16/04/2024

Alistan la visita de Peter Tabichi, el mejor maestro del mundo

El docente y religioso franciscano arribará a la provincia la semana próxima, como parte de una gira por América. Aun no definieron detalles de su agenda, pero se espera que el keniata, reconocido por su ejemplo a nivel internacional, brinde una conferencia, tal como lo hizo su par de Inglaterra, Andria Zafirakou, en 2018.



En marzo pasado, la Fundación Varkey distinguió a Peter Tabichi –entre 100 docentes postulados de todo el mundo– como el mejor maestro del 2019. Se trata de un keniata de 36 años que dona a los pobres casi todo su sueldo, imparte clase en Keriko Secondary School, un colegio en Pwani, una aldea del valle del Rift donde el 95% de sus alumnos es pobre, a un tercio le falta el padre o la madre y los problemas de drogas, embarazos de adolescentes y suicidios están a la orden del día. 
Sus estudiantes, de 11 a 16 años –algunos recorren siete kilómetros diarios para ir a la escuela–  ganaron la competición nacional de Ciencias y el equipo de Matemáticas está clasificado para un torneo científico y de ingeniería en Arizona (Estados Unidos). Ese es uno de los motivos por los cuales la fundación Varkey –que organiza el galardón desde 2014 y entrega y premia con un millón de dólares que deben destinarse a fines educativos– hubiera reconocido el mérito de Tabichi por su labor en una escuela sin recursos, con 58 alumnos por clase, un solo ordenador y una conexión a Internet con deficiencias.
Tabichi se alista ahora para desembarcar en Argentina, país con el cual lo une un lazo especial. Según anticipó el docente en una entrevista con la revista de La Nación, su misión como religioso franciscano lo llevó a seguir de cerca la vida y obra del papa Francisco. “Por eso será especial esta visita”, aseguró.
Tabichi no había salido de su país nunca, solo una vez hacia la vecina Uganda, hasta que tuvo que subirse a un avión para viajar a Dubái a recibir la distinción conocida como el “Nobel” de los maestros en marzo pasado. Y ahora, recorre el mundo para difundir su mensaje vinculado a la inclusión y a la calidad educativa.
“Las nuevas generaciones no van a tener expectativas bajas. África va a producir científicos, ingenieros y empresarios que serán famosos en todos los rincones del mundo, y las mujeres van a tener un enorme protagonismo", auguró el maestro durante el acto de entrega del galardón. Sus estudiantes han diseñado un método para que los ciegos puedan medir y han aprovechado una planta para generar electricidad.


Hasta el momento, la Fundación Varkey en Argentina solo corroboró la próxima visita del referente mundial, y según informaron a este medio, se trataría de la jornada del 3 de julio. No obstante, en los próximos días se difundirá el itinerario preciso. Se espera que Tabichi pueda reunirse con autoridades de la provincia, y también que se presente en alguna conferencia destinada a los docentes –considerando el convenio de programas conjuntos que mantiene la fundación con el Ministerio de Educación provincial– del mismo modo que realizó el año pasado su antecesora en el galardón, la inglesa Andria Zafirakou, quien disertó para los maestros correntinos en el salón auditorio de la Escuela Normal.
Tabichi llegará a Buenos Aires el 1 de julio próximo. En su agenda figura una serie de actividades con la Fundación Varkey en la Argentina. Estará en Salta, Corrientes y Jujuy, en el marco del Programa de Liderazgo e Innovación Educativa, que la sede local desarrolló para acercar herramientas y potenciar las capacidades de los docentes de todo el país. 
Según Agustín Porres, director regional, “este programa es determinante para el liderazgo de los directores. En la Argentina hay una cantidad impresionante de formación docente, pero para los directores, que son el alma de la escuela, hay muy poco. Una manera de apuntalarlos es trayendo figuras de relevancia mundial. Peter viene para inspirarlos, pero sobre todo, para celebrarlos”.

Cada día, una oportunidad

En su discurso, Tabichi se acordó e incluso hizo pasar al escenario a su padre. Su mamá murió cuando él apenas tenía 11 años y fue su papá quien alimentó y educó a cada uno de los siete hermanos. Toda una familia ligada a la docencia. Y toda una familia franciscana. De hecho, el docente dona el 80 por ciento de su sueldo mensual, de alrededor de 400 dólares, para socorrer a los chicos hacinados.
“Todos los días en África pasamos una nueva página y capítulo. Hoy es otro día. Este premio no me reconoce a mí, reconoce a los jóvenes de este gran continente. Solo estoy aquí por lo que mis alumnos lograron. Este premio les da una oportunidad. Le dice al mundo que pueden hacer aquello que ellos deseen”, dijo en el salón principal del Hotel Atlantis, dos torres enormes ubicadas en las Islas Palm de Dubái.