Garruchos conmocionada: ¿hay una asesina múltiple en el pueblo?
Garruchos es un pueblito de 40 manzanas, 4 cuadras de ancho y 9 de largo de calles de tierra casi colorada por la que transitan cancinamente sus poco más de 1.000 habitantes. De casas bajas y cordones de veredas impecablemente pintados de blanco, a orillas del río Uruguay y a sólo 10 kilómetros del límite con Misiones, quedó por estos días en medio de una investigación judicial que puede traer sorpresas, para algunos, y confirmaciones para otros.
Podría ser que entre los habitantes de Garruchos exista una “viuda negra”, cuyos movimientos poco claros siempre fueron motivo de comentario o chimento en el pueblo, pero a la que nadie, hasta ahora por lo menos, se atrevió a denunciar.
La calma y tranquilidad habitual de este pueblito que forma parte del departamento de Santo Tomé, se vio sacudida por un rato cuando algunos vecinos se percataron de que un hombre ya entrado en años pedía ayuda desde el interior de una vivienda del lugar. La policía llegó para ver qué pasaba y ahí comenzó a correrse el velo de una historia que puede llegar a estremecer a los correntinos.
Se trataba de un hombre de 79 años que estaba en ese momento solo en la vivienda. Estaba como perdido, confundido, casi desvanecido. El Fiscal de Instrucción de Santo Tomé autorizó a los agentes a que entraran a la vivienda y auxiliaran al hombre en cuestión. Se encontraron con un anciano con evidentes muestras de haber consumido alguna sustancia.
Fue trasladado al Hospital de Santo Tomé, a 67 kilómetros donde, tras recuperarse, comenzó a contar su tremenda historia. Había llegado desde Buenos Aires al pueblo en el que vivió de joven, con la intención de comprar una casa y pasar sus últimos años de vida en la tranquilidad de ese lugar que añoraba.
El hombre llegó y golpeó en una casa para preguntar por alguna propiedad para comprar. La atendió la otra protagonista de la Historia, Mirtha Liliana Fernández Martin, de 61 años, conocida en el pueblo como “Lili” o “La Burrita”. La mujer se mostró amable con él, lo invitó a pasar, y después de un rato de conversación comenzó a tratar de convencerlo de que era su padre.
Hasta llegó a cocinarle una sopa que “condimento” con una buena cantidad de sedantes inyectables que tenía en su casa. Con el hombre “dopado” siguió con sus intentos de convencerlo de que se trataba de su padre y logró sacarle 8.000 dólares y 100.000 pesos que, precavida, llevó a la casa de una vecina para que se lo guardasen.
“Papá, sos vos, sos vos, papá!!!” es la grase que recuerda muy claramente este hombre de 79 años que apunto estuvo de ser víctima de Lili. Era la frase que la mujer más repitió mientras trataba de convencerlo de eue había estado con su madre en la juventud, y allí arranca todo.
Conocida la historia en Santo Tomé, se ordenó la inmediata detención de la mujer, conocida en el pueblo por sus prácticas esotéricas, y a quien muchos miraban de reojo mientras susurraban a sus espaldas al pasar. Es que en Garruchos muchos sabían que "La Burrita" está relacionada con otras muertes dudosas. Otros “padres” que fallecieron en extrañas circunstancias.
“Por comentarios de varias personas, se sospecha que ya ha ocurrido en casos anteriores situaciones similares, y la investigación preliminar sobre la existencia de esos delitos anteriores estaba bastante avanzada. Se pudo saber que esta señora quiso inscribir de manera irregular, fuera de término, el fallecimiento de una persona que también dijo era su padre, o su padrastro, o algo así” dijo el fiscal Facundo Cabral a él programa 47M de T5 Satelital confirmando lo que en Garruchos es un secreto a voces.
Cabral confirmó que “se presentó una señora espontáneamente a la policía, y fue entrevistada, quería declarar, dijo que ella la conoció a esta persona mayor también, que falleció, y señaló que la señora (Lili) le hablaba de este tipo de cosas, y que además a veces lo tenía atado, el nombre no hablaba, de modo tal de que los precedentes estos que tenemos, y que se va a ver formalmente la investigación, llegan a hacer pensar de que realmente pudieron haber existido otros homicidios anteriores”.
Pueblo chico...
Cuando la detención de “La Burrita” ya era un hecho por todos conocidos, el pueblo se convirtió en un infierno grande donde no pocos comenzaron a recordar cosas que no cerraron en el pasado entorno a la mujer: “el padre real de Lili falleció hace unos años, de un día para el otro, y nunca hubo velorio ni se sabe dónde fue enterrado” aseguran algunos.
Otros recordaron que la mujer también tuvo un paso por Misiones, “donde otro anciano que estaba a su cuidado casi pierde la vida, y que se salvó gracias que la familia se dio cuenta a tiempo de lo que pasaba e intervenido evitando que Lili se quede con sus bienes”.
El fiscal Cabral aporto más datos en ese mismo sentido: “por lo menos uno, o dos también, porque me llama la atención que el que había sido la pareja de la señora, también otro señor pasó por una situación similar. También falleció, y existe un manto de desconfianza por los vecinos del lugar”.
Cabral confirmó que la Justicia investiga “si se utilizó este ardid para robar a hombres mayores y luego los asesinó con medicamentos", por lo que adelantó que ya pidió información a cementerios y empresas funerarias por puntuales fallecimientos de otros hombres que habrían sido engañados de manera similar.
El fiscal ratificó que se está “haciendo un ataque preliminar rápido para abrir la investigación, porque no hay ni una denuncia. Vamos siguiendo el procedimiento legal, y de confirmarse estas sospechas, que son fundadas, se va a llevar adelante la exhumación de los cuerpos”.
El hombre ya abandonó el Hospital y se puso a disposición de la Justicia para colaborar. Ella, Lili, o La Burrita, quedó detenida en Santo Tomé acusada, por ahora, de los delitos de “tentativa de homicidio y robo calificado” mientras se investiga los todas esas muertes dudosas ocurridas en el pueblo y que de alguna manera siempre se conectan con ella.