25/04/2024

Una multitud se reunió frente al Congreso para recordar a Fernando Báez Sosa y reclamar justicia



Foto: Página 12


“Quiero justicia por mi hijo, lo mataron a traición”, dijo este martes Graciela Sosa, la mamá de Fernando Báez Sosa, al encabezar una multitudinaria y emotiva marcha frente al Congreso de la Nación por el asesinato a golpes del joven, cometido hace un mes en la ciudad balnearia de Villa Gesell.
“Quiero justicia por mi hijo, lo que le hicieron es terrible, no lo dejaron defenderse, lo mataron a traición”, exclamó, entre llantos, la mamá de Fernando, acompañada de su marido, Silvino, ante más de 10.000 personas que se congregaron en la Plaza del Congreso.
“Quiero agradecer a todos por venir, mi vida no es fácil. Pero con ustedes se va a hacer justicia por mi hijo”, agregó, mientras los asistentes exclamaban “perpetua, perpetua” y levantaban en alto carteles con la cara de Fernando.
“Se nos vino todo abajo, mi casa está vacía cuando me levanto. Tengo su cama tendida y sé que no volverá”, expresó Sosa, muy conmovida, mientras en el público la mayoría lloraba junto a ella.
Julieta Rossi, la novia de Fernando, y los amigos del joven fueron los primeros en entrar al escenario pasadas las 18.15 y se sentaron en el piso con un cartel con la cara del joven asesinado colgando en su pecho, mientras sostenían otro con la frase “Justicia por Fernando. Asesinado en Gesell. Vamos sin violencia”.
Fabián Améndola, abogado de la querella en la causa por el asesinato del joven Fernando Báez Sosa, dijo que el acto multitudinario fue “un reflejo de lo que pasa en la sociedad, este caso ha calado tan profundo porque Fernando ha pasado a ser un símbolo de la lucha contra la violencia”.
A las 18.33, los miles de asistentes comenzaron a cantar el himno nacional frente al escenario, donde colgaba una bandera gigante con la leyenda: “Dios te tiene en el cielo, nosotros en nuestros corazones”.
Desde la organización repartieron panfletos con la cara de Fernando, que la gente se iba pasando para que todos tuvieran uno en la mano al gritar “justicia, justicia”, mientras caía la tarde en la Ciudad.


En la pantalla del escenario se proyectó un video de Fernando con fotos de cuando era niño, con la canción No te olvides, de Bersuit Vergarabat, junto a sus padres, los amigos del Colegio Marianista y su novia Julieta Rossi.
“En nombre de Silvino y Graciela, los padres de Fernando, decimos que iremos hasta las últimas consecuencias para que haya justicia para Fernando y todas las víctimas de la violencia”, dijo el locutor en el acto, mientras los asistentes, varios miles, arengaban y algunos levantaban carteles con la cara de sus familiares, victimas también de la violencia.
Andrea, madre de Andrés Rueda, que fue asesinado por motochorros en Concordia, dijo que sintió “la necesidad de venir y acompañar a los padres de Fernando. A mí me pasó lo mismo, me arrebataron a mi hijo unos delincuentes y quería venir a darle fuerza. Que sepa que no está sola y que hay toda una sociedad acompañándola”.
El diácono del colegio al que concurría Fernando Báez Sosa, Miguel De Martino, fue el encargado de la ceremonia religiosa del acto y pidió: “Abracemos el dolor con amor, acompañemos a los papás con la presencia y con la oración”. Luego le pasó el micrófono a Silvino Báez para que rece el Padrenuestro.
Luego, el locutor agradeció en nombre de la familia a la comunidad paraguaya en Argentina, a los gobiernos nacional y de la Ciudad y al papa Francisco por el apoyo.
La multitud observó luego un video del proyecto solidario Servir, del que participaba Fernando en el Colegio Marianista del barrio porteño de Caballito.
En el cierre del acto, los amigos de Fernando cantaron en vivo sobre el escenario, acompañados con dos guitarras, la canción El misterioso dragón, que solían cantar con el joven fallecido.
Finalmente, Graciela Sosa salió a saludar nuevamente levantando los brazos y en llanto a los asistentes, que se retiraron lentamente secándose las lágrimas.

Misa en Villa Gesell

Más de mil personas se manifestaron y participaron ayer de una misa celebrada frente al boliche Le Brique, en la ciudad de Villa Gesell, en el sitio donde fue asesinado a golpes Fernando Báez Sosa, y reclamaron el fin de la violencia y justicia por el crimen del que se cumplió un mes y por el que están imputados diez rugbiers.
Desde las 18, a medida que caía el sol en una tarde templada y algo ventosa, vecinos de la localidad balnearia y turistas que eligieron la segunda quincena de febrero para sus vacaciones se sumaron a la convocatoria, que contó con un mensaje del papa Francisco, para repudiar el asesinato del joven, ocurrido en la madrugada del 18 de enero último.
Con carteles con leyendas como “Justicia por Fernando" y “No fue una desgracia, fue un crimen”, residentes y visitantes se acercaron hasta Avenida 3 y Paseo 102, para concentrarse frente al local cerrado de Le Brique, el sitio donde Báez Sosa (18) fue golpeado hasta que murió, luego de haber sido expulsado del boliche junto a un grupo de amigos.
El pedido de justicia por el homicidio que sacudió al balneario en plena temporada de verano se amplificó con una fuerte carga emotiva en una misa presidida desde las 19 en el lugar del crimen por el obispo de la diócesis de Mar del Plata, Gabriel Mestre, quien inició la ceremonia cuando finalizaba el acto encabezado por los padres de Fernando en la ciudad de Buenos Aires.
Mestre, quien durante dos años fue párroco de Villa Gesell, leyó un mensaje enviado especialmente por el papa Francisco el último domingo de cara a esta misa “al cumplirse un mes del asesinato”, y brindó su “compañía espiritual” ante este momento.
“El querido papa Francisco se hace presente en este momento de oración profunda”, señaló el prelado, y llamó a todos los presentes a ser “artesanos de la paz”.
“Rezamos de corazón por el eterno descanso de Fernando. Abrazamos a sus padres desde lo más profundo de la fe”, dijo Mestre al iniciar la ceremonia, mientras familias locales y de distintas partes del país se sumaban a la convocatoria.

“Un dolor que taladra”

El obispo realizó un pedido “por verdad y justicia por Fernando y por todas las víctimas de la violencia, que tanto mal le hace a nuestra patria” y pidió “comprometernos desde nuestro lugar para ser artesanos de la paz”.
“Desde este lugar donde fue asesinado, oramos de corazón por todos y cada uno de los que son y han sido víctimas de la violencia”, aseguró, y expresó su solidaridad con “este dolor que taladra”, como expresó la madre de la víctima, Graciela Sosa, al hablar en el acto central frente al Congreso.
Mientras un silencio total cubría la Avenida 3 en el atardecer, Mestre pidió “que nunca más haya un Fernando”.
“Diez asesinos fueron por tu vida, millones de argentinos vamos por justicia”, rezaba a pocos metros un cartel sostenido por una turista mendocina, y cerca de ella, otro cartel aseguraba: “No falleció, lo mataron. No hubo pelea, lo emboscaron. No fue una desgracia, fue un crimen”.
En el lugar fue bendecida además una rosa tallada de cobre donada por el artista Juan Carlos Pallarols, que permanecerá en la parroquia local en memoria de Fernando.
A un costado del escenario montado para el acto, sin hacer declaraciones, estuvo presente el intendente local, Gustavo Barrera.

Con información de Télam