre. Su padre está internado en el hospital Argerich, de Buenos Aires, y no despierta de un coma. El resto de la familia de Gabriel no tenía trato con Lorena. Algunos la conocieron en el velatorio. Por lo que hizo le corresponde prisión perpetua. Tiene que pagar con cárcel. Destruyó una familia”.
El crimen
Gabriel Tichellio no regresó por la tarde del jueves 26 de julio a su trabajo. Por la noche, una hermana comenzó a inquietarse porque siempre pasaba por la casa de su madre. No contestaba su celular. A las 23 lo encontraron muerto con la cabeza destrozada en una camioneta Renault Kangoo, abandonada por la avenida Maipú. Al avanzar la investigación, su mujer Lorena Encinas confesó el crimen y culpó a Miriam Jara. Ambas tenían una relación.
