04/05/2024

El pronóstico de más lluvia recarga de suspenso la final entre Boca y River

El diluvio que se abatió este sábado sobre Buenos Aires obligó a suspender el encuentro programado para las 17, en la Bombonera. La Conmebol confirmó que se jugará este domingo a las 16. Pero Angelici dijo que “al mediodía”, es decir 4 horas antes, se tomará una “determinación definitiva”.



La Bombonera, inundada./ AFP


El superclásico argentino entre Boca Juniors y River Plate por la primera final de la Copa Libertadores se jugaría este domingo tras suspenderse este sábado por las fuertes lluvias en Buenos Aires, extendiendo el suspenso y la ansiedad de millones de argentinos pendientes del histórico duelo.
Todo estaba listo para el “partido de los sueños”, como lo definió el exseleccionador argentino y entrenador de Leeds United de Inglaterra, Marcelo Bielsa, pero la lluvia que se abatió desde el amanecer de este sábado sobre Buenos Aires obligó a la suspensión del encuentro en el estadio de Boca, la mítica Bombonera.
“Por motivos de fuerza mayor el partido queda suspendido para mañana, domingo 11 a las 16:00”, señaló la máxima autoridad de fútbol sudamericano, la Conmebol, en su cuenta en Twitter, pese a que el pronóstico metereológico anuncia lluvias hasta el martes.
El anuncio al público fue hecho 95 minutos antes de la hora prevista para el encuentro (las 17 hora local) por los altoparlantes del estadio, que ya tenía casi sus 53.000 plazas ocupadas y donde la hinchada no cesaba de cantar bajo la tormenta. En un rato, las tribunas quedaron vacías.



Luego de recorrer el campo de juego y ya sin lluvia torrencial, el presidente de Boca, Daniel Angelici, dijo que la cancha está “bastante bien”, pero consideró “una decisión correcta” la postergación del encuentro al domingo, por el efecto de los 110 milímetros de agua caídos.
“Dependerá del tiempo. Si esta noche o mañana hay otro diluvio, el campo no va a aguantar. Si llueve pero no con mucha intensidad, el campo va a drenar bien”, dijo el anfitrión.
Angelici dijo, en declaraciones al canal Fox, que “mañana (domingo) vamos a tener una reunión los cuatro: el presidente (de la AFA, Claudio) Tapia, (el presidente de la Conmebol, Alejandro) Domínguez y (el titular de River) Rodolfo D’Onofrio”. 
El presidente de Boca volvió a supeditar a las condiciones climáticas la realización de la primera final de la Copa Libertadores ante River, reprogramada para mañana, y aseguró que “al mediodía se tomará una determinación definitiva para que los hinchas sepan si ir o no a la cancha”. “Yo no voy a abrir la cancha si no está la garantía de que se juega, y la decisión no puede pasar de las 12 del mediodía. Tal vez nos reunamos con los dirigentes de River y de la Conmebol por la mañana y, a partir de ahí, observando lo que haya sucedido con el clima, se definirá todo”, dijo.
“No podemos hacer lo mismo que hoy. Yo comparto la decisión de la suspensión porque no se podía jugar, pero se debió tomar antes. Hay gente que vino del interior, que tuvo que hacer grandes esfuerzos para trasladarse. Eso no puede volver a suceder mañana, al mediodía tiene que saberse”.


Foto: AFP/Getty Images

Angelici se mostró poco optimista por los pronósticos meteorológicos y, aunque advirtió que no pondrán una lona sobre el campo de juego de la Bombonera, adelantó que permanecerá toda la noche en el estadio “junto con el equipo que trabaja sobre la cancha para tratar de que llegue en las mejores condiciones”.
La espera recargó aún más el ambiente tomado por los nervios, excitación, euforia e incluso el miedo a perder.
Pese a las dudas, las puertas de la Bombonera se abrieron pasadas las 13. Horas más tarde, y sin parar de alentar, los hinchas xeneizes se retiraron empapados y resignados, sin saber aún que deberían regresar al día siguiente.
Las idas y venidas incluyeron hasta el mismo plantel de Boca, ya que a la hora programada los jugadores de Guillermo Barros Schelotto subieron al bus que los iba a trasladar a la Bombonera y diez minutos después descendieron sin moverse del lugar.
Del mismo modo, en el estadio Monumental, en el norte de la ciudad, miles de hinchas millonarios cantaron y alentaron a su equipo, ante la imposibilidad de asistir a la Bombonera por cuestiones de seguridad, una veda vigente para el fútbol argentino desde 2013.
Los jugadores permanecerán en la sede de River, con su entrenador DT Marcelo Muñeco Gallardo, quien no puede dirigir ni ingresar al estadio frente a Boca, por una sanción de la Conmebol. Gallardo, de 42 años, recibió este sábado un saludo del Paris Saint-Germain, el club francés donde jugó en 2007 y 2008.

Locura futbolera 

El superclásico y final inédita ha desatado una locura futbolera pocas veces vista. La revancha será el 24 de noviembre, a las 17, en el Monumental de River.
El arranque de la jornada fue trágico, pues cuatro socios de Boca que viajaban desde el sur del país para presenciar la final fallecieron en la carretera, al sufrir un accidente vial en la madrugada. Un quinto acompañante fue hospitalizado en estado grave. El conductor de la camioneta con el que colisionó su vehículo sobrevivió al choque, informó la prensa.
Por otro lado, una treintena de judíos religiosos, fanáticos de Boca, que respetan el Shabat y no pueden siquiera encender el televisor hasta que salga la primera estrella del sábado, volaron a Barcelona para poder ver el partido sin quebrar la ley de Dios por la diferencia horaria. Pero finalmente el plan se les volvió en contra. ¿Ironía divina?
Boca suma seis Libertadores y busca la séptima corona para igualar al también argentino Independiente como los máximos ganadores de títulos del certamen continental, mientras River acumula tres. En el historial, los auriazules aventajan por 10 partidos ganados a los riverplatenses.
Solo dos veces jugaron finales por torneos oficiales. En 1976, Boca le ganó a River el campeonato Nacional por 1-0, y este año River superó a su histórico rival por 2-0 y ganó la Supercopa local.

Con información de AFP y Télam