23/04/2024

​La historia de Alicia Enríquez: “Mi hija no fue adoptada, fue apropiada”



Alicia Enríquez tiene 46 años, es enfermera y vive en Santa Rosa, Corrientes, junto a su pareja y un hijo de 22. Su historia es la de cientos de mujeres como ellas. Mujeres a las que les fue arrebatado el derecho de criar a sus hijos por el “pecado” de ser menores, o vulnerables socialmente cuando lo tuvieron. Alicia busca su hija desde hace 29 años.
 
Este domingo el programa Estudio 360 del canal T5 Satelital, que se ve en más de 2000 video cables de todo el país, Alicia contó su historia. Una historia que reabre heridas abierta desde las décadas del 80 y 90, tiempo en el cual se conoció en Corrientes, como en otras provincias del país, operaban varias organizaciones dedicadas a un comercio nefasto y repugnante: la venta de chicos recién nacidos que erran arrebatados a sus madres.
 
“A los 16 años, en 1992 quedé embarazada. Mi padre, se enojó mucho y me entregó a una mujer que vivía en Corrientes para que ella se encargue de ocultar el problema", contó Alicia en un conmovedor testimonio que generó una catarata de apariciones de historias similares. María Hilda Sosa, conocida como “Marilyn” es la mujer a la que apunta Alicia con su denuncia en la que recuerda que esa mujer “estaba muy relacionada con los políticos en esa época”.  
 
María Hilda fue intendente y concejal de Santa Rosa, pero vivió mucho tiempo en Corrientes. “Esta señora me mantenía prácticamente en cautiverio, encerrada con llave en una habitación, haciéndome cumplir con tareas de limpieza de la casa” recuerda Alicia 29 años después.
 
Recordó que vivía en 25 de Mayo casi Catamarca, “frente a un colegio donde fui hasta que creció mi panza. Yo estaba embarazada, pero era empleada, niñera, esclava, todo”. Aislada y sin comunicación alguna con su familia de la mujer responsable de “solucionar el problema” de su embarazo, se mudó al barrio Nuevo, y Alicia fue llevada con ellos.
 
“El 25 de enero de 1993 me llevan al Sanatorio Modelo, y ahí di a luz, no sabía si era nene o nena todavía, y después de unos días me dijeron que mi papá se fue a firmar el alta, para que pueda salir, y que le anotaron como María Inés, pero no sé el apellido, yo le quería poner Katerine Marlen, al salir de la clínica la señora (Hilda Sosa) me dice que la lleva a vacunar a mi hija y que yo vaya a la casa, desde ese día no supe más nada de mi hija".
 
Ese fue el comienzo del calvario de Alicia, quien recuerda que "cuando vuelve a la casa, le pregunté por mi hija, y me dijo que no podía tenerla, que ella se fue al extranjero, que no la iba a ver más, que me olvide de ella, que yo era muy chica y de más grande iba a poder tener más hijos, que siga adelante con mi vida" relató.
 
Algunos meses después Alicia consiguió irse de esa casa y comenzó a trabajar en otra, pudo terminar sus estudios, recibirse de enfermera, rehacer su vida, pero nunca dejó de buscar a su hija a la que, asegura, siempre estuvo dispuesta a criar y tener a su lado.
 
Alguna vez pensó en quitarse la vida asegura. Pero las palabras de uno de sus hermanos logró alejarla de ese camino. El padre de su hija desaparecida es un ex policía de Corrientes. “Nunca me ayudó a buscarla” dice hoy con tristeza.
 
“Siempre tuve mucho miedo. Miedo de que me hicieran algo, era gente con mucho poder. En todo este tiempo tuve mucho miedo” dice hoy.
 
El fallecimiento de sus padres, los deseos de su hijo de 22 años de conocer su hermana y el apoyo de su pareja fueron el detonante para que Alicia decidiera contar su historia. Dejar de golpear puertas en silencio y salir a la luz con su búsqueda de 29 años, un camino en el que en algún momento tuvo esperanzas cuando la misma Hilda Sosa la llamó para señalarle a una familia donde estaría supuestamente su hija. Era todo mentira.
 
“Me dijo que teníamos que hablar, yo me ilusioné, pero me mintió” recuerda Alicia desde su casa en Santa Rosa donde recibió al equipo de Estudio 360. “Me dijo que se la dio a un hombre con el que yo me contacté, pero me dijo que no sabía nada de lo que estaba hablando, o sea que otra vez me mintió esta mujer".
 
“Hilda muchas veces me dijo que ella me iba a ayudar a encontrar mi hija, pero siempre me mintió. Incluso alguna vez me dijo que ella cumplía órdenes, pero ella es la única que sabe la verdad, porque ella es quien me sacó a mi hija, quiero que esta mujer diga la verdad, nada más” reclama.
 
Alicia fue en el 2019 a la Justicia provincial, donde la respuesta fue que “la causa estaba prescripta”. Hoy la denuncia llegó a la Justicia Federal donde las ilusiones se renuevan. Afirma y sostiene que "mi hija no fue adoptada, fue apropiada, porque yo no estuve de acuerdo, no firme ningún papel, siempre busco la cara de mi hija entre la gente, cuando salgo, intento mostrarme feliz pero siempre busco eso".
 
“Yo quiero llegar a  mi hija para decirle lo mucho que la amo y que la busqué toda la vida, y que seríamos una buena familia si nos uniéramos nosotros y sus papas del corazón, y que su hermano la pueda conocer” pide recordando que “a los 16 años yo no me sabia defender, hoy me siento fuerte para hacerlo. Tengo fe que la voy a encontrar. Mi corazón de madre me dice que no está lejos, que esta acá en Corrientes nada más.