25/04/2024

Dengue, chagas y paracoccidioidomicosis, enfermedades que requieren atención en el NEA



En el marco del XVII Encuentro Profesores en Geografía del NEA, investigadores de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) se refirieron a la situación actual de tres enfermedades prevalentes del NEA como lo son Dengue, Chagas y la Paracoccidioidomicosis. Señalaron la necesidad de fortalecer acciones preventivas y de detección, y en particular la atención de poblaciones más vulnerables a estas enfermedades.
Las exposiciones de Marina Stein sobre Dengue, Horacio Lucero sobre Chagas y Gustavo Giusiano respecto a Paracoccidioidomicosis, visibilizaron la incidencia actual de cada una de estas enfermedades en la región, y las principales acciones para un abordaje actual que permita una mejor atención de las mismas.
Los tres expositores coincidieron en que estas enfermedades requieren una conducta activa por parte de los organismos gubernamentales en pos de la prevención, y optimizar estrategias de diagnósticos.
En especial se destacó que estas enfermedades afectan con mayor fuerza a ciertas poblaciones de alta vulnerabilidad en materia socio-ambiental, por lo cual atender a esas poblaciones constituye una de las prioridades en las estrategias posibles de abordaje.


Dengue

Sobre la situación del dengue, Stein, investigadora del Área de Entomología del Instituto de Medicina Regional de la UNNE, y docente de la Facultad de Humanidades, explicó que en la región NEA el dengue tiene un patrón “no endémico”, es epidémico con interrupción de circulación viral en determinados momentos del año en los que el vector Aedes Aegypti en su etapa adulta no está presente por una cuestión de temperaturas.
En Argentina, todos los años hay interrupción de la circulación viral y los brotes se dan en forma recurrente en pocas localidades.
Recordó que es erróneo decir que no hay Ae. aegypti en invierno, “lo que no hay son ejemplares en su etapa adulta que son los que pueden transmitir el dengue, porque las temperaturas bajas eliminan los ejemplares adultos, pero si están en etapa de huevo y sobreviven en esas condiciones. “Lo que no hay es circulación viral de dengue en época de bajas temperaturas”.
En Argentina, durante la pandemia del 2019  hubo 58 mil casos confirmados por laboratorio de tres serotipos distintos, que marcó un récord para el país.


Chagas


En el caso de la situación actual de la enfermedad de Chagas, transmitida por el parásito Trypanosoma cruzi, Horacio Lucero, investigador del Laboratorio de Genética y Biología del Instituto de Medicina Regional de la UNNE, explicó que la región nordeste, con Chaco, Santiago del Estero y Formosa en mayor medida, se ubican entre los lugares que no lograron resolver el problema del Chagas, “un problema milenario”.
Para graficar la antigüedad de esta enfermedad, comentó que en Perú se hicieron estudios científicos de 283 cuerpos momificados en forma natural y encontraron la presencia de Trypanosoma cruzi a partir de 4.000 años atrás con una prevalencia del 41% en esas momias.
Remarcó que actualmente existen tratamientos y altas probabilidades de curación cuando el tratamiento se realiza de manera temprana.
Comentó que Chagas se interrumpió en 17 países en cuanto a la transmisión vectorial, es decir la enfermedad asociada por la transmisión por vinchucas, igualmente hubo una fuerte reducción de casos nuevos por año de transmisión vectorial.
También hubo un descenso en los nuevos casos por transmisión congénita, y se estima una reducción de la población en riesgo.
Además 21 países endémicos han implementado el tamizaje universal de sangre para la enfermedad de Chagas en los bancos de sangre, pues antes era común que se transmita el virus en transfusiones de sangre.
En Argentina la vigilancia de Chagas se realiza a través del Sistema Nacional de Vigilancia en Salud que tiene su enfoque en disminuir el Chagas transmitido por otras vías de transmisión como de madre a hijo.
Al respecto, sostuvo que se requiere avanzar en desarrollos científicos-tecnológicos para acceder a métodos más sensibles, para identificar al parásito en cantidades mínimas, pues cuando el parásito anida en el tejido cardíaco es difícil encontrarlo.
Consideró necesario poner todos los esfuerzos científicos y de salud pública para acceder a las poblaciones vulnerables, sobre todo en niños, poblaciones que en general están lejos de las grandes ciudades. “Debemos ir a buscarlos, hacer métodos de tamizaje para identificar a los infectados, y poder accionar con tratamientos que son gratuitos a través del sistema de salud pública”.


Paracoccidioidomicosis (PCM)
Por último, Gustavo Giusiano, investigador del Departamento de Micología del Instituto de Medicina Regional (IMR-UNNE) se refirió a la actualidad de la Paracoccidioidomicosis (PCM), una enfermedad causada por Paracoccidioides, un hongo presente en el ambiente que el organismo humano lo adquiere por inhalación.
Es la más frecuente de las micosis endémicas de América Latina, y en los últimos años aumentó el número de casos en países de la región.
“Esta enfermedad es una problemática en el NEA argentino desde hace mucho tiempo y adquirió mayor importancia en los últimos años” manifestó y agregó que, aunque se trata de una enfermedad descubierta hace más de 110 años, “hay muchos temas pendientes en su abordaje y se ha transformado en una prioridad regional”.
Explicó que una vez que el hongo Paracoccidioides llega a las personas desde el ambiente, por inhalación, puede permanecer por años incluso décadas en el organismo hasta producir la enfermedad cuando se vea favorecida por algún factor del hospedador.
Si una persona no está en un estado inmunológico óptimo, puede desarrollar la forma aguda o subaguda, de mayor severidad, que produce signos y síntomas multiorgánicos, con mayor compromiso y que incluso puede llevar a la muerte.
Comentó que se enferman principalmente los hombres, pues las mujeres desde la adolescencia hasta la menopausia generan estrógenos que inhiben la transformación de la forma filamentosa, que es como se encuentra el hongo en el ambiente, a levadura la forma parasitaria dentro del organismo.
PCM es típica de América Latina, desde México a la Argentina, siendo Brasil el país de mayor incidencia. En Argentina hay dos zonas endémicas, y su ambiente favorable son las zonas de lluvias y cercanas a cuerpos de agua, por lo que su mayor zona endémica está en el NEA y en el NOA en zona de Yungas.
Dentro de Argentina la provincia de Chaco es la zona “hiperendemica” con más del 55% de los casos registrados.
Explicó que, en base a distintos estudios realizados previamente en Brasil, donde más se estudió sobre la enfermedad, “consideramos que en nuestra región se da una multiplicidad de factores que están ocurriendo todos juntos y generan estos cambios epidemiológicos de la PCM”.
Un primer factor es el “Fenómeno del Niño” que genera un aumento de lluvias, con almacenamiento de agua en el suelo y mayor humedad absoluta en el aire que con temperatura media favorece el desarrollo de este hongo. Después de un fenómeno moderado o fuerte del Niño, al año siguiente se registraban aumento de casos, principalmente infanto-juveniles.
Además, hay acciones del humano que impactan sobre la naturaleza como la deforestación y el impulso de cambios de cultivos, con mecanización, que genera aerosolización del suelo, lo que hace que el hongo se vea más “ambientalizado” y se lo pueda inhalar más fácilmente.
Por otro lado, se estima que las represas también generan aumento de casos y estudios previos del grupo ya observaron un aumento de los índices de infección.