29/03/2024

​Se vota a presidente | Macri apuesta a recuperar votos en una elección entre modelos antagónicos



Macri, en el cierre de campaña en Córdoba, el jueves 24./ La Nación


Los argentinos eligen este domingo presidente entre modelos antagónicos para enfrentar su peor crisis económica en 17 años, con una deuda milmillonaria y un mercado crispado, que provocó esta semana una nueva depreciación monetaria de 5,86%, en un clima de agitación política y social en la región.
El presidente Mauricio Macri aspira a ser reelegido, para lo cual debe revertir el resultado de las PASO del 11 de agosto, en las que quedó a casi 17 puntos del opositor Alberto Fernández, cuya compañera de fórmula es la expresidenta Cristina Kirchner (2007-2015). 
Según los sondeos, la diferencia a favor de Fernández se fue ampliando desde las primarias, pero Juntos por el Cambio, el frente que postula a Macri y al peronista Miguel Ángel Pichetto como vicepresidente, confía en sumar la cantidad de votos necesaria para obligar a una segunda vuelta electoral, sobre todo después del ánimo que inyectaron en la coalición gobernante las marchas del “Sí se puede”, que reunió a multitudes en el Obelisco porteño, Córdoba y Corrientes.
En un país en recesión desde hace más de un año, con alta inflación (37,7% a septiembre), aumento de la pobreza (35,4%) y con los mercados en ebullición, las miradas están puestas en lo que sucederá el lunes, tras la jornada electoral.


Alberto Fernández y Cristina Kirchner, el jueves 24 en Mar del Plata.

De confirmarse en las urnas los pronósticos, Fernández podría ganar en primera vuelta, ya que le alcanza con obtener más del 45% de los votos o más del 40% y superar en más de 10 puntos al segundo más votado. De lo contrario, el balotaje será el 24 de noviembre.

Dilemas argentinos 

Quienquiera que resulte electo gobernará un país dividido. Para muchos, un eventual retorno del kirchnerismo es “un desastre”. 
Dando por seguro su triunfo, Fernández declaró: “Que los argentinos estén tranquilos, vamos a respetar sus depósitos en dólares”. Aludió al fantasma del corralito durante la crisis del año 2001, cuando se retuvieron depósitos bancarios y se pesificaron los que eran en dólares.
Con décadas de inflación y devaluaciones cíclicas, los argentinos están acostumbrados a refugiarse en el dólar como forma de ahorro por lo que los controles de cambio y de capitales los ponen en alerta.
La moneda argentina se depreció un 70% desde enero de 2018. En la semana previa a los comicios se recalentaron los mercados y el tipo de cambio, que el viernes pasado era de 60,73 pesos por dólar, se ubicó este viernes en 64,51 pesos, una depreciación de 5,86% al cierre del horario bancario.


Perfiles de los dos principales candidatos./ AFP

En medio del nerviosismo de la gente que se agolpó a comprar dólares para cubrirse, corren rumores de un feriado bancario y cambiario para lunes y martes.
A mediados de 2018, en medio de una corrida cambiaria, Macri acudió al Fondo Monetario Internacional (FMI), que le otorgó un auxilio financiero de 57.000 millones de dólares a tres años, a cambio de un programa de fuerte ajuste fiscal, que le jugó en contra al presidente a la hora de la votación.
Aún falta la liberación de 13.000 millones, pero el FMI espera el resultado electoral para negociar.

Sí, se puede

Bajo el lema “Sí, se puede”, Macri pidió un voto de confianza pues asegura que la mejoría económica vendrá ahora, tras haber “consolidado las bases” con su política de austeridad.
Los primeros resultados se conocerán a las 21 y el escrutinio provisorio podría cerrarse a la medianoche, adelantó el ministro del Interior, Rogelio Frigerio.
Con las preferencias acaparadas por Fernández y Macri, esta primera vuelta, a la que están convocados 33.841.837 argentinos luce prácticamente como un balotaje. Los otros cuatro candidatos suman entre todos menos de 15%. El exministro de Economía Roberto Lavagna es el mejor posicionado de ellos.
También se renueva la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado y se elige gobernador de la provincia de Buenos Aires y jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, donde el macrismo está seguro de festejar.
Argentina acude a esta elección en momentos de crispación y descontento en la región, con protestas y disturbios violentos en Chile, Bolivia, Haití y Ecuador.
Con un candidato que en las PASO superó los 45 puntos que se necesitan para ganar en primera vuelta y sin una tercera fuerza gravitante, para revertir las predicciones y arañar un balotaje, Macri necesita que un amplísimo caudal de votantes que no participó en las primarias se incline por él, además de cosechar voluntades de otras fuerzas políticas.
Con los pronósticos a su favor, Fernández se concentró en asegurar el piso del 47,6% que obtuvo en las primarias con el 75,8% de participación y sin proyectar el 3,11% de los votos en blanco. Con la misión de evitar los errores no forzados durante la campaña, el Frente de Todos pretende estirar la diferencia en todo el país. Sobre todo en Córdoba (donde Macri tuvo su mejor performance) y en las ciudades y municipios que el peronismo puede recuperar. 
Con un escenario adverso, para polarizar y recortar diferencias, la campaña del presidente, que en las PASO obtuvo el 32%, se concentró en lo que sus estrategas denominaron el “voto posible”. Es decir, en reconquistar a los electores que en las votaciones generales de 2015 se inclinaron por su boleta pero que en las PASO de este año no asistieron a las urnas o no votaron por Macri.
Según los análisis de Juntos por el Cambio, ese voto está en los núcleos urbanos de la zona centro del país, principalmente, la Capital Federal, el interior de la provincia de Buenos Aires y Córdoba, los bastiones que le permitieron al líder de PRO acceder a la Presidencia, pero también en Santa Fe, Entre Ríos y Mendoza. El presidente le habló a la clase media urbana desencantada o no movilizada.
“Necesitan unos 2 millones de votantes nuevos y que todos vayan a votarlos a ellos”, se confían en el campamento del Frente de Todos. En el oficialismo no se dan por vencidos: recuerdan que obtuvieron un millón de votos más que en las PASO de 2015 y apuestan a ampliar el universo de electores para mejorar su ecuación.

El mapa

Ambos candidatos concentraron la atención de su campaña en el centro del país. En Buenos Aires, el principal distrito electoral, la fórmula de Alberto Fernández obtuvo más de 50 puntos. Allí Axel Kicillof da por descontado que le arrebatará la provincia a María Eugenia Vidal. 
En el Frente de Todos se ilusionan con ganar importantes ciudades que no son gobernadas por el peronismo desde hace muchos años, como Mar del Plata, Bahía Blanca, La Plata y Olavarría. También buscan recuperar para el PJ distritos del conurbano, como Quilmes, Pilar, Morón, Lanús y Tres de Febrero. 


El cierre de campaña de Macri en Córdoba.

Los intendentes de Cambiemos movilizaron su aparato para salvar sus bastiones, incluso con un eventual corte de boleta. A pesar de su densidad demográfica, el presidente nunca pisó el conurbano con su gira del “Sí, se puede”.
Macri cerró el jueves su campaña en Córdoba, su punto fuerte en 2015. En las PASO de este año, cosechó allí el 48%. Sin una tercera fuerza potente, la fórmula de Alberto Fernández y Cristina Kirchner creció respecto de Daniel Scioli en 2015. Pero el oficialismo buscó tocar la fibra del antikirchnerismo para polarizar en el territorio cordobés.
Cuna del macrismo, el jefe del Estado también apunta a mejorar su performance en la Capital Federal. La menor participación se dio en los barrios del norte de la ciudad, más afines al oficialismo. 
Con buenas chances de ser el primero en ganar en primera vuelta, Horacio Rodríguez Larreta, jefe de Gobierno porteño, profundizó una campaña de cercanía y evitó los cruces mediáticos con sus adversarios. El candidato del Frente de Todos, Matías Lammens, logró en las PASO teñir de celeste la zona sur y quiere sorprender con un balotaje.
En otras provincias del centro del país, Cambiemos también apuesta a mejorar su performance. Macri recorrió con su caravana el cordón industrial de Santa Fe, tercer distrito en cantidad de electores, y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, fortaleció la campaña de Entre Ríos. En ambas provincias, en las PASO, Fernández se impuso por unos 10 puntos.
Mendoza será un distrito clave, por lo que está en juego. En las PASO, Macri quedó abajo de Fernández por 3 puntos. Pero en su misma boleta, como candidato a diputado nacional, jugó el actual gobernador y presidente de la UCR, Alfredo Cornejo. 
Con ánimos de posicionarse con un liderazgo nacional para 2020, el mendocino fortaleció la campaña nacional. Los otros gobernadores radicales, Gerardo Morales (Jujuy) y Gustavo Valdés (Corrientes), que ya resolvieron los pleitos en sus provincias, también pusieron sus aparatos al servicio de la campaña nacional.
Alberto Fernández obtuvo la mayor diferencia en el norte del país, con picos que alcanzaron el 75% en provincias como Santiago del Estero. Macri, sin embargo, apunta a mejorar en algunos centros urbanos en los que tuvo buena respuesta la marcha del “Sí, se puede”, como San Miguel de Tucumán, al tiempo que buscará reforzar la fiscalización en los bastiones de fuerte aparato peronista.
En la Patagonia, ni en 2015 ni este año Macri pudo superar el techo de los 30 puntos. Alberto Fernández tuvo un piso de 44 puntos. Juntos por el Cambio envió al candidato a vicepresidente, Pichetto, y a ministros como Frigerio y Patricia Bullrich (Seguridad) a recorrer las provincias más australes del país para fortalecer a los candidatos al Congreso.

Los primeros resultados, desde las 21

El secretario de Asuntos Políticos e Institucionales del Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda de la Nación Argentina, Adrián Pérez, dijo este sábado que “los primeros resultados” de la elección general de este domingo “se conocerán a partir de las 21, los que marcarán una tendencia; y a la medianoche, estarán los resultados más definitorios”.
El funcionario alertó además sobre información falsa que circula en las redes, como la que dice que “si alguien no votó en las PASO no puede votar en la general”, con lo que consideró que “incluso se va a ampliar el nivel de participación”.
“Habrá una tendencia a partir de las 21, y ya tendremos los resultados más definitorios cerca de la medianoche”, indicó Pérez en diálogo con radio Mitre.
Según el funcionario, eso se conseguirá “gracias a que ya no hay más traspaso físico de los telegramas, y, en cambio, se han instalado centros de transmisión en las escuelas”.

Con información de AFP, La Nación y Télam