25/04/2024

Después del receso invernal, menos de la mitad de las primarias tuvieron clases 100% presenciales



Si bien 2020 estuvo marcado por la suspensión de las clases presenciales, 2021 es el año de la bimodalidad: 8 de cada 10 (82%) escuelas primarias estatales combinaron clases presenciales y virtuales. Aunque hubo un incremento de la presencialidad tras el receso invernal, en la segunda mitad del año aún había un 47,5% de escuelas que mantenían la bimodalidad, mientras que un 5,6% dictaba clases en formato exclusivamente virtual.
Los datos surgen del informe “¿Qué opinan las familias del sector estatal sobre la vuelta a la presencialidad?”, del Observatorio de Argentinos por la Educación, con autoría de Sandra Ziegler (FLACSO Argentina), Gabriela Catri, Martín Nistal y Víctor Volman (Observatorio de Argentinos por la Educación). El documento indaga en la modalidad de las clases durante el ciclo lectivo 2021 en las escuelas primarias estatales, con el objetivo de entender cómo ha ido cambiando la modalidad propuesta por las escuelas y cómo se está abordando la dinámica pedagógica.
El informe presenta los resultados de una encuesta a familias de alumnos que asisten a escuelas primarias urbanas de gestión estatal y de educación común de todo el país. El relevamiento se llevó adelante entre el 27 de agosto y el 21 de septiembre. La muestra es representativa a escala nacional.
De acuerdo con la encuesta, en 2021 predominó el formato bimodal. Solo 1 de cada 10 escuelas (10,6%) tuvo clases totalmente presenciales desde principios de año, mientras que un 7% de las escuelas tuvieron clases totalmente virtuales durante 2021.
El 63,5% de los encuestados opinó que en 2021 la educación fue mejor que en 2020. El 23,5% no observó cambios significativos con respecto al año pasado, y un 9,5% señaló que la educación fue peor este año.
Con respecto a la pospandemia, 7 de cada 10 familias prefieren que la escuela vuelva a ser únicamente presencial una vez que se haya superado el COVID-19. El 23% preferiría que continuara la combinación de presencialidad y virtualidad, mientras que un 5,2% preferiría continuar de manera virtual.
“Si bien hay una marcada preferencia por el modelo presencial, un cuarto de los encuestados apoyaría la enseñanza bimodal (presencial y virtual) una vez que se estabilice el regreso a las instituciones. Este dato constata que la experiencia de la pandemia abre posibilidades para desarrollar opciones que no necesariamente implican el regreso al esquema vigente antes de marzo de 2020. Cualquier iniciativa de esta naturaleza debe cuidar que no se incrementen las condiciones de desigualdad, como ha acontecido, pero se pueden considerar alternativas para llevar a cabo experiencias relevantes de aprendizaje y enseñanza”, plantea Sandra Ziegler, coautora del informe.
“Un 28% de las familias encuestadas preferirían que sus hijos continúen estudiando en una modalidad escolar que combine algún tipo de presencialidad y virtualidad, o directamente en modalidad virtual. Este resultado hubiese sido impensado en 2019, antes de la pandemia. En principio indicaría que hay mucha gente que tuvo una experiencia positiva, y que entiende que parte de esta experiencia debe sostenerse en el tiempo”, sugiere Mariano Narodowski, profesor de la Universidad Torcuato Di Tella y académico asociado a Argentinos por la Educación.
 
Una presencialidad restringida
Las restricciones sanitarias llevaron a que 3 de cada 4 escuelas (75,7%) vieran interrumpida la presencialidad durante 2021. Solo en 2 de cada 10 escuelas (21,8%) no hubo interrupciones. En el otro extremo, hubo una proporción similar (22,5%) de escuelas que tuvieron más de dos meses de interrupción de clases presenciales.
A partir de las vacaciones de invierno se registró una tendencia creciente a la presencialidad. De todas maneras, solo 4 de cada 10 (46,5%) escuelas primarias de gestión estatal daban clases en modalidad 100% presencial tras el receso escolar de julio. Una proporción similar (47,5%) mantuvo la dinámica bimodal, y un 5,6% seguía en modalidad virtual tras las vacaciones de invierno.
“La pandemia mostró el lugar central de la escuela para enseñar, pero también para organizar la vida económica, social y cultural de las familias. Las familias pasaron a hacerse cargo de cosas que en prepandemia realizaba la escuela y es muy posible que no estén dispuestas a borrar la tradicional frontera entre ambas instituciones. Si comprendemos esto es posible construir un nuevo pacto donde posiblemente haya mucho más espacio/tiempo educativos compartidos entre ambas”, concluye Flavio Buccino, maestro y especialista en gestión educativa. Para Buccino, la pospandemia es una oportunidad para repensar un nuevo pacto escuela-hogar.

Fuente: Argentinos por la Educación