26/04/2024

En una jornada de paro general y graves disturbios en Chile, Piñera llamó a “tres grandes acuerdos”



Manifestantes enfrentan a un camión hidrante de la Policía, cerca del palacio presidencial La Moneda, este martes 12./ Esteban Félix/AP Photo


El presidente de Chile, Sebastián Piñera, llamó este martes a tres grandes acuerdos nacionales, por la paz, la justicia y la Constitución, después de una nueva jornada marcada por manifestaciones masivas, actos violentos, quemas de edificios públicos y una iglesia, y saqueos.
“Todas las fuerzas políticas, todas las organizaciones sociales, todas las chilenas y chilenos de buena voluntad tenemos hoy día que unirnos en torno a tres grandes, urgentes y necesarios, acuerdos nacionales”, afirmó el mandatario.
“Esta grave situación de violencia y de delincuencia atenta severamente contra nuestra democracia, contra nuestro Estado de Derecho y, sobre todo, atenta y vulnera las libertades y los derechos de todos los chilenos”, señaló el presidente. “Esta situación tiene que terminar y tiene que terminar ahora y tomar plena conciencia que eso depende del esfuerzo y compromiso que pongamos cada uno de nosotros”.
Piñera anunció además la reintegración de policías retirados y que hayan tenido un servicio destacado para aumentar el número y la eficacia de las fuerzas de seguridad. También se procesará a través de la ley de seguridad del Estado a quienes hayan cometido actos de violencia.
Tras una jornada de manifestaciones pacíficas y de paro general, las protestas se tornaron violentas con saqueos en restaurantes y comercios, así como en la iglesia de La Veracruz, situada en el barrio turístico de Lastarria. También se registraron actos de violencia en otras ciudades del país, como Concepción y Viña del Mar.
Al final de la jornada, miles de personas seguían concentradas en Plaza Italia iluminando el lugar con celulares y láser de luces verdes.


El martes quedó marcado por el récord histórico del peso frente al dólar, que alcanzó la barrera de los 800 pesos, y las preocupaciones sobre los impactos en la economía.
En la mañana, decenas de miles de personas recorrían las calles más importantes de Santiago y las principales ciudades del país en un ambiente pacífico y festivo marcado por pitidos, música y la agitación de banderas.
Barricadas, multitudinarias manifestaciones, incendios, saqueos y violentos enfrentamientos en varias ciudades marcaron una jornada de paro general convocado este martes en Chile por un centenar de organizaciones sociales para presionar al gobierno de Sebastián Piñera a que profundice en las reformas sociales.
En la jornada, el peso chileno se desplomó 3,1% y alcanzó su valor mínimo histórico, de 783,82 unidades, mientras que la Bolsa de Comercio de Santiago cayó 1,57% en medio de los temores sobre los efectos en la economía de la extensión de la crisis social. A primera hora, las barricadas incendiadas impidieron el paso de vehículos en algunos accesos a Santiago.
Luego, una gran marcha pacífica convocó a 80.000 personas –según cálculos del Gobierno– por la céntrica avenida Alameda, pero por la tarde volvieron a estallar violentos incidentes en los alrededores de la plaza Italia y el centro de Santiago.

Ataque a la embajada de Argentina

Durante la jornada, a un costado de la plaza Italia, manifestantes encapuchados incendiaron un restaurante y saquearon un hotel, con cuyo mobiliario encendieron una gran fogata. En sus cercanías se emplaza la embajada de Argentina en Chile, a la que manifestantes también intentaron entrar, según relató el embajador José Bordón.
En la ciudad de Concepción (sur), manifestantes incendiaron la sede de la gobernación regional y se enfrentaron con la policía, mientras varias tiendas fueron saqueadas en el balneario de Viña del Mar y el turístico puerto de Valparaíso, en el centro del país, donde igualmente se registraron violentos enfrentamientos con la policía. En la vecina localidad de San Antonio, fue atacado un recinto militar.
El llamado a huelga general se produjo más de tres semanas después de que estallaran las primeras protestas sociales. Fue convocada por la llamada “Mesa Social”, que reúne a más de un centenar de organizaciones sociales de empleados fiscales, profesores, trabajadores de la salud pública, empleados portuarios y de los aeropuertos.
Bárbara Figueroa, presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores, dio un “ultimátum” al Gobierno y afirmó que llamarían a un paro indefinido en caso de que no acepte convocar a una Asamblea Constituyente.
“No queremos un Congreso Constituyente, nuestra apuesta es construir una nueva Constitución vía Asamblea Constituyente”, afirmó Figueroa, al hacer un balance de la movilización de este martes.

Giro presidencial 

La pulseada llega luego de que Piñera se abrió el fin de semana a iniciar un proceso para cambiar la Constitución que se mantiene como herencia de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), con un Congreso Constituyente, cuyos detalles y composición aún no se definen, y un plebiscito ratificatorio.
En una declaración pública la tarde de este martes, 14 partidos de oposición exigieron la realización de una Asamblea Constituyente.
“La propuesta de un Congreso Constituyente por parte del Gobierno se aleja de la demanda popular por participación y deliberación”, dijeron en el texto el Partido Socialista, el Comunista, la Democracia Cristiana y el Partido Radical, además de agrupaciones de la izquierda radical.
En un intento por aunar posiciones, el mandatario se reunió con los expresidentes Eduardo Frei (1994-2000) y Ricardo Lagos (2000-2006) y habló por teléfono con la exmandataria socialista Michelle Bachelet, actual alta comisionada de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
El gobierno de Piñera logró también un acuerdo con la oposición política para impulsar una reforma tributaria, que recaudaría unos 2.000 millones de dólares, destinados a financiar parte de los anuncios sociales que ha realizado para acallar las protestas sociales. Además cerró un pacto para aprobar el Presupuesto de 2020, incluyendo algunas concesiones sociales.

Con información de AP y AFP