Verduras, frutas, proteínas y grasas buenas: alimentos aliados del bienestar en el aislamiento
Los días de cuarenta se extienden y el encierro se suma a la disminución de la actividad física, el desorden en los horarios y un estímulo constante de recetas altas en calorías que se difunden para “pasar el aislamiento” por distintos medios y redes sociales.
La combinación, además de ser perjudicial para la salud en general, impacta desde la baja en el sistema inmunológico, la producción de hormonas que regulan funciones vitales y hasta el humor que uno pueda tener.
Sin embargo, se puede comer rico pero ordenado. Organizar los horarios de alimentación y descanso, para que luego eso, al regreso a la rutina, no implique un nuevo proceso de adaptación. Y además, aprovechar la oportunidad de contar con más tiempo para “ponernos creativos y experimentar hábitos, recetas y productos que en la vida cotidiana no podíamos por el apuro”, opinó Johana Zaimakis, licenciada en Nutrición, al ser consultada por La República.
“Estamos todos encerrados. Y eso puede ser también algo positivo, con la disponibilidad de tiempo es una oportunidad de experimentar con productos y recetas que sean saludables. Hay muchas en Internet. Se puede ir probando cosas nuevas. Una recomendación valiosa es incorporar tantos vegetales y frutas como sea posible”, expresó la profesional.
En el marco de la pandemia del coronavirus, un aporte sencillo que cada uno puede hacer en su casa es intentar mantenerse lo más saludable posible. “Estar de buen ánimo, con buen descanso, e incorporar los micronutrientes –vitaminas y minerales– que tienen las frutas y verduras es fundamental”, remarcó Zaimakis.
Otro consejo sencillo pero clave es “apegarse a la rutina de horarios que teníamos antes de la cuarentena. Hacer las cuatro comidas, en los horarios de siempre. Y también hidratarse bien: muchas veces nos confundimos. Pensamos que tenemos hambre, cuando es una señal del cuerpo de falta de hidratación. Los dos litros de agua nos beneficia en el funcionamiento del metabolismo y también otorga saciedad”, recordó.
Planear las actividades del día es una recomendación que repiten médicos, psicólogos y también la nutricionista consultada: “Cuando uno está muchas horas en descanso, tiende a comer por ansiedad. No sabe qué hacer, y eso se traduce en comer. La comida pasa a ser el foco de atención”, explicó. “Si uno corre la atención hacia otras actividades, como aprender algo nuevo, hacer cosas en la casa y hasta ejercitar con videos on line, el foco cambia. Uno se siente más activo, descansa mejor, y también se nutre mejor”, sostuvo.
“Hay que pensar en el momento de volver a la vida cotidiana después de la cuarentena. Si mantenemos una rutina, no hará falta volver a adaptarse”, destacó.
Para combatir “el picoteo, el desorden y las comidas fuera de hora”, Zaimakis propone recordar que el organismo “comienza a segregar jugos gástricos cerca del horario en que se está habituado a comer. Del mismo modo que tenemos un ciclo circadiano para el descanso. Respetarlo nos cuida”, expresó.
A la hora de proponer sugerencias prácticas, la nutricionista recomendó “las proteínas buenas y las grasas buenas, presentes en carnes, aceite de oliva, aceitunas, paltas, huevo y frutos secos. Siempre atentos a las porciones, pero incorporarlas en las cuatro comidas”, indicó.
De ese modo, se regula el consumo excesivo de carbohidratos simples, como galletitas y panes, así como los azúcares.
“Está bien si comemos una porción de pan, pero incorporar al desayuno un huevo puede ser innovador y da muy buenos resultados. Es muy versátil, el huevo es un gran aliado. La pechuga de pollo fría también resulta bien. Nos va a disminuir la ansiedad y aportar energía. Se puede ir combinando en todas las comidas”, sugirió.
Al final, la profesional recordó la importancia de estos buenos nutrientes para el funcionamiento general del organismo. “Influye en la generación de hormonas, sobre todo en las mujeres. En la energía que tenemos para hacer actividad, el metabolismo se activa y con eso también mejora el humor; además de fortalecer el sistema inmunológico. Las verduras, frutas, proteínas y grasas buenas son grandes aliados”, destacó.
