26/04/2024

Julio: “Che, Mauricio, vení a dormir la siesta”

Desde hace dos años, la familia Ramírez tomó una decisión: emprender en gastronomía y orientar su trabajo familiar al turismo. Se mudaron desde “el campo al centro”, e instalaron un hospedaje con restaurante sobre la avenida.  El miércoles, de sorpresa, los visitó el Presidente.



“Dos días antes, llegó el equipo de comunicación y de seguridad a hospedarse con nosotros. Pero nunca nos imaginamos que podría visitarnos el Presidente”, confesó Julio Ramírez a La República. El día después de la visita de Macri a su local, no dejó de sonar su teléfono. Amigos, conocidos y hasta distintos medios buscaban contactarlo para que contara su experiencia.
La conversación fue cerca del mediodía y, de fondo, se podían escuchar golpecitos rítmicos como una canción de cocina. “Estamos haciendo las milanesas. No deja de llegar gente desde ayer, que nos visitó el Presidente”, comentó Julio con entusiasmo.
El miércoles también estaban en plena tarea cuando Macri entró a su local como un vecino más, y se sentó en su mesa “a conversar y a tomar mates con nosotros. Le pregunté si lo podía tutear y no tuvo problemas. Le conté que soy un apasionado del turismo y anécdotas de cuando empezamos. Pero también le expresé, con todo respeto, que en nuestro pueblo somos un poco olvidados. Por eso nos da esperanza de que se invierta en la zona para poner en valor nuestros Esteros. Nos están mirando con ojos nuevos”, expresó.


“También le pedí que, como político, tiene que trabajar para nosotros, escuchar a la gente emprendedora, que es la que quiere hacer cosas”, sostuvo. “No forma parte de mi cultura manguearle nada a nadie, por eso no le pedí nada. Solo que sepa que a los laburantes nos cuesta sobrellevar el día a día, pagar las cuentas. Y que esperamos que estas herramientas nos aporten trabajo. Que cuando haya un despegue en la zona, las oportunidades no sean para grandes empresas sino para nosotros, los que remamos en el lugar todos los días”, apuntó.
Julio describió además al Presidente como “muy accesible, humilde y cercano”. Junto a su familia, invitaron a Macri con comidas típicas. Y no dudaron en “organizar una chamameceada”. Fue su nieto, un niño muy joven y músico, quien le dedicó canciones. Se llama Nair y tiene 10 años. “El gobernador Valdés también lo escuchó y le prometió regalarle un bandoneón para que pueda seguir estudiando esta música nuestra”, agradeció Julio.
“También lo escuchamos a él, quien más allá de su investidura de Presidente, se mostró tan humano como nosotros. Contó cuánto le gusta la tranquilidad y la belleza natural de nuestro pueblo. Entonces le dije: ‘Che. Mauricio, lo que tenés que hacer es venir cualquier día y dormir una siesta en Loreto. Así vas a sentir toda esa magia de la naturaleza y de lo que somos en experiencia muy nuestra: la siesta en Corrientes’”, afirmó al final.