16/04/2024

Entretelones históricos de la Revolución de Mayo en Corrientes

Ni tan decididos ni tan revolucionarios, para el profesor Jorge Enrique Deniri los hombres públicos correntinos de 1810 se sumaron los primeros a la primera Junta patria, pero no actuaron hasta varios meses después. Fue en octubre de 1811 cuando empezó el cambio de paradigma. Con traducciones de actas del Cabildo y las cartas de Belgrano, aparecen nuevos matices en la historia.



Dora Alcaje 
La República


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Casi un mes después de la proclama de la Primera Junta en Buenos Aires, que destituyó al virrey Cisneros y al gobierno español al frente de la colonia, llegó la noticia a Corrientes, que fue una de las primeras provincias en elegir el diputado que representaría a nuestro territorio ante el nuevo Gobierno.
Sin embargo, los oficios que comunicaron los resultados de la votación, realizada el 18 de junio en el Cabildo de Corrientes, anuncian la adhesión a la Junta Revolucionaria, pero firmada “en nombre del rey Fernando”.
Para el historiador Jorge Enrique Deniri, los de Corrientes fueron –por bastante tiempo– gestos de “indecisión”, y además “la revolución se comenzó a vivir en Corrientes recién al año siguiente, en 1811”, con la llegada de la columna armada de Belgrano rumbo a Asunción, para notificar de una manera “bastante imperativa” el cambio de rumbo de la región.
En una entrevista con La República, el destacado integrante de la Junta de Historia de la provincia y director –ad honorem– del Archivo Histórico Provincial, detalló una nueva perspectiva sobre los hechos que se sucedieron a partir del 25 de mayo de 1810 en Corrientes, bajo la mirada de los hallazgos en las cartas de Belgrano (publicadas el año pasado) y las actas capitulares del Cabildo correntino de aquella época.
“Lo que pasó en Corrientes fue realmente valioso”, opinó Deniri. “El primero que escribió sobre eso fue Manuel Vicente Figuerero, que presentó en 1905 un folleto donde detalla el pronunciamiento de Mayo en Corrientes, guiado por autores y cronistas de la época, que pinta la llegada de la noticia de lo que había pasado en Buenos Aires”, apuntó.
Así, en una siesta del 16 de junio “casi soñolienta, poco menos de un mes después, se notifica al teniente gobernador español Pedro Fondevilla, quien decide convocar a los notables de la ciudad a su domicilio, para redactar una convocatoria al Cabildo para el día siguiente”, relató.
Los oficios que llegaron desde Buenos Aires, fechados al 26 de mayo de 1810, anunciaban la abdicación de Cisneros al poder como virrey e informaban de la creación de la Primera Junta. 
“Se hace la lista de quienes van a elegir los diputados, que eran lo mejor y más granado de la ciudad, los que ostentaban el título de vecinos; es decir que tenían propiedades. Se eligieron a unas 24 personas para votar al diputado que representaría a Corrientes ante la Primera Junta, pero curiosamente se contabilizaron 28 votos”, apuntó Deniri.
Esa votación se realizó el 22 de junio, en otro cabildo abierto, a viva voz y por “orden riguroso: primero votaban los integrantes del cabildo, luego los sacerdotes y finalmente los empleados con cierta significación administrativa”, recordó.
La persona considerada la “más educada y apta para el cargo fue José Simón García de Cossio, que ya era agente fiscal en Buenos Aires, con 17 votos. Isidoro Martínez y Cires tuvo 7 votos, Baltazar Casajus 2 votos, Castro y Cagalla 1 voto, y Fernández Blanco 1 voto”, enumeró. “Todavía no se descubrieron a los votantes misteriosos”, sostuvo.
El 3 de julio se comunicaron los resultados. “Fue el primer proceso de elección en las provincias para la Primera Junta. El acta incluye un pedido de fondos para los costos de viaje y la creación de un impuesto. La decisión se firmó en nombre de Fernando Séptimo, y hablaba del cuidado de sus posesiones”, explicó.

¿Revolución o indecisión?

“Si uno lee la narración de Figuerero, dice que prácticamente desde el primer momento los correntinos se jugaron por la revolución. Que lo que pasó en esa declaración marca el comienzo de nuestras luchas emancipadoras. Sin embargo, hay otros hallazgos que arrojan luces nuevas”, deslizó Deniri.
Tras varios años de trabajo, el año pasado el historiador publicó junto a un doctor de Chaco una traducción de las actas del Cabildo de aquella época, además del epistolario belgraniano, una serie de cartas que escribió Belgrano durante su paso por Corrientes rumbo a Paraguay en 1811.
“La revolución de Mayo en Corrientes empezó en 1811. Lo más importante de 1810 fue la expedición a Paraguay. La Junta mandó una columna armada con la buena noticia, un gesto de poder que buscaba reemplazar a quien no estuviera de acuerdo”, opinó.
Inclusive el Cabildo de Corrientes, a diferencia de los de muchas otras ciudades, fueron escenario y protagonistas de la revolución, permaneció indiferente al paso de Manuel Belgrano, que solo encontró un interlocutor válido y predispuesto en el gobernador.
“En todos los documentos del Cabildo de los meses de la Campaña al Paraguay, no aparece ninguna referencia a esa expedición ni a Manuel Belgrano”, apuntó.
Aunque Figuerero apuntara signos de valentía en la guerra de la independencia, “no es real, luego de la proclama no pasa más nada, hasta el 2 de octubre, cuando llega Elías Galván a reemplazar a Fondevilla como teniente gobernador. Y lo recibe a Belgrano que venía desde Santa Fe. Lo primero que hizo fue cortar el río e impedir el comercio entre Asunción y Montevideo. Cuando Asunción envía una columna armada hasta los dientes desde Pilar, el Cabildo contesta que ellos no tienen nada que ver con las decisiones revolucionarias. Que era Galván quien estaba al frente”, relató.
“La división entre españolistas y revolucionarios se empieza entonces a hacer más evidente. Hoy hablamos de paradigmas, de cambio de arquetipos. Eso que estaba pasando era algo realmente inédito. Pero igual se hablaba en nombre del rey, por las dudas. Belgrano en sus cartas opina que los correntinos no arriesgan nada, porque piensan que él iba a perder. No obstante, una de las cualidades de los hombres públicos correntinos de la época fue el de poner mucho cuidado a la hora de comprometer los intereses y patrimonios de la provincia y su gente”, afirmó.

Otra mirada al pasado

“La visión de muchos historiadores clásicos cuenta lo que les gustaría que hubiera pasado, una visión rosa del pasado. Pero cuando aparecen nuevos documentos (como las cartas de Belgrano y las actas del Cabildo rescatadas por Deniri y su colega grafólogo del Chaco), es importante revisar los paradigmas”.
“Ninguna disciplina envejece con mayor velocidad que la historia. Es la forma en que cada cultura se cuenta a sí misma su pasado. Tenemos oportunidad de encontrar nuevos elementos en la Revolución de Mayo en Corrientes, seguramente iremos encontrando muchos más”, remarcó.