20/04/2024

La pandemia fortaleció la visibilidad de otros roles de la Educación Superior



La Rectora de la UNNE, profesora María Delfina Veiravé, integró un panel internacional en el que destacó que la actual  pandemia posibilitó visualizar y mostrar socialmente la capacidad de  las instituciones universitarias, lo cual debe aprovecharse para fortalecer la idea de la  Educación Superior como derecho humano y social. Otros expositores resaltaron que en la emergencia evidenció la importancia de otros roles de las universidades además del académico.
En el marco del Foro Internacional de Educación Superior, organizado por el Consejo de Rectores de Universidades de Paraguay, se realizó la conferencia “Análisis sobre la realidad de la Educación Superior en el Contexto del Covid-19 y los nuevos desafíos” con el objetivo de debatir las experiencias de las instituciones en medio de la emergencia, así como los desafíos y oportunidades que presenta el escenario de pandemia.
Entre los expositores estuvieron la profesora María Delfina Veiravé, Rectora de la UNNE y Presidenta del Consejo Interuniversitario; el Dr. Francesc Pedró, Director de IESALC-UNCESCO;  la Dra. Myriam Preckler Galguera, Directora de la oficina de Paraguay de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI); el Dr. Rodolfo De Vincenzi, Presidente del Consejo de Rectores de las Universidades Privadas; y la Dra. Sanie Romero de Velázquez, Presidenta de Consejo de Rectores de Universidades de Paraguay.
Los expositores coincidieron que ante la pandemia  las instituciones de la Educación Superior tuvieron una respuesta rápida y eficaz, no sólo para garantizar la continuidad académica, sino también para ayudar en la atención de la emergencia sanitaria en los territorios en que están ubicadas las instituciones universitarias.
También remarcaron que la pandemia deja abierto el desafío de avanzar hacia transformaciones necesarias en la Educación Superior.
 
RECTORA DE LA UNNE
 
Al exponer la Rectora Delfina Veiravé, hizo un repaso de las características de la Educación Superior en Argentina, a fin de evidenciar la trascendencia de las mismas en el país.
Su charla se denominó “Acciones del Consejo Interuniversitario Nacional en relación a la situación de la Educación Superior en tiempos de pandemia” y recordó que el sistema universitario argentino tiene 66 instituciones,  2.227.746 estudiantes y 193.056 docentes de instituciones públicas.
El 83% de los estudiantes integran universidades públicas y el resto en universidades privadas y existen 90 mil estudiantes extranjeros.
Sólo el 6% de carreras de grado son dictadas a distancia y 3% de posgrado están en la modalidad a distancia.
Respecto a característica de cómo se enfrentó el sistema universitario ante una pandemia que no dejó tiempo a planificaciones, sostuvo que implicó en Argentina una transformación y adaptación acelerada de instituciones educativas.
Señaló que desde el 20 de marzo en que aparecieron los primeros casos, las universidades tuvieron que enfocarse en atender dos aspectos principales que fueron la seguridad sanitaria y el derecho a la educación.
Se tuvo que apelar a recursos excepcionales para garantizar funciones académicas, de extensión, investigación así como la gestión y administración institucional, en tanto la continuidad pedagógica se dio a través de la Educación con TIC en un  contexto de emergencia.
“La tradición del funcionamiento de las universidades en argentina es esencialmente presencial. Sin bien el uso de tecnologías educativas tiene historia de desarrollo y consolidación en las universidades, se la utilizaba de manera complementaria a la presencial” dijo.
Mencionó el aspecto relacionado a la conectividad, y comentó que el 77% del territorio argentino tiene penetración de internet, pero con desigualdad  del acceso a la conectividad en zonas urbanas y rurales, y también en cuanto a la calidad de la conectividad.
“Se requirió un esfuerzo también con los gobiernos para acortar la brecha digital y garantizar la inclusión social” aludió.
Otra característica de la pandemia en las universidades fue el redireccionamiento de los recursos de la investigación científica, desarrollo tecnológico e innovación para la producción de insumos críticos, asistencia técnica, estrategias sanitarias para la prevención, tratamientos y diagnósticos. Incluso el Estado Nacional habilitó convocatorias específicas para la concreción de investigaciones orientadas al abordaje del Covid-19.
También las Universidades pusieron al servicio de sus comunidades y de los gobiernos los hospitales universitarios, laboratorios, centros especializados, equipamiento e infraestructura al servicio de las demandas múltiples que surgieron por la pandemia.
“Hay evidencia y puesta en valor del fuerte compromiso social del sistema universitario con el Estado, con el territorio en que están localizadas las instituciones, y también con la sociedad y las organizaciones sociales, lo que se observa en las numerosas acciones en la que participaron las universidades en medio de la emergencia sanitaria” señaló.
Desafíos del Porvenir. Por último, con una mirada a más largo plazo, planteó desafíos futuros para las instituciones tras las experiencias en medio de la pandemia.
Así, sostuvo que hay que aprovechar el efecto disruptivo de la digitalización de la Educación Superior para introducir innovaciones en la enseñanza universitaria que permita modernizar, actualizar  y revisar las formas de los vínculos pedagógicos, las modalidades de evaluación, el desarrollo, la selección y priorización de contenidos y del conjunto de prácticas que hacen al proceso de aprendizaje y enseñanza en la universidad.
Agregó que hay cambios en el mundo del trabajo que se avizoran y que se han acelerado, lo que requerirá hacer revisión de los perfiles formativos para adecuarlos a las nuevas demandas de formación y de inserción en el mundo laboral.
“Hay un rol  estratégicos de las sistemas  de Educación Superior que con la pos-pandemia hay que focalizar y que tiene que ver con que la Educación Superior es un espacio para el en el desarrollo del pensamiento crítico, espacio de debate público y para generar propuestas sobre nuevos modelos sociales, económicos, sanitarios y educativos que requieren los países”.
Al respecto, consideró que las universidades tendrán un rol protagónico  presente y futuro en la formación de  políticas públicas para atender los problemas de desarrollo de los países de la región  y que se agudizarán con la pandemia como desigualdad, pobreza estructural, crisis de mercado, deterioro ambiental, “como ejes de un aporte sustantivo de responsabilidad social y compromiso con nuestras comunidades”.
 
OTROS EXPOSITORES.
 
Durante el foro, el doctor Rodolfo De Vincenzi, rector de la Universidad Abierta Interamericana (UAI) y Presidente del Consejo de Rectores de Universidades Privadas (CRUP) de la Argentina consideró que “la pandemia covid-19 y las medidas sanitarias dispuestas por los estados nacionales, expusieron a las universidades a una situación sin precedentes que impacto en sus formas de gobernanza y en sus modelos educativos”.
El aislamiento social y obligatorio, obligó a las universidades “a garantizar el desarrollo sustentable de sus funciones a través de la mediación de tecnologías sincrónicas y asincrónicas” expresó.
Con respecto a las oportunidades generadas para la educación superior, según De Vincenzi, “la modalidad virtual produjo una aceleración de sus modelos de gobernanza. Hacia la promoción de la autonomía, el trabajo por objetivos, colaborativo y en red”.
El presidente del CRUP consideró que en la post pandemia será necesario “revisar el modelo educativo de la universidad, dejar de ver a la presencialidad y a la virtualidad como opciones binarias”.
“Las tecnologías han fusionado, hicieron desaparecer los límites de lo físico y lo virtual, de lo sincrónico y lo asincrónico e incluso de lo biológico”.
Para concluir expresó “bienvenido los matices para salir de ese mundo binario”.  “Dependerá de cada institución como asumir la pos pandemia, si es un retorno al pasado o un punto de partida para el cambio”.
 
URGENCIAS Y TRANSFORMACIONES.
 
A su turno, la Dra. Sanie Romero de Velázquez, Presidenta de Consejo de Rectores de Universidades de Paraguay, se refirió a la necesidad de pasar "de la urgencia a la transformación de la Educación Superior".
Así, en una primera parte hizo una contextualización jurídica del Paraguay en relación a la Educación Superior, en la que destaca que el actual contexto de pandemia debería aprovecharse para promover un mayor desarrollo de la Educación Superior en ese país.
Posteriormente, repasó las acciones del Consejo de Rectores de Universidades de Paraguay en el marco de la pandemia, con la declaración de cuarentena total el 11 de marzo.
Comentó que, como en otros países,  también se tuvo que avanzar hacia un paso brusco hacia la modalidad a distancia, en la cual se tuvieron como obstáculos la falta de conectividad en muchas regiones, así como la falta de equipamientos necesarios por parte de los docentes y alumnos para trabajar desde sus hogares.
Resaltó que hubo una ausencia de una política de Estado en relación al acceso a Internet. Ante ello, se presentaron pedidos de apoyo al Gobierno para políticas de acceso a internet y de becas para estudiantes, así como propuestas de normativas para respaldar disposiciones relacionadas al desarrollo de clases basadas en la virtualidad, y la reformulación de calendarios académicos.
También consideró necesario visibilizar la necesidad de aprovechar lo generado por la actual pandemia para promover una integración de todas las instituciones para aportar a la transformación de la Educación Superior.
 
 
DEMANDA Y OFERTA UNIVERSITARIA
 
Por último, el Dr. Francesc Pedró, Director de IESALC-UNCESCO, detalló que la demanda de Educación Superior se va a reducir tras la pandemia, con bajas de estudiantes que pueden ir del 10% y al 50% de reducción.
Dicha reducción será en parte por el contexto económico que no permitirá que muchas familias sigan financiando el acceso a la Universidad, y en segundo lugar por la progresiva desconexión de algunos estudiantes con sus universidades por causas tecnológicas pero también porque los estudiantes no se adapten a las nuevas formas de enseñanza.
Pero también puede haber crisis de la oferta en universidades privadas, ya que se auguran cierres por la reducción de estudiantes que no podrán pagar las cuotas.
“Las universidades privadas cumplen función muy importante” remarcó y señaló que no pasaría lo mismo en universidades públicas, pero si en el sector público puede haber reducción de profesores que estén en áreas que pierdan interés.
También se afectarán las universidades con muchos estudiantes internacionales, ante la imposibilidad o limitaciones de viajes. En Inglaterra se habla de 30 mil despidos de profesores por falta de llegada de estudiantes extranjeros, explicó y sostuvo que Argentina es uno de los países con más estudiantes extranjeros.
Instó a la transformación de los docentes en vista de la experiencia de la pandemia, y sostuvo que ello permitirá revertir una opinión muy común de que “uno hace lo que puede, con las herramientas que puede, para garantizar la continuidad pedagógica”.
“Con la pandemia estamos en un experimento universal sobre el uso de las tecnologías, pasando de una fuerte modalidad presencial y ahora se da por descontado que se avance a una hibridación metodológica” señaló.
Para finalizar, alertó que todo apunta a una disminución del gasto público en la Educación Superior, por una parte porque los ingresos a repartir serán menos, pero además porque la Educación Superior no están en el orden de prioridad de los gobiernos.