26/04/2024

Cervecería artesanal: tendencia que se afianza como concepto y negocio

Lo que empezó en patios particulares y de consumo de “nicho”, se fue popularizando. La gastronomía al aire libre y las cervezas de autor generan un movimiento económico y una presencia cada vez más fuerte. 



El consumo de cerveza en nuestra región no es un dato nuevo. El clima caluroso, la costumbre de disfrutar al aire libre, la cultura de la amistad y las reuniones familiares influyen en que los consumidores correntinos prefieran –entre la variedad de bebidas con alcohol– a las cervezas por sobre otras opciones, como el vino por ejemplo.
Pero desde hace algunos años (no más de cinco), desde que los primeros aventurados comenzaron con el desafío de fabricar cerveza de manera artesanal y lanzarse por un nicho de mercado que valora la producción de autor –y no solo por las marcas industriales ya afianzadas, donde Corrientes tiene también interesante desarrollo– la posibilidad de cocinar la propia cerveza y hacer de eso un negocio ha pegado un salto, en la calidad y también en la cantidad.
El boom de los cerveceros ya no se queda en ciudades grandes, como Buenos Aires, Córdoba –el epicentro con el Oktoberfest y la tradición cervecera de los inmigrantes allí asentados– o Rosario. Ni tampoco responde a un pequeño grupo de emprendedores que lo hacen como hobby, o a consumidores raros que buscan lo diferente. En el último año y medio, la propuesta de elaborar, comercializar y consumir cerveza con marca propia y artesanal ya está echando raíces fuertes. Y detrás del proceso, hay trabajo y muchas ganas.


“El Patio Cervecero que organiza la Cámara de Cerverceros Artesanales de Corrientes, en conjunto con el Municipio, dejó de ser solo un evento recreativo de fin de semana. Se apoya en un programa de trabajo colectivo, donde se fortalece la actividad con capacitaciones (por ejemplo de bromatología y calidad alimentaria), sugerencias y coordinación. Así, se puede potenciar el espacio como una vidriera para los emprendedores. Ese mismo proceso se refleja en el crecimiento de la demanda, y en la de Ciudad de Diseño, otro equipo con el trabajamos de manera similar”, relató a La República Thea Beláustegui, subsecretaria de Pymes e Industria del municipio.
La iniciativa surgió hace un año y medio, cuando un grupo de seis emprendedores que se volcaban a la actividad desde hace algún tiempo –los primeros comenzaron en 2013  y ya tienen vasta trayectoria y experiencia con su marca propia– se acercaron al Municipio a pedir permiso para realizar un evento abierto, en la calle Thomas Edison y Costanera. “Su idea era poder cortar la calle y armar la actividad al público. Pero luego, al tomar impulso, se propusieron las Terrazas de la Costanera (el mismo lugar que ocupa Ciudad de Diseño los domingos) para la iniciativa”, relató la funcionaria.
Desde el área, estiman que la actividad creció en “un 183% entre poco más de un año”. No solo por el crecimiento de los emprendedores  –que ya son casi 20– sino también por los litros vendidos. Cada primer sábado del mes, una concurrencia multitudinaria –y sedienta de nuevos sabores– fue llevando de un promedio de 920 litros vendidos por evento, a los 10 mil en Fiesta de la Cerveza, solo en esa edición. “En siete meses de ejecución,  durante el 2019, las cantidades ascendieron 1.175 litros vendidos por edición. Y en San Patricio, se vendieron 4.800 litros”, enumeran.
El promedio de concurrencia también ha crecido, y logra congregar en cada sábado de Patio Cervecero, a unas más de 13.000 personas.
“Cuando una propuesta se afianza, nunca se debe a una sola razón”, analizó Beláustegui. Para la referente de la actividad, el grupo de cerveceros correntinos son un ejemplo “de trabajo colaborativo, solidario y coordinado”. 
“Al principio, la comuna aportaba para algunos gastos del evento, como el sonido. Porque la música en el ambiente es un gran ingrediente para cada ocasión. Desde hace bastante tiempo que lo costean los emprendedores. Y en invierno, ellos alquilaron unas estufas para que la gente esté cómoda al aire libre”, destacó.
Peor también el personal de casi todas las áreas del municipio colabora para que cada oportunidad resulte exitosa. “Desde higiene a electrotecnia, instalan las conexiones de enchufes (que se necesitan muchos), hasta la limpieza y la atención en los sanitarios. Hay mucho trabajo”, subrayó.
“La intención es que el espacio sea una vidriera y una oportunidad para todos los emprendedores. Por eso, como el espacio es limitado, se van rotando las marcas que se ofrecen en cada edición. Es un placer trabajar con los cerveceros, porque son muy solidarios. Los que ya están más afianzados le dejan el lugar a los que van comenzando, pero también concurren y los ayudan”, apuntó Beláustegui.
Bajo ese mismo criterio, pudieron también comenzar a tener presencia en otros eventos. Ya que la vidriera del Patio les permitió una visibilidad que de otro modo no tendrían. Los clientes de los primeros sábados del mes, comenzaron a invitarlos a celebraciones privadas, o a organizaciones públicas. En los últimos meses –además del Taragüí Rock del último fin de semana– también pudieron estar en la exposición Brangus, en la Expo Agro, y en festejos del interior. Un grupo de cerveceros correntinos participará también este próximo fin de semana en Patio Gastronómico en el Cambá Cuá, mientras que otros viajarán a Goya, para estar presentes en la Fiesta del Inmigrante, que tendrá además su primera edición de la Feria de Cerveza Artesanal y Sabores del mundo.
“Algo similar sucede con los emprendedores gastronómicos. Algunos tienen rotiserías, o trabajan para eventos y catering. Cuando los conocen en el Patio, después los contratan. Y cada vez más gente opta por alquilar la chopera a los artesanales en lugar de comprar cajones de cerveza para sus fiestas”, enumeró.
La iniciativa, que atrae a jóvenes pero también a grandes –hasta parejas de abuelos y familias con niños– abrió también el espacio a otros emprendedores, como una empresa del Chaco que se instala en el Patio con vasos reutilizables. 
“Uno compra su cerveza en un vaso plástico reforzado. Luego puede llevarse el vaso, o devolverlo y recuperar 30 pesos. De ese modo se genera también el consumo de otro servicio, y además el lugar no se queda lleno de residuos plásticos. Está funcionando muy bien”, subrayó Beláustegui, a la vez que opinó que el costo accesible de la cerveza y la calidad que se ofrece completan las fortalezas de la propuesta. Cada vaso –con variedad de estilos y diferencias entre cada fabricante– cuesta 100 pesos, y cada edición se extiende desde las 6 de la tarde hasta las 0.30. 
El formato, como tendencia, es el del after office de otras ciudades, que se afianza también como modalidad de encuentro. Y ya impulsa otros comercios privados con la misma franja horaria y servicios parecidos, que inclusive les compran los productos a los cerveceros artesanales para comercializar en sus locales en la semana.
“Para el área de Pymes e Industria de la comuna es muy importante este espacio. Genera trabajo, autoempleo, moviliza el consumo y además es un gran servicio para los ciudadanos y los turistas. Esperamos que siga creciendo, y planeamos ayudarlos a llegar cada vez más a eventos en el interior”, apunto Beláustegui al final.
El próximo gran evento será la Fiesta de la Cerveza, que planean a fines de este mes y promete artistas en vivo como G-Latina y más de 20 cervecerías de la región, además de otros servicios como tatuadores, barbería y comidas.