29/03/2024

Las consecuencias del default que podrían haber para empresas y personas



Este es el noveno default en el que cae la Argentina. tras vencerse el período de gracia y no haber pagado los bonos Global el pasado 22 de abril aunque las conversaciones siguen y hay acercamiento con los acreedores, lo que hace que las consecuencias sobre la economía real por ahora  solo llegarían si se endurece la relación y la calificación pasa a ser negativa.
En la economía real y en el corto plazo no habría mayores consecuencias a menos que los acreedores hagan uso de dos cartas, para lo que deberían primero pasar por los tribunales de la ley en la que esté emitido cada bono.
Son dos cláusulas, la de aceleración de pagos, es decir, el pago adelantado e inmediato del total de los intereses y del capital, y la de cross default o de incumplimiento cruzado, según la que se asume que si no se paga un título en tiempo y forma (en este caso los bonos Global que no se abonaron el 22 de abril pasado), sucederá lo mismo con los demás.
Para eso, hace falta que un 25% de los acreedores presente una demanda en el tribunal que corresponda y que esa demanda prospere, suma Matías Rajnerman, economista jefe de Ecolatina. "No es un proceso inmediato. Si la Argentina sigue negociando, todavía para los acreedores no tiene mucho sentido aplicarlo" resume.
Mientras eso no suceda, los efectos más "habituales" de un default, como el fin del crédito para las empresas, no se verán. Sin embargo, argumenta Santiago Bulat, economista jefe de Invecq, sí podría haber un efecto más financiero sobre el dólar: la cesación de pagos podría poner un poco más de presión sobre el tipo de cambio libre, lo que derivaría, en algún momento, y en tanto siga aumentando la brecha, en variaciones en la plaza oficial.
La suerte de las provincias, que también están endeudadas, depende de la deuda nacional. Sus reestructuraciones están atadas a la de las obligaciones soberanas. Esa es la primera de las consecuencias que una cesación de pagos más dura podría tener sobre la economía real, según un informe de la consultora Abeceb. "Este impacto por ahora no se daría, porque es un default 'de corto plazo'; nuestro escenario base es que se va a llegar a un acuerdo con los bonistas", aclara Soledad Pérez Duhalde, directora de Operaciones de la firma.
Además, el sector privado tendría restricciones en el financiamiento externo. "Para las grandes empresas que colocan obligaciones negociables (deuda corporativa) en el exterior, implicaría costos tan elevados que hará la colocación de deuda cuasi prohibitiva", suma el documento.
En las decisiones de las compañías, influiría en la gestión de préstamos "intercompany" y podría minar la posición del país en la carrera por recibir alguna relocalización de capital, en otras palabras, en las decisiones de inversión de una casa matriz.
Por otro lado, el default podría tener impacto en el comercio exterior, ya que una cesación de pagos restringe el financiamiento comercial para la exportación y la importación. También alejaría la posibilidad de contar con inversión extranjera directa, dinero que, en muchos casos, se necesita para grandes obras de infraestructura, por caso.
En estos dos puntos, aclara Pérez Duhalde, la Argentina ya está muy limitada. La economista apunta que, en la mayoría de estos ítems, un default más duro agravaría la situación del país, que ya es delicada. Por el momento, recuerda, son solamente consecuencias hipotéticas -y hasta ahora teóricas- de lo que puede pasar. Todo depende de cómo sigan las negociaciones de la Argentina.
En definitiva, en lo que respecta a las consecuencias que sí tienen impacto sobre la economía local, aunque no se vean consecuencias inmediatas en tanto no haya juicios, la Argentina estará más vulnerable.

Fuente: La Nación