26/04/2024

Feria Franca de Ituzaingó, la primera en Corrientes que será habilitada para elaborar alimentos



La entidad que nuclea a los agricultores familiares trabaja para cumplimentar el trámite. Será la primera de la provincia que contará con este aval. Aseguran que es el resultado “de haber creído y trabajado por los sueños”. En la actualidad, la organización está integrada por 17 socios más 4 productores de Apipé que venden sus productos en la sede.
La Feria Franca Che Retá de Ituzaingó se encuentra en la última etapa de presentación de documentación para la habilitación bromatológica para la elaboración de alimentos. “Para nosotros es más que gratificante estar tan cerca de conseguir esta autorización porque va a certificar que nuestras comidas, dulces y conservas, respetan todos y cada uno de los procesos de higiene, lo cual garantiza la salubridad de los mismos”, comentó con evidente orgullo María Antonia Báez, quien en la actualidad se desempeña como presidente de dicha entidad de agricultores familiares, además de la Asociación Provincial de Ferias Francas de Corrientes (APFFC).
Che Reta se constituyó como feria hace 13 años. En sus inicios, comercializaban los productos de la agricultura familiar en distintas plazas de la ciudad. En su mayoría, estaba y está integrada por mujeres que, en algunos casos, son jefas de hogar que se animaron a producir alimentos y feriar para mantener sus familias.
El primer escollo que se propusieron sortear en aquel entonces tenía que ver con un móvil para poder trasladarse hasta distintos puntos de la ciudad y de la provincia. Y lo consiguieron. Pudieron adquirir una camioneta “en cómodas y largas cuotas”.
Después siguió el sueño de contar con un lugar propio y ese anhelo comenzó a concretarse cuando la municipalidad le cedió un predio ubicado al lado de la sede del Correo Argentino y enfrente al palacio comunal. “En ese momento se contaba sólo con un galpón con un piso de cemento, teníamos ningún tipo de comodidades y entonces se empezó a elaborar platos típicos y con lo recaudado, se conformó un fondo común para construir el espacio adecuado para una cocina. La comuna nos ayudó con la conexión de agua”, rememoró Baéz.

Creer en los sueños

Haber superado estos desafíos les demostró que poseían la capacidad y el empuje para trabajar en forma conjunta para lograr más y mejores condiciones para la producción de alimentos para comercializar. Entonces decidieron entendieron que debían mejorar aún más las instalaciones. Junto con el correspondiente asesoramiento técnico, lograron que el por entonces Ministerio de Agroindustria de la Nación les financiara un proyecto por 250 mil pesos para realizar más mejoras en la cocina.
A ello, se le sumó la posibilidad de que a través del Instituto de Desarrollo Rural de Corrientes (IDERCOR), pudieran construir una sala de elaboración de comidas, además de un salón de exposición y ventas. “Nos pusimos a trabajar en ese proyecto y lo conseguimos, hoy, esos espacios son casi nuestro segundo hogar”, contó María Antonia.
Pero consideraban que faltaban más pasos por dar. Así, comenzaron a trabajar para obtener la habilitación bromatológica y comercial del municipio. Para ello debieron realizar distintos trámites como también una serie de capacitaciones en buenas prácticas de manufacturas para a posteriri, recibir la correspondiente habilitación.
“El haber contado con esa habilitación fue también muy importante porque era certificación de que estábamos elaborando productos garantizados en cuanto sanidad e higiene”, señaló la presidenta de la feria.
Una vez obtenida la habilitación municipal, los feriantes comenzaron a trabajar para obtener la habilitación provincial de la Dirección de Bromatología que depende del Ministerio de Salud de la provincia. “Empezamos otro proceso – dijo María Atonia, agregando-, para eso tuvimos que trabajar arduamente para cumplir los distintos requisitos que nos eran exigidos para llevar adelante para la elaboración de alimentos”.
Entre otros requisitos que debía cumplimentar la feria ituzaingueña, se encontraban un seguro del predio, contar con matafuegos habilitados, “además de la inscripción en Rentas, la cesión del predio avalada por el Concejo Deliberante y el municipio, como también contar con las medidas de higiene y salubridad de ese espacio”.
Todos esos requisitos fueron cumplidos y están listos para ser presentados.

Asistencia técnica de varias instituciones

La presidenta de la Feria de Ituzaingó María Antonia Báez calificó como fundamental contar con el acompañamiento técnico de distintas instituciones. “Fueron muchos logros alcanzados en este tiempo y ello fue posible ante todo por el compromiso de de los integrantes de la feria, porque creímos y trabajamos por nuestros sueños”, aseguró la presidenta.
Pero también, tuvo un apárrafo especial para los técnicos de la Secretaría de Agricultura Familiar de la Nación (Norma López y Daniel Velozo); del INTA (Roxana Acosta y Carlos Escobar); del municipio local (Roberto Delgado); IDERCOR (Nicolás Ledesma), entre tantos.
“Porque cada uno de ellos no sólo hizo su trabajo con responsabilidad, sino que pusieron mucha entrega y corazón porque creían y creen en esta modalidad de trabajo y de producción. Para ellos, sólo tenemos palabras de agradecimiento, en especial en estos momentos en los que estamos tan cerca de conseguir la habilitación bromatológica provincial”, concluyó Báez.
Puntualizó que estos técnicos tuvieron a su cargo la realización de varias jornadas de trabajo en las que se analizaron temáticas referidas al fortalecimiento de la organización, buenas prácticas para la elaboración de los productos, estrategias de márketing, presentación de los productos, entre tantas.

Verduras y productos de granja, algunos de sus productos  

En Ituzaingó, el 61,1% de los productores, en su mayoría con una explotación de ¼ de hectárea, producen hortalizas, como acelga, lechuga, rúcula, zapallo, mandioca, maní, poroto, naranja, mandarina, pomelo, limón, banana, entre otros.
Los integrantes de la feria Che Retá son de la localidad de Ituzaingó y está conformado por familias de pequeños productores que poseen huertas familiares, pequeñas quintas frutales y animales de granja los cuales utilizan para autoconsumo y el excedente lo comercializan en la feria local.
La principal actividad es la elaboración artesanal de comidas típicas de la zona: chipá almidón, sopa paraguaya, guisos, entre otros, que se venden diariamente como servicio de “viandas” a clientela del lugar. Además, conservas, pickles, dulces, mermeladas, licores, etc.  utilizando materia prima de su propia producción
Estos productos elaborados son ofertados a visitantes y turistas ya que la zona se caracteriza por ser un lugar turístico de la región.
En el espacio físico ferial, cedido por el municipio local mediante ordenanza, exhiben y venden sus productos, constituyendo su principal fuente ingreso económicos.
El predio se encuentra en un lugar estratégico ya que está ubicado frente al municipio y en inmediaciones a varias oficinas públicas, lo cual le da acceso a mucha clientela diariamente. Además, el grupo posee un segundo lugar de ventas: ubicado en un predio municipal, el que es ocupado cuando se realizan fiestas populares.
En la actualidad, la feria Che Reta cuenta con 17 integrantes, y cuenta con la participación de 4 feriantes provenientes de la isla Apipé. Además, la feria ntegra la Asociación Provincial de Ferias desde 1998.

Sello de la Agricultura Familiar

Técnicos de la Delegación Corrientes de la Secretaría de Agricultura Familiar de la Nación, habilitados para tal fin, presentaron la totalidad de la documentación de la feria franca Che Reta de Ituzaingó para que le sea otorgado el Sello Producido por la Agricultura Familiar, el cual permite al consumidor identificar la procedencia del producto.
El sello es implementado por la Secretaría de Agroindustria de la Nación y constituye una herramienta de visibilización e identificación de los productos del sector; además es una forma de reivindicar los atributos de lo producido por los agricultores familiares, y certificar través del mismo la trazabilidad, inocuidad y el origen social de estos productos.