04/05/2024

Ocurrió en Corrientes: por primera vez, una jueza otorgó una adopción prenatal



La jueza de Familia de Paso de los Libres, Marta Legarreta, dispuso la adopción de un bebé antes de que nazca, en un caso de una joven de 17 años abusada por su padrastro y de quien quedó embarazada. El fallo se firmó el 12 de julio y la beba nació el sábado 13. Es decir, que sentó jurisprudencia como el primer caso de adopción prenatal.
La legislación vigente no contempla esa figura. Una vez que un chico nace, existe un plazo de 45 días, que coinciden con el puerperio, en los que la madre puede arrepentirse de su decisión de darlo en adopción. Además, la búsqueda de padres se realiza entre los inscriptos en el Registro Único de Aspirantes (RUA) a guarda con fines adoptivos, después del nacimiento.
En cambio, en este caso, la jueza Legarreta decidió iniciar el proceso de adopción de forma prenatal. Se buscó a los aspirantes que vivieran más cerca y que calificaran para ser padres y se eligió a una pareja de Paso de los Libres que no tenía otros hijos. La adolescente los conoció en el Juzgado, mientras estaba embarazada.
Les pidió que cuidaran mucho al bebé y les prometió que “no los iba a molestar nunca, quédense tranquilos”, les dijo. La jueza les explicó la situación a todos: había evaluado la posibilidad de declarar la inconstitucionalidad de la espera de los 45 días para otorgarles la guarda preadoptiva. Sin embargo, resolvió no hacerlo. Una vez que naciera, la pareja recibiría la guarda provisoria y a los 45 días, la preadoptiva, para que unos seis a nueve meses después, si todo iba bien, se le otorgara la adopción plena, consignó el diario La Nación.
“No quiero tener otro bebé a la fuerza”, le pidió la adolescente a la jueza, el 27 de marzo último. La chica llegó con su tía sin cita previa y allí, en el despacho de la magistrada, recostada sobre los codos, en el escritorio, vomitó su tragedia: su padrastro la viola desde que tiene 13 años. La golpea si se niega a estar con él y la amenaza para que no cuente. La jueza escuchó el relato. La madre nunca intervino, ni siquiera hace casi tres años, cuando quedó embarazada y tuvo a su primera hija.
Esta vez, cuando se dio cuenta de que otra vez estaba embarazada, se fugó a la casa de su tía, que vive en Yaguarí, a 80 kilómetros de Paso de los Libres, para pedir ayuda. Ahora, las dos mujeres le pedían una solución a la jueza.
Los proyectos de adopción prenatal que se impulsaron el año pasado por los sectores contrarios al aborto, en medio del debate por el proyecto de legalización de la interrupción voluntaria del embarazo, generaron fuerte polémica porque, según se advertía, podían significar la apertura al mercado negro de las adopciones, ya que justamente son muy pocos los bebes que hay en el sistema de adopciones y mayoría las parejas que quieren adoptar menores de un año.
De hecho, la diputada nacional por Corrientes Estela Regidor (UCR-Cambiemos) es una de las impulsoras de esa figura en el Congreso. 
La adolescente llegó al Juzgado de Familia para pedir una autorización legal para interrumpir el embarazo. La jueza escuchó su relato y ordenó que, de forma inmediata, la chica quedara en custodia de su tía, mientras se dio intervención a la justicia penal para denunciar el abuso contra el padrastro, al que se le prohibió tomar contacto con la adolescente.
Además, Legarreta le explicó que no necesitaba un permiso legal, que existía un protocolo a nivel nacional que la autorizaba a interrumpir ese embarazo. (la chica todavía no había ido a un hospital). Pero, como en la provincia algunos hospitales se escudan en un decreto provincial que dejaría sin efecto el protocolo de interrupción legal del embarazo, le extendió un certificado en el que hacía constar que la adolescente contaba con ese derecho, que regía a nivel nacional, para interrumpir ese embarazo. Se lo dio para que lo presentara en un hospital de esa localidad, para que no hubiera demoras ni dilaciones.
La chica fue al hospital, donde la evaluaron y le dijeron que estaba de 23 o 24 semanas de gestación. Según consta en el expediente, los médicos le explicaron los riesgos de realizar un legrado a esa altura del embarazo. La adolescente desistió del aborto y volvió al Juzgado con la idea de dar en adopción al bebé.

Sin presiones

Consultada sobre si en el hospital si se la había presionado para redirigir su decisión, la jueza asegura que los informes psicológicos del forense indican que fue la adolescente la que eligió al conocer los riesgos. Y también que se constató que la chica evidenciaba entendimiento de sus decisiones. La tía, que la acompañó en todo el proceso, no denunció que hubieran querido manipularla, ni tampoco hacerle perder tiempo para condicionar su decisión.
“En este momento yo quiero dar en adopción a mi bebé, a la familia que se va a hacer cargo de él”, le dijo, según consta en el fallo. La jueza, en presencia de la asesora de menores y de la tía, le preguntó si estaba segura. La chica lo ratificó. Lo mismo hizo después, en una entrevista con el psicólogo. “Sí, estoy segura. Y no quiero ver al bebe al momento del nacimiento. Quiero que esté la familia que la va a adoptar para evitar que el bebé quede conmigo”, dijo.
Le preguntaron si cuando naciera lo quería amamantar y dijo que no. Después, habló con la tía y le dijo que ella le dijera todo a la jueza. “Quiere que la atiendan bien, y que no le pregunten el porqué de la adopción, ni las enfermeras, ni los médicos del hospital. Que la internen en una pieza privada, donde pueda estar sola así nadie le pregunta nada. Y que nadie sepa quién es ella, ni de su decisión”, apuntó la tía, tal como figura en el expediente.
Una y otra vez la adolescente pidió, rogó que no la obliguen a tener otro hijo a la fuerza. Que ya había tenido una hija así y que con dos no iba a poder.
“Nos encontramos en presencia de una joven vulnerable, en conflicto con su maternidad no deseada, que exterioriza nada más ni nada menos que la decisión de dar a un hijo en adopción, inmediatamente al nacimiento. Situación que requiere un tratamiento especial por parte de la juricatura, a modo de proceso judicial preliminar y urgente”, dice la jueza en el fallo.
La beba nació el sábado 13 de julio, un día después de que se firmó el fallo que decreta su estado de adoptabilidad. Desde ese día, la beba está con la pareja que designó el Juzgado. Tiene 18 días y, cuando cumpla los 45 días, se iniciará la adopción.
Nació por parto natural. La adolescente estuvo sola en una habitación y se respetó su voluntad de que nadie le preguntara nada. Cuando salieron del hospital, ella y su tía se fueron caminando a la parada para tomar el colectivo y volver a Yaguarí. El padre adoptivo las vio irse y se ofreció a llevarlas esos 80 kilómetros hasta su casa.

Fuente: La Nación