04/05/2024

Ordenaron hacer otro juicio por el crimen de Tamara Zalazar

El homicidio ocurrió en enero de 2016. En abril de 2018, el Tribunal Oral Penal Nº 1 absolvió por insuficiencia probatoria a Raúl Escalante.  



El Superior Tribunal de Justicia (STJ) anuló la sentencia del Tribunal Oral Penal Nº 1 que absolvió, por insuficiencia probatoria, a Raúl Escalante (39) por el asesinato de Tamara Zalazar (19). Además, dispuso remitir el expediente al TOP Nº 1 para que, con otros integrantes, se realice un nuevo juicio. El acusado, después de quedar libre, abandonó Corrientes y se radicó en otra provincia. Se deberá ordenar a la fuerza pública, una vez que se resuelva la fecha del nuevo debate, para que lo ubique y lo notifique de la resolución judicial para que se presente en el debate. 
Alejandro Chaín, Eduardo Panseri, Guillermo Semhan y Fernando Niz, con la presidencia de Luis Rey Vázquez, asistidos por la secretaria Judith Kusevitzky, analizaron el Expediente Nº PEX 141978/16, caratulado “E. R. A. por sup./homicidio agravado mediando violencia de género. Víctima: Z.T.Y. -Lomas de González. TOP Nº 1 - 10.980 (4-1)”. 
El representante del Ministerio Público Fiscal, Carlos Lértora y el querellante Ermindo González, una vez que se dieron a conocer los fundamentos, presentaron la apelación a Casación el 22 de mayo de 2018. 
La sentencia se dictó el jueves 26 de abril de 2018. El 15 de noviembre de 2018, el STJ rechazó un planteo de la defensa de Escalante, que había recusado a algunos magistrados del máximo tribunal.
La Corte provincial tenía tres alternativas: confirmar la absolución de Escalante, revertir el fallo y dictar una condena o reenviar el caso al TOP Nº 1 para la realización de un nuevo juicio oral con otra conformación.
El fiscal del juicio, Carlos Lértora, en su presentación a Casación, sostuvo en su fundamentación que “en la sentencia hay una inobservancia de las normas que el Código establece bajo pena de nulidad”. 
Enfatizó que “el TOP Nº 1 no analizó correctamente las pruebas producidas para determinar el horario de la muerte de la víctima”, y señaló a la vez que “en un análisis correcto determinaría la responsablidad de Escalante en el hecho”.
Remarcó que “al evaluar los testimonios producidos en el juicio y el informe técnico sobre la activación de la línea de telefonía móvil perteneciente a Escalante  llevan a sostener que estuvo en la escena donde fue hallado el cuerpo sin vida de Tamara, lo que lo lleva a ser el único responsable del crimen investigado”. 
Por su parte, el querellante González indicó, en su presentación, entre otros aspectos, que “el cable hallado en la gaveta del automóvil de Escalante no fue peritado y fue descartado como posible elemento con el que se pudo haber causado la muerte por asfixia”.

El acusado abandonó Corrientes  

El 26 de abril de 2018, el Tribunal Oral Penal Nº 1 –integrado por Cynthia Teresita Godoy Prats como presidente, secundado por los jueces Juan Carlos Guerín y Ana del Carmen Figueredo– absolvió por insuficiencia probatoria a Raúl Eduardo Escalante, que en ese entonces tenía 39 años, como autor del asesinato de Tamara Zalazar (19).


El 29 de mayo de ese año, habló con la prensa. Lo hizo ante las cámaras de 5TV.
Escalante nació en la capital correntina el 23 de enero de 1979.  Con su pareja tuvo dos hijos, que actualmente tienen 10 y 8 años. Vivía en el barrio Anahí. Su padre es chapista y pintor.
Trabajaba en albañilería, pintura, plomería, electricidad y mecánica del automotor. Tiene estudios terciarios completos de profesorado de Filosofía.
Reveló que conoció a Tamara en enero de 2016. “Nuestro primer contacto fue por Facebook”, dijo. Admitió que había una charla aislada, pero después se hizo más fluida. 
“La conocí personalmente el 12 de enero de 2016 al mediodía y ese fue el único y primer momento que la vi”, recordó.
 En la entrevista sostuvo que “imagino el dolor que deben sentir sus padres. Tengo hijos y por eso quiero justicia. Quiero justicia para mí y quiero que se sepa quién mató a Tamara”. 
Al terminar el juicio, en el que fue absuelto, decidió abandonar Corrientes para radicarse en otra  provincia, pero no reveló el destino.
“Tengo miedo de seguir viviendo en Corrientes. Quedé muy expuesto durante el juicio y luego de la sentencia. Podría haber represalias. Dejé a mi familia. Mi exesposa tuvo que cambiarse de casa por temor a algunas reacciones que podrían afectar no solo a ella sino también a mis hijos, que también, a pesar de ser niños, no pueden hacer su rutina como antes”.
“Me siento más preso que en la cárcel, porque tuve que dejar todo y trasladarme a otro lugar del país. No puedo vivir libremente. No puedo hacer la vida que hacía antes”, dijo.

Fue a un kiosco y desapareció   

Tamara Zalazar (19) era madre de un nene de 3 años. Vivía en el barrio San Marcos. 
El lunes 11 de enero de 2016, a la noche, se dirigió a un kiosco a realizar una carga de crédito a su teléfono celular y no regresó a su domicilio. La tardanza empezó a preocupar a sus padres y el hijo pedía por su madre. Transcurrieron las horas y su paradero era incierto. 
Su familia  radicó una exposición de búsqueda en la comisaría 1ª de la Mujer y del Menor. 
Como ocurre en estos casos, se pidió colaboración a los medios para que difundieran la búsqueda de paradero. 
En la mañana del miércoles 13, cerca de las 10.30, la hallaron sin vida a un costado de la ruta provincial 5, a la altura del kilómetro 41, en jurisdicción de la comisaría de Lomas de González.  En esos momentos no se sabía su identidad. 
Por la tarde la identificaron y el hecho tuvo gran impacto en distintos sectores de la sociedad. Sus restos fueron llevados al Instituto Médico Forense (IMF), donde la autopsia reveló que había sido estrangulada y luego arrojada a una alcantarilla. 
 Un testimonio indicó que, en la noche de ese lunes, la vieron por la avenida Maipú subiendo a un vehículo. Al avanzar la investigación detuvieron a Raúl Escalante.