27/04/2024

Doble crimen del Gaucho Gil: 7 familiares de Ramona Villalba integraban la comisión



Siete personas de un mismo grupo familiar, los Villaba – Obes - Astarloa, formaban parte de la comisión directiva del Centro de Recreaciones Devotos Cruz Gil en Mercedes, organización que debió ser intervenida por el gobierno provincial luego de las denuncias por graves irregularidades. Estas salieron a la luz tras el doble asesinato a puñaladas de Sergio y Julio Cesar Canteros, ocurrido el 6 de agosto pasado, frente al predio de la Ruta Nacional 123. Ramona Olga Villaba, de 56 años, la presidente desplazada quedó en el centro de todas las miradas, incluso la de la Justicia Federal que la investiga por lavado de dinero.
 
La comisión era dirigida desde hace muchos años por Ramona Villaba, de 56 años, una mujer que cuando apareció en el predio del Gaucho Gil, allá a principios de la década de los 90, se ocupaba de la limpieza de los baños del y lavaba la ropa de algunos puesteros según recuerdan quienes ya estaban en el lugar en aquel entonces.
 
De origen muy humilde, Ramona, nacida y criada en Mercedes, llegó años después a ser dueña de un puesto de venta de velas, estampitas e imágenes del Gaucho Gil, pero todos aseguran que su despegue económico se dio tras su asunción como presidenta del Centro Recreativo Devotos Cruz Gil en el 2013.
 
La última comisión directiva del centro, elegida supuestamente en elecciones o asamblea que nadie vio y de la que nadie dice haber participado, renovó a Ramona como presidente y colocó como vicepresidente a Vanesa Cecilia Obes, una de sus hijas. El secretario general pasó a ser Cesar Rodríguez, su actual pareja, y como tesorero instaló a su ex pareja y padre de sus hijas: Juan Carlos Obes.
 
La secretaría de actas quedó en manos de Lilian Elizabet Obes, la otra hija de Villalba, y como pro tesorero Jonathan Astarloa, su yerno, uno de los detenidos por el doble crimen al igual que su pareja. El domicilio de Astarloa, en el barrio José María Gómez de Mercedes fue allanado la pasada semana y se secuestró del lugar una camioneta Chevrolet S 10 “además de otros elementos de interés para la causa” dijeron voceros judiciales.
 
Por lo menos dos personas más de apellido Astarloa estarían detenidas por los hechos que terminaron con la vida de los Canteros padre e hijo. La familia Canteros - Rodríguez vivía enfrente del predio del Gaucho Gil, también sobre la ruta 123.
 
Pero de la comisión directiva del Centro de Recreaciones Devotos Cruz Gil forma parte además un hermano de Ramona, Carlos Ocampo Villalba, el séptimo integrante del clan familiar en un cuerpo directivo de 14 personas, de la cual una sola no es de Mercedes, un hombre radicado en la ciudad de Rosario de apellido Pipoletto.
 


Los puesteros de la zona del Gaucho Gil le adjudican a Ramona Villalba la propiedad de tres hoteles, cuatro viviendas, campos y camionetas de alta gama. Hoy, ella junto a por lo menos tres personas más de esa comisión son investigadas por la Fiscalía Federal de Paso de los Libres desde el año 2018, cuando ingresaron las primeras denuncias contra la mujer.
 
Hoy el centro está en manos del comisario inspector retirado Víctor Isnardo, por 180 días. Designado por el gobierno provincial tiene como misión normalizar la comisión y realizar las denuncias por las irregularidades que pueda detectar en el lugar. Mientras tanto, la familia Rodríguez – Canteros sigue exigiendo el arresto de Ramona a quien señalan como autora intelectual del doble asesinato.
 
Sergio "Checho" Canteros de 33 años y su padre Julio Cesar “Minto” Canteros de 64 años, fueron asesinados a puñaladas por un grupo de por lo menos 10 personas a las que habían denunciado por un intento de ocupar sus terrenos para la colocación de puestos, uno de los cuales aseguraban era para alguien que iba a salir de la cárcel. "Lo iba a atender Samuel (Astarloa), que está por salir de la cárcel", decían en alusión a uno de los yernos de Ramona Villalba, preso por intento de homicidio.

Después de varios días de discusión y de denuncias contra los Astarloa y los Villalba, se cansó y derrumbó uno de los puestos. Lo amenazaron. Realizó dos denuncias en la comisaría local. Pero el viernes 6 lo asesinaron de 22 puñaladas. La otra víctima fatal del ataque fue su padre, Julio César, conocido como "Minto". Murió 48 horas después. Un cuñado de Sergio y un tío de su mujer fueron heridos, pero se recuperaron en el hospital.