19/03/2024

Ronda de testigos en el juicio por el crimen del penitenciario

La audiencia está prevista para las 8. La esposa de la víctima y otra mujer están acusadas del asesinato. El 17, serán los alegatos y la sentencia.    



Hoy, desde las 8, en el Tribunal Oral Penal Nº 2, seguirá el debate por el asesinato de Gabriel Tichellio (32), suboficial del Servicio Penitenciario Provincial (SPP). La audiencia continuará con otra ronda de testigos y se incorporarían por lectura otras testimoniales. Están acusadas del crimen, la esposa de la víctima, Lorena Encina, y Miriam Jara.
El Tribunal está integrado por  Ana del Carmen Figueredo, Cynthia Godoy Prat y Raúl Guerín. En la fiscalía se desempeña Carlos Lértora.
La semana pasada declaró Jara, responsabilizando a Lorena de matar a su marido con una maza.  La detenida admitió que ella la buscó y ambas fueron hasta el dormitorio donde se encontró con la escena del crimen y ayudó a limpiar la pieza para luego trasladar el cuerpo a un vehículo, propiedad de Gabriel Tichellio. En la camioneta Renault Kangoo llevaron el cuerpo envuelto en una frazada hasta cerca del acceso al barrio Esperanza, donde abandonaron el rodado. 
El abogado de la familia de la víctima sostuvo que fue un relato amañado para desligarse del crimen y señaló que ambas mujeres cometieron el asesinato. 
“Es una jugada de la imputada con la intención de sacarse un peso de encima. Pero en el expediente hay pruebas de que las dos participaron del homicidio”, enfatizó el abogado querellante, Hermindo González. 

El crimen

El homicidio de Gabriel Tichellio (32), cabo 1º del Servicio Penitenciario Provincial (SPP), tiene aristas pasionales. Fueron detenidas su esposa y una amiga. 
El allanamiento en la vivienda de la víctima y en el sector donde dejaron el vehículo con el cuerpo, incautaron elementos usados para el crimen: un martillo utilizado en la construcción, guantes, una frazada y ropas con manchas de sangre. 
En la evaluación preliminar, que luego fue respaldada por el análisis de los peritos, el suboficial habría sido asesinado en su casa.  Lo colocaron en la camioneta Renault Kangoo, propiedad de la víctima, y lo llevaron a un lugar distante, donde  lo abandonaron.   
Tichellio era casado y dejó tres hijos, que tenían en ese entonces  9, 7 y 5 años, que actualmente se encuentran bajo el cuidado de sus abuelos paternos.  
En la mañana del jueves 26 de julio de 2018, estuvo en la Jefatura del SPP, en sala de monitoreo de funciones electrónicas. Se retiró en su horario habitual de las 13.30. Pero a la tarde no regresó a sus funciones. La preocupación comenzó a crecer cuando su familiares advirtieron la demora de regreso a su casa y su teléfono celular no respondía.  Una hermana se comunicó en dos oportunidades con la Jefatura del SPP buscando novedades sobre su paradero. Cerca de las 23 de ese jueves, alertaron a la policía de que en una camioneta Renault Kangoo había un hombre sin vida. Era el cuerpo de Tichellio.