28/03/2024

Efecto yaguareté en el Iberá: el turismo convierte a los pobladores en cocineros y guías



Foto: Jesica Rizzo


Evangelina Fernández está apurada. Debe dejar listas cinco viandas para un grupo de turistas que ingresará al día siguiente a la zona para disfrutar de una cabalgata guiada. Todavía le queda pendiente limpiar la histórica capilla Virgen del Rosario; preparar mbeyú, una tradicional torta frita de almidón de mandioca; alimentar a las gallinas y recoger los productos de su huerta.
Desde que empezó el proceso de reintroducción multiespecie en el Iberá, liderado por CLT Argentina, hoy conocido como Fundación Rewilding Argentina, en conjunto con el Gobierno provincial y autoridades nacionales, los 200.000 habitantes que se encuentran en la zona de influencia del parque experimentaron un giro económico por el turismo de naturaleza que se impulsó en la zona.
Las líneas pronunciadas en la cara de Evangelina delatan sus años de experiencia y su diminuta estatura y delgadez contrastan con la fuerza y el carácter con la que trabaja. “Yo vivo acá y me dedico a esto hace rato. Pero ahora hay días que la cantidad de gente es un caos y yo me enojo cuando no me avisan con tiempo. Por eso, convencí al director de turismo del pueblo que me llame siempre un día antes de que vengan las excursiones para que yo deje listo el kiveve, la pastafrola y los dulces de mamón para vender”, sostiene.
Según las cifras oficiales, hace tres años las visitas al parque Iberá no superaban las 22.000 personas por año y el ingreso se reducía sólo a Colonia Carlos Pellegrini; hoy la cifra alcanza los 80.000 y la llegada de los turistas se distribuye a través de cinco pueblos. Esto se vio acompañado por el impulso del Gobierno correntino que invirtió un total de 600 millones de pesos en el Iberá y ya para 2020 se presupuestaron otros 400 millones. A eso se le suman las inversiones externas. De hecho, hoy se inauguran las obras de infraestructura sobre la ruta provincial Nº 22, de Chavarría hasta Concepción, a partir de un convenio que se celebró en mayo con el Banco Interamericano de Desarrollo por 180 millones de pesos.
Evangelina también planea sus propias obras. En el patio de tierra donde duermen más de seis perros y ocho gallinas, desea instalar un galpón con una mesada para recibir a los turistas y construir una parrilla. “Ahora dicen que dentro de poco van a liberar a los yaguaretés y eso va a traer mucha gente. Mi hermano se fue a verlo al animal a San Alonso [donde se encuentra el Centro de reintroducción de yaguaretés]. A mí me da miedo, pero seguro va a atraer gente y hay que estar preparada”, declara.
La Fundación Rewilding Argentina, se dedica a la restauración de ecosistemas y potencia la reintroducción de especies extintas o amenazadas con el fin de recomponer su rol ecológico en el ambiente y motivar el desarrollo de un turismo de naturaleza sustentable. El jueves por la noche anunció de forma oficial en la capital correntina el inicio de la última fase del proyecto de reintroducción de yaguaretés que comenzó en 2012. En el plazo de un año liberarán de forma progresiva a 5 ejemplares que darán origen a la primera población autosustentable de estos animales en los esteros del Iberá tras más de medio siglo de su desaparición en Corrientes.
El parque nacional Iberá, creado en diciembre 2018 sobre 150.000 hectáreas de tierras donadas por CLT Argentina y las otras 550.000 declaradas Parque Provincial, representan hoy el hábitat mejor protegido para el yaguareté. El terreno se encuentra rodeado de reservas donde está prohibida la caza, cuenta con 14 seccionales y más de 80 guardaparques y empleados que custodian su cumplimiento. Hoy, el Iberá posee una capacidad de carga para algo más de 100 ejemplares yaguaretés.
Gustavo Valdés, el gobernador de Corrientes , sostiene: “El yaguareté es el emblema y símbolo de vigor de nuestra provincia y su regreso es una oportunidad para que los lugareños puedan vivir dignamente. Poder tenerlo en libertad es un paso gigante en materia de preservación y conservación en todo el mundo y su rugir en los pastizales potenciará el turismo de naturaleza en nuestra provincia”.


Foto: Parque Iberá

Para estar a la altura del desafío, el Comité Iberá, una unidad ejecutora dentro del Ministerio de Turismo, impulsó asociaciones de guías capacitados y asociaciones de transfers en cada uno de los 10 pueblos con los que trabajan de forma directa. “También capacitamos a hosterías, posadas y casas de familias para que sean receptores de turistas. Afianzamos tecnicaturas de turismo, gastronomía y biología. Incluso este año mandamos a varios guardaparques a aprender inglés en Inglaterra. Iberá es un ejemplo de desarrollo turística y naturaleza sustentable”, manifiesta el presidente del comité y senador provincial, Sergio Flinta.
Las comunidades rurales del Iberá aprovechan estas oportunidades y las potencian. Federico Fernández, de 23 años, es de Concepción del Yaguareté Corá y se animó a crear Rancho Los Piris, un servicio turístico que ofrece paseos en canoa con botador y almuerzos tradicionales en una casa en el Paraje Carambola. . “Los conocimientos los heredé de mi familia que son lugareños y me ayudan, después me fui profesionalizando con cursos como el de Guía de Sitio. Antes Concepción no contaba con carreras terciarias y hoy sí, así que hay que aprovecharlo”, declara Federico con una contagiosa sonrisa que demuestra su carisma natural para ejercer la profesión.
Federico prepara los salvavidas para entregar a los visitantes. Es prolijo y amable en cada paso. Ante la consulta sobre el origen de su emprendimiento no duda en mencionar al yaguareté: “Antes de la reintroducción de animales, los jóvenes tenían que esperar a cumplir 18 para ir a buscar trabajo a otro lado. Hoy la juventud se queda en el pueblo. El sector turístico es amplio y hay que estar preparado para la liberación del yaguareté, un acontecimiento histórico. Ese animal no sólo es un depredador tope que se extinguió sino el orgullo de nuestra provincia”, afirma.
Sergio Bergman, secretario de Gobierno de Ambiente y Desarrollo Sustentable, en Corrientes, señala: “Si la rentabilidad no viene de la mano de la sustentabilidad, no podemos ser viables como país. Este paradigma de reintroducción de yaguaretés no sólo agrega vida, sino que exporta naturaleza. Preserva los recursos naturales y además ofrece una experiencia para que ingresen divisas al país”.
Según un estudio de la consultora Elypsis publicado en marzo de este año, en los próximos diez años, el turismo de naturaleza en la Argentina podría sumar 6.400 millones de dólares anuales a los 15.000 millones que genera hoy la industria turística. Hoy el 30% de turismo que busca la gente en nuestro país es de este tipo.


Pili Ávalos (49) vivió a carne propia el cambio de paradigma hacia un turismo sustentable. Hace 32 años que cumple tareas de limpieza y mantenimiento en la municipalidad de Concepción. Pero en 2016 participó del Pueblo Abierto, una feria que revaloriza los tesoros de la gastronomía regional, y su amor por la cocina salió a la luz. Hoy esa pasión se convirtió en un ingreso importante para su familia gracias a la formación de Red de Cocineros Iberá, una iniciativa del INTA, Fundación Rewilding Argentina y Yetapá, enmarcada en una visión ecoturística que pone en valor los alimentos y recetas tradicionales de la zona.
“Ofrecemos mucho mbaipy, un plato tradicional guaraní parecido a la polenta hecho con una harina de maíz muy fina. Somos una red de 102 personas, organizadas en siete localidades que circundan a los Esteros. En Concepción somos seis de distintas familias y yo soy uno. Fue una gran novedad para nuestro pueblo, hay coordinadores y nos llaman para muchos eventos. Tenemos lista de espera a veces. No paramos”, afirma Ávalos, padre de tres hijos mientras recoge las sobras del asado de la parrilla.
Ávalos se prepara para el 8 de diciembre recibir a gente de todas las localidades vecinas por el Día de la Inmaculada Concepción. Esa jornada cocinará junto a sus compañeros 400 kilos de chorizo, 12 ollas de 100 litros cada una con polenta y más de 300 estacas de asado.
Con respecto a la liberación del yaguareté y sus expectativas a futuro, Ávalos admite: “Hay algunos compañeros que tienen miedo porque piensan que se va a comer el ganado, pero en realidad hay mucha comida en Iberá, no se van a acercar al humano. Está lleno de carpinchos para que se alimenten”.


Foto: @rafa_abuin/Parque Iberá

Al respecto, Sofía Heinonen, directora de Rewilding Argentina, afirma: “Las 700.000 hectáreas tienen abundancia de presas suficientes para el yaguareté. Por eso, nos dedicamos primero a restaurar el entorno y a reintroducir otras especies, para generar un ecosistema saludable. El objetivo es que la gente de los alrededores tenga la posibilidad de sustentarse no sólo a través de la ganadería, si así lo desean, sino con el turismo”.
Pedro Cassani (h), el subsecretario de Turismo de la Provincia, avala esta postura y agrega: “La reintroducción del yaguareté permitió demostrar la autosustentabilidad del modelo turístico. Los esteros del Iberá antes eran zonas anegadas que tenían poco desarrollo económico. La experiencia Iberá revalorizó no solo a los Esteros, sino a sus pobladores. Nos permitió consolidarnos como productores de naturaleza y nos permitió potenciar a Corrientes como una provincia verdaderamente turística”.

Bianca Pallaro
La Nación