23/04/2024

Fábrica de miel correntina explora plataformas de venta como E-bay



Forma parte del programa provincial Sello Correntino, y se ubica con su planta de producción en Riachuelo. La empresa se llama Doña Pita, y cuenta con colmenas propias en el departamento de San Luis del Palmar, pero también se abastece de pequeños productores de la zona. 
Cuentan en la actualidad con una capacidad de producción de 2.000 kilos de miel en presentaciones de 250, 500 y 1.000 gramos en frascos (PVC y vidrio) y de 460 gramos en botella con pico vertedor, una de las más apreciadas por sus consumidores. Además, trabajan en la puesta a punto para su lanzamiento de las populares “mielcitas”. Ofrecen también polen y esperan pronto incorporar a su cartera de productos frutos secos y maní, también en vinculación con productores locales.
Si bien por el momento abastecen al mercado local de la ciudad de Corrientes, trabajan para expandirse a otras jurisdicciones. “Queremos consolidarnos en esta provincia y llegar a otras vecinas, pero también afianzar el e-commerce y el marketing digital”, destacó el emprendedor propietario, Luis Martínez. Para ello, se encuentran explorando las posibilidades que ofrecen plataformas como Amazon e E-bay. “Es lo que se viene”, subrayó. 


Doña Pita fue una de las primeras empresas en adherirse al programa Sello Correntino, llevando la marca Hecho en Corrientes desde su lanzamiento en 2017. Esta y las más de 180 empresas que ya forman parte del programa, dependiente del Ministerio de Industria, Trabajo y Comercio.
La empresa obtuvo el registro de su marca en acompañamiento del equipo técnico del programa que promueve la marca Hecho en Corrientes. Este trámite, realizado ante el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INPI), otorga el derecho de uso exclusivo de una marca a su titular, protegiendo la propiedad y el capital de las empresas ante falsificaciones o usos indebidos. “Es un trámite importante porque te da la seguridad de que no puede venir otra persona y usurparla. Es fundamental para ampliar nuestros mercados y una garantía de nuestra inversión”, explicó.
Luis Martínez, de 36 años, comenzó con la actividad hace siete años cuando compró sus primeros tres cajones de abejas, y desde entonces no paró de capacitarse, aplicar mejoras y crecer en capacidad productiva. La filosofía que le imprime a su empresa es la de “producir un alimento sano, noble y beneficioso para las dos partes, los que lo consumen y nosotros que lo producimos”.