Con el rechazo a la postergación y gran expectiva nacional, arrancó el primer juicio contra Leonardo Cositorto
Con los alegatos de apertura este miércoles comenzó en el Tribunal de Juicio de Goya comenzó el debate oral y público de uno de los juicios más esperados en la región y gran parte del país: el que tiene como acusado a Leonardo Nelson Cositorto, supuesto líder de la organización denominada “Generación ZOE” y otros cinco imputados Miguel Ángel Echegaray, Maximiliano Javier Batista, Lucas Damián Camelino, Nicolás Ismael Medina y Javier Sebastián Medina, a quienes se acusa de ser parte de una organización delictiva que organizó y provocó una gigantesca estafa piramidal de las conocida como Esquema Ponzi.
El Tribunal que los juzga está integrado por los doctores Ricardo Carbajal, como presidente; Jorge Carbone y Julio Duarte, como vocales. Ellos llevarán adelante el primer juicio contra la organización que enfrenta múltiples procesos como supuestos integrantes de “Generación Zoe”.
A los supuestos integrantes de “Generación ZOE” se los acusa de haber prometido ganancias extraordinarias, cursos de coaching ontológico y el cumplimiento de sueños inalcanzables a cambio de inversiones que variaban de monto según cada ahorrista y sus posibilidades de invertir.
El abogado defensor de Cositorto, Guillermo Dragotto, anunció que el supuesto líder de “Generación ZOE” ampliará el viernes su declaración, día en que continuará el juicio a las 8.30 y para lo que están citados cuatro testigos propuestos por la Fiscalía.
Dragoto, defensor de Cositorto y Batista, pidió la palabra para realizar un planteo preliminar, pero el titular del Tribunal de Juicio, doctor Carbajal le rechazó, afirmando que lo debería hacer durante sus alegatos de apertura. Lo que después planteó él abogado cordobés es la suspensión del juicio ante el peligro de que se declare la nulidad del mismo, ya que la Corte Suprema de Justicia de la Nación aún no se expidió por una cuestión de competencia entre la justicia provincial y la Federal. Tras un breve cuarto intermedio, el Tribunal de Juicio anunció que no hizo lugar al planteo, y todo siguió su curso.
De las partes, la primera en exponer fue la fiscalía representada por los doctores Rubén Barry y Juan Carlos Castillo. Quien habló fue el doctor Barry quien en 15 minutos sostuvo que durante el juicio se probarán los delitos que se le imputan a los seis acusados. El de asociación ilícita y Estafa.
Barry aseguró que la acusación que pesa sobre Leonardo Nelson Cositorto, Maximiliano Javier Batista y Miguel Ángel Echegaray es la de organizar una asociación ilícita que, dentro de un entramado mayor, operó en Goya entre mayo de 2021 y febrero de 2022. Barry aseguró que lo hizo con fines “defraudatorios”.
Barry indicó que : “Los líderes de la organización (Cositorto, Batista y Echegaray) aparentaban ser poseedores de bienes, negocios y empresas, mientras que los demás integrantes (Camelino y ambos Medina) mostraban un cambio laboral favorable y radical de vida en un corto lapso, que les proporcionaba, valga la redundancia un nivel de vida desconocido con anterioridad a su incorporación a la asociación criminal”, sostuvo.
Según el Ministerio Público ese ardid lograba luego, a través de una ingeniería aceitada, captar y convencer a futuras víctimas. Se organizaban convenciones y eventos gratuitos de marketing digital (Facebook, Instagram, Twitter, WhatsApp, Telegram, Zoom, Webs y apps) y del marketing tradicional (TV, radio y prensa escrita).
Por otra parte los fiscales Barry y Castillo tienen probado el accionar de la conexión local de Cositorto; “Camelino-quien abrió la sucursal goyana- se hacía pasar por el encargado junto a Nicolás y Javier Medina, entrevistaban a los ahorristas y público en general y les explicaban los beneficios de invertir y así hacer circular en el mercado bienes provenientes de estafas a los ahorristas, sin importar de qué parte del país o del mundo provinieran”.
En la convicción de ambos acusadores públicos está el hecho de que el holding, a través de su fachada goyana llamada Zoe Empowerment SA, tenía como “principal actividad en su organización ilícita cometer estafas, y permitía a los organizadores administrar y poner en circulación los bienes de origen ilícito, obtenidos mediante el engaño de conseguir utilidades por encima de las ofrecidas en el mercado”.
La primera finalidad era captar inversores con la promesa de exorbitantes ganancias, como un interés del 7.5% mensual en dólares, más “incentivos extras”. Conseguían así, que muchos ingresaran dinero y otros activos, mientras la operatoria era volcada en una app tipo billetera virtual, donde los inversores veían reflejados los movimientos de su cuenta, mientras les permitían retiros parciales para generar confianza y hacer caer a más incautos.
El “anzuelo” se promocionaba profusamente a través de medios y reuniones presenciales en Goya y en otros puntos del país. La trama organizacional de Cositorto tenía como sociedad madre a Generación Zoe y luego incluía empresas de los más variados rubros, como las sociedades anónimas Zoe Construcciones, OSS Turismo, Zoe Fitnes Gym, Zoe Burguer, Zoe Pizzas o el complejo Zoe Nación, en Colón, provincia de Entre Ríos.
Por su parte la querella es ejercida por los doctores Pablo Andrés Fleitas y Alejandra Soledad Fleitas, en su alegato inicial, que se extendió por casi una hora, aseguró que durante el juicio se probará que los imputados armaron una estructura delictiva para engañar a las víctimas.
Describió la forma en que lo habrían realizado pidiendo una inversión inicial donde variaban los montos y ofreciendo como mínimo un7.5% de ganancia mensual. Sostuvo que en Goya la mayoría fueron “inversores de poca monta”, de todas las clases sociales y muchos de ellos habían cobrado indemnizaciones por haber sido despedidos de su trabajo.
Indicó que hay un total de 98 víctimas en Goya a las que él y su colega representan y adhirió a la calificación de la Fiscalía.
El abogado que defiende a los hermanos Medina, el defensor Oficial Joaquín Jorge Sebastián Romero, fue quien abrió los alegatos de las defensasasegurando que durante el juicio iba a probar que los “Medinas” no eran los encargados de la oficina de “Generación Zoe” que funcionaba en Goya, sino que simplemente invirtieron en la organización por recomendación de su hermano, otro de los imputados, Lucas Camellino.
Aseguró que ellos iban a Goya no porque trabajaran para ZOE sino porque tienen sus familiares y amigos ya que son oriundos de esa ciudad.“Iban a la oficina de Generación ZOE de Goya pero no eran responsables de ella”, puntualizó. Por todo esto pidió la absolución de sus defendidos.
Por su parte el abogado particular que defiende a Cositorto y Batista, Guillermo Dragotto, en primer lugar planteó la cuestión preliminar de suspender el juicio hasta tanto se resuelva la competencia a lo que el Tribunal no hizo lugar, por ser una cuestión ya tratada.
En el arranque de los alegatos de apertura aseguró que sus defendidos ya fueron condenados socialmente por la ciudadanía en general, ya que incluso hay un documental que afirma que se trató de la Estafa Piramidal más grande de la historia, pero que ahora deben ser juzgados por la justicia e indicó que en ningún momento se trató de una organización delictiva, sino todo lo contrario.
El núcleo de su defensa se basó en afirmar que todas las empresas eran lícitas y estaban inscriptas, que se hacían capacitaciones y que sus defendidos invirtieron millones de dólares en “Generación ZOE”.
“Nadie que quiera estafar invierte en decenas de empresas, como gimnasios, escuelas, universidades, y otras tantas, como lo hizo “Generación ZOE”, indicó el profesional.
Basó sus alegatos en que los inversionistas firmaron un contrato de Fideicomiso y conocían los riesgos de invertir y ganar intereses mucho mayores a los que da un banco, por lo tanto no fueron estafados porque aceptaron las reglas del contrato.
“Toda inversión financiera significa un riesgo y el contrato de Fideicomiso era conocido por las partes”, sostuvo el cordobés.
Por último aseguró que la caída de la organización no fue porque se trató de una estafa piramidal sino que se debió a que la Fiscal de Instrucción de Villa María Córdoba, doctora María Juliana Érica Companys no solo solicitó la captura internacional de sus defendidos, sino que con dos denuncias bloqueó todas las cuentas e inhibió los bienes. “Y ese fue el comienzo del fin” aseguró.
En ese marco, planteó en primer lugar la falta de competencia, subsidiariamente la absolución por los delitos que se le imputan y sostuvo que el delito de estafa no existió por la teoría del autorriesgo de la víctima.
Es decir que uno cuando invierte debe saber que si las ganancias son mayores también hay un riesgo mayor. Y citó un antecedente de un fallo de Córdoba.
Por su parte el abogado defensor de Miguel Ángel Echegaray y Lucas Damián Camelino es el doctor Andrés Buffil defensor oficial quien aseguró que ambos son inocentes y coincidió con los anteriores profesionales en que no existió una organización ilícita, sino todo lo contrario empresas que estaban inscriptas correctamente en todos los organismos competentes.
“Lucas y Miguel formaron parte de una estructura de negocios lícitas, vamos a demostrar con la prueba documental, constancia de inscripción en Personas Juridicas, AFIP, Dirección Provincial de Rentas”, dijo Buffil.
Además comentó que sus dos defendidos tienen títulos habilitantes para ejercer como coaching y también repitió la “Teoría del Riesgo” .
Buffil, fue el único de los defensores que señaló que no hubo una determinación por parte de la Fiscalía ni de la Querrella de las cifras exactas que perdieron los supuestos damnificados. Ya que se nombra la inversión inicial pero no se tuvo en cuenta que muchos de ellos fueron retirando dinero.
Solicitó, al igual que los dos defensores anteriores la absolución de sus defendidos.
Por último, el abogado defensor de Cositorto y Batista solicitó seguir tanto él como sus defendidos el juicio remotamente, lo que fue rechazado por el Tribunal haciendo hincapié el presidente, doctor Ricardo Carbajal en la inmediatez y la contradicción que impone el nuevo Código Procesal de la provincia. “Sería un inconveniente enorme hacer objeciones a distancia”, puntualizó Carbajal.
A Leonardo Cositorto, Miguel Ángel Echegaray y Maximiliano Javier Batista se los juzgará por Asociación ilicita en carácter de organizadores y estafa en modalidad de delito continuado en concurso real en calidad de coautores.
A Lucas Daniel Camelino, Nicolás Ismael Medina y Javier Sebastián Medina se los juzgará por Asociación Ilícita en carácter de miembros y estafa en modalidad de delito continuado en concurso real.
Las audiencias continuarán los días 18, 21, 23, 25, 28 y 30 de octubre. En noviembre las audiencias serán los días 1, 4, 6, 8,, 11, 12, 13, 20, 22, 25, 27 y 28. Y en diciembre están fijadas para el 2, 4, 6, 9 y 11. Todas serán desde las 8.30 horas. Se concretarán en la sala del Tribunal de Juicio de Goya, ubicado en Ejército Argentino 550.