19/04/2024

“El entorno familiar es clave en la prevención de la obesidad infantil”

Especialistas y funcionarios coinciden en que “se predica con el ejemplo” y que es necesario incorporar frutas, verduras, legumbres y agua en las dietas. Además, promueven los buenos hábitos alimentarios en las escuelas.



“El entorno familiar es muy importante a la hora de construir un estilo de vida saludable para los niños, incorporando una alimentación variada en cantidad y calidad de nutrientes, evitando el sedentarismo y creando los pilares para que, de adulto, pueda desenvolverse solo en una sociedad con alto consumo de ultraprocesados, de sedentarismo y como consecuencia, alto índice de obesidad infantil”. En estos términos se refirió la nutricionista Jessica Georgina Kleisinger, ante la consulta de La República sobre cuáles deberían ser las estrategias a implementar para prevenir esta patología que va en aumento de acuerdo a la Segunda Encuesta Nacional de Nutrición y Salud. 
La profesional también remarcó que desde el hogar se debe tratar “que el niño tenga una alimentación variada y equilibrada, partiendo de hábitos saludables en el hogar y así, prevenir otras enfermedades además de la obesidad, como la diabetes o la hipertensión arterial que cada vez afectan más a los niños”. 
Por otra parte, Kleisinger hizo foco sobre otro tema que también está muy relacionado: “Hoy en día hay mucho bullying hacia los niños obesos, porque a veces no pueden realizar las mismas actividades que los demás y así son motivo de risas, burlas y aislamiento por parte de sus pares”.
Puntualizó también que resulta necesario evitar actividades sedentarias como el uso del celular, tablets, juegos electrónicos e incorporar el deporte como hábito cotidiano dentro de la vida de un niño. “Es necesario incentivarlos a moverse más, teniendo en cuanta la edad del niño, sus gustos y preferencias”, señaló. 
La nutricionista recalcó, por otra parte, que es necesario incorporar una amplia variedad de alimentos saludables, “y esa es la tarea de la familia porque los chicos no tienen noción ni conocimiento sobre lo que es saludable o no. Por eso, los adultos de la casa son los que tienen que garantizar el acceso a frutas, yogures, leche y demás, además de evitar tener a su alcance golosinas, galletitas dulces, productos de panadería o papas fritas y chizitos, por ejemplo”.
“De esa manera, el chico va incorporando el hábito de consumirlos. También es fundamental que los mayores se sumen a esta forma de alimentarse porque de poco sirve si a ellos los obligan a comer frutas y demás, y ven que los adultos consumen todo lo que a ellos les prohíben. No olvidemos que se predica el ejemplo”, concluyó.

Hábitos para toda la vida 

“Prevenir o revertir la obesidad en el adulto es muy difícil porque en muchos casos ya vienen aparejado con otros problemas como diabetes, patogías cardiovasculares y demás. Pero en el niño es posible trabajar en la prevención o que la enfermedad retroceda, pero para eso también es fundamental que los adultos a cargo del niño se comprometan en garantizar la inclusión de frutas, verduras, legumbres y agua”, puntualizó la directora de Nutrición del Ministerio de Salud de la provincia, Iliana Tognola.
La funcionaria también remarcó la necesidad de que los chicos realicen actividades físicas porque “está demostrados en la encuesta nacional que el sedentarismo está directamente relacionado con el porcentaje de obesidad. No es necesario que vayan a un gimnasio, hay muchos espacios públicos disponibles en los que pueden andar en bicicleta, realizar un deporte, subirse a un skate, entre tantas opciones”.
“Por otra parte, los adultos tenemos que tener presente que los niños están desarrollando sus conexiones neuronales, las cuales están relacionadas con las elecciones que van a hacer en el futuro, entonces si hoy consumen alimentos saludables y practican deportes en un contexto agradable, sin dudas, lo va a repetir el resto de su vida”, puntualizó Tognola.

Entornos saludables

En cuanto al trabajo que el Gobierno provincial realiza para prevenir la obesidad infantil, la funcionaria remarcó que se centra principalmente en la implementación del Plan de Alimentación Saludable en la Infancia (ASI) y actividad física.
“Y en esta línea, vamos a presentar en Buenos Aires los resultados de un relevamiento realizado en 700 escuelas, el cual nos proporcionó un sinnúmero de datos. Entre ellas que la venta de alimentos en las cantinas son diferentes en escuelas públicas y en privadas. En el primer caso, está muy limitado con el ingreso económico como también la oferta; en el segundo, cuentan con mayor diversidad de productos”, agregó.
Tognola comentó que se está trabajando en un proyecto de ley sobre entornos escolares saludables, a través del cual se busca sentar las bases sobre cómo debe trabajarse tanto en una cantina o en la cocina de la escuela,  contemplando capacitaciones para docentes y porteros. 

Bebidas con azúcar

* El 35% de los menores de 5 años ingiere, en promedio, 1,5 vasos de bebidas azucaradas por día.
* Los adultos beben un vaso por día de bebidas con alto contenido de azúcar.
* El 48% de los chicos y los adolescentes consumen dos vasos por día de esos productos.
* La población consume unos 150 gramos (30 cucharaditas) de azúcar por día, tres veces más que lo recomendado (50 gramos o 10 cucharaditas). Las bebidas azucaradas aportan el 40% de ese consumo.
* Los argentinos ingieren unos 131 litros de bebidas azucaradas por persona, que es el consumo mundial más alto.
* El 21,5% de los adultos compró en la última semana algún producto porque lo vio en una publicidad, mientras que el 23,5% de los padres compra algún producto porque sus hijos lo pidieron luego de verlo publicitado en la última semana.
* Apenas el 13% de la población comprende la información nutricional de los envases.

Una encuesta nutricional con datos preocupantes

El 41,1 por ciento de los chicos y adolescentes de entre 5 y 17 años tiene sobrepeso y obesidad en Argentina, en una proporción de 20,7 por ciento y 20,4 por ciento, respectivamente, sin diferencias por nivel socioeconómico. Estos datos se desprenden de la Segunda Encuesta Nacional de Nutrición y Salud, presentada semanas atrás por la Secretaría de Gobierno de Salud de la Nación. En los niños de 0 a 5 años, el exceso de peso alcanza el 13,6 por ciento, una cifra elevada si se tiene en cuenta que el exceso de peso esperado para esta edad es de 2,3 por ciento.
En los niños menores de 5 años, la proporción de baja talla a nivel nacional fue de 7,9%, siendo de bajo peso 1,7% y de emaciación 1,6%. En los niños, niñas y adolescentes de 5 a 17, los resultados mostraron 1,4% de delgadez y 3,7% de baja talla. Los números confirman que los indicadores de desnutrición por déficit se mantuvieron estables en el país respecto de otros estudios previos y que el sobrepeso y la obesidad crecieron significativamente, constituyéndose en el principal problema de malnutrición en el país.
El relevamiento abarcó a casi 22 mil personas de todo el país e incluyó a personas de todas las edades: de 0 a 5 años, de 5 a 17 años y de 18 años y más, seleccionadas al azar, con representatividad regional y nacional. La encuesta comprendió entrevistas de autorreporte, mediciones antropométricas y bioquímicas.
La encuesta mostró también cifras alarmantes de sobrepeso y obesidad en los adultos: el 68% de los adultos tienen exceso de peso por mediciones objetivas, resultado muy similar al de la 4ta Encuesta Nacional de Factores de Riesgo 2018.
La obesidad infantil afecta a todos los estratos socioeconómicos por igual, en tanto que los adultos de los sectores de menores ingresos tuvieron un 22% más obesidad que los de mayores ingresos.