01/05/2024

Condenaron a una pareja a 40 años de prisión por abuso y corrupción de menores

Maximiliano Ayala y Vanesa Fernández fueron declarados culpables de someter sexualmente a 7 chicos, de entre 6 y 8 años, en una casa del barrio San Antonio Oeste. “Estamos satisfechos; las condenas se ajustan a la magnitud de los hechos”, dijo el abogado querellante.



El Tribunal Oral Penal Nº 2 de Corrientes condenó ayer a 40 años de prisión a Maximiliano Ayala y a Venesa Fernández . Los dos fueron hallados responsables de los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante, abuso sexual con acceso carnal, amenazas y corrupción de menores.
Los hechos se descubrieron en febrero de 2017 en el barrio San Antonio Oeste.
El Tribunal estuvo integrado por Ariel Azcona, Leandro Maciel y Juan José Cochia. La lectura de los fundamentos se programó para el jueves 2 de agosto.
El fiscal Gustavo Schmitt al realizó su alegato el miércoles 4, hizo un pormenorizado relato en base a las pruebas reunidas en la instrucción de la causa y encuadró esos delitos en los distintos artículos del Código Penal, solicitando una condena de 40 años de prisión para el imputado como autor material y para la mujer, 30 años como partícipe primario.

“Satisfacción de la querella”

El abogado querellante Hermindo González al hablar con la prensa al término de la audiencia dijo que “estamos plenamente satisfechos porque las condenas se ajustan a la magnitud de los hechos cometidos”.
Sostuvo que “la pareja formó una alianza criminal. Cada uno tenía un rol para someter a las nenas y nenes que la mujer los llevaba a la casa con el pretexto para que jueguen con sus hijos”.
Señaló el abogado que “la mujer iba a las casas de los vecinos y les contaba que era víctima de violencia de género, que el marido le pegaba por no haber tenido hijas mujeres. Entonces les pedía a los vecinos que le permitan a sus nenas ir a jugar a la casa con su nene, para que el marido las vea, se tranquilice y no le pegue”.
La pareja tenía en su vivienda un taller de talabartería y tallado de mates.
Cuando estalló el caso y se ordenó el allanamiento de la casa, se secuestraron teléfonos celulares, una computadora y chip que contenían imágenes de niños y niñas desnudos y pose sexuales así como otras escenas de sexo explícito.
El material incautado se convirtió en una pieza de pruebas claves y contundentes para sostener los cargos, además del testimonio que aportaron las víctimas en Cámara Gesell.
González expresó que “ahora queda un trabajo importante que es ocuparse de esos chicos para restablecer los daños psicológicos”.

El caso

Una chica de 14 años contó a sus padres que hace unos años, cuando concurría a la casa de un vecino, fue sometida a abusos sexuales.
La sorpresiva revelación motivó que sus padres radicaran la denuncia e intervino la Dirección de Delitos Contra la Integridad Sexual (DCIS) de la Policía de Corrientes. En la tarde del viernes 12 de febrero de 2017, una comitiva policial por disposición del Juzgado de Instrucción Nº 3 allanó una vivienda del barrio San Antonio Oeste. Surgieron allí los primeros datos que nenas y nenes, en un grupo de siete, entre 6 a 8 años pasaron por la misma situación y los abusos quedaron registrados en fotografías y filmaciones, que generó una virulenta reacción de los padres que atacaron la casa junto a otros vecinos. La pareja que vivía allí quedó presa.
El 12 de octubre de 2017 la jueza Josefina González Cabañas procesó a los detenidos imputando al hombre como autor material de las violaciones y a la mujer como partícipe primario.