19/04/2024

Avistan una bandada de tordos amarillos en el portal Carambola, en el Iberá



Una importante bandada de tordos amarillos, una de las aves más amenazadas de la Argentina, fue vista en los últimos días en la zona del Portal Carambola, al oeste del Parque Iberá, lo que significa que el trabajo que se viene haciendo para recuperar el habitad de esta especie está rindiendo sus frutos.
 
El tordo amarillo habita pastizales naturales y humedales en Brasil, Paraguay, Uruguay y Argentina, hasta el sur de Buenos Aires, pero la modificación y pérdida de hábitat y su captura para el tráfico ilegal, lo llevaron al borde de la extinción en Argentina, al extremo que hoy se estima que en libertad sólo hay unos 600 ejemplares.
 
En Carambola fueron vistos ahora una bandada compuesta por unos 60 ejemplares aproximadamente, colaborando con las monjitas, que mantienen la guardia mientras ellos remueven el pastizal que brota tras las quemas en busca de insectos para alimentarse.
 
“Poder ver esta cantidad en el Iberá significa que estamos haciendo las cosas bien como para que los tordos vuelven a este lugar”, dijo José Sosa, guía de avistaje de fauna del Portal Carambola, Parque Iberá.
 
En marzo del 2018 en la misma zona había sido vista una bandada de unos 40 individuos, lo que se entendió como una gran oportunidad de revertir la amenaza de su desaparición. Las aves, dicen los expertos, son sensibles indicadoras de la salud de los ambientes. Quizá una de las especies que mejor reflejan lo que le pasa a la naturaleza en estas latitudes.
 
Para los especialistas, que el tordo Amarillo haya elegido el Parque Iberá es una excelente noticia: "Están en un lugar protegido y eso aumenta las chances de revertir la situación actual", dijo el español Rafael Abuín, quien logró captar con su cámara aquella bandada.
 
Los tordos amarillos son gregarios. Se mueven en bandadas, y su época reproductiva se extiende entre octubre y enero. Todo hace indicar que se está frente a una colonia reproductiva, no sólo por el tamaño del grupo sino además por la presencia de individuos juveniles.
 
La posibilidad de que el tordo amarillo comience a repoblar el Iberá, convierten al humedal correntino en un destino ecoturístico de avistaje de fauna de primer orden mundial.