18/04/2024

Una reacción que terminó en muerte y desató polémica

Transcurría abril de 2011. Era fin de semana, poco después de mediodía, en el barrio Bañado Norte. Un joven robó la cartera a una señora y un vecino lo siguió y lo mató de dos balazos.



Después de la lluvia quedó el clima fresco y agradable que hacía suponer un lindo fin de semana. Transcurrían los primeros días del otoño de 2011. Don Ramón Pucheta, de 78 años, retirado de la Prefectura Naval, nacido y criado en el barrio Bañado Norte, salió a la vereda de su casa para despedir a su hija y a su yerno. El reloj marcaba las 12.30. De pronto la charla se interrumpe. Una vecina llegaba a su domicilio, pasó y saludó. Antes de ingresar a su vivienda, la atacó un muchacho que andaba en moto y le quitó la cartera. Volvió a su rodado y huyó. Don Ramón no dudó. Entró a su domicilio y salió en su moto y lo siguió. A pocas cuadras el arrebatador perdió el equilibrio y cayó.  El percance permitió que don Ramón lo alcanzara. El joven se puso rápidamente de pie y empezó a arrojarle lo que encontraba en el suelo. Se escucharon unas detonaciones y el pibe, gritando de dolor, se llevó las manos al abdomen, caminó unos metros por un pasaje y se desplomó. Vecinos llamaron a la policía y ante la demora de la ambulancia, lo llevaron en el vehículo de la repartición al hospital Escuela, donde horas después dejó de existir. Don Ramón se presentó voluntariamente en la guardia de la comisaría 6ª y entregó un revólver calibre 32. 
En cuestión de minutos dos familias comenzaron a atravesar dos situaciones diferentes.

El ataque

El hecho se produjo el sábado 23 de abril de 2011 a las 12.30, en Agustín P. Justo al 2500, del barrio Bañado Norte.
Ramón Pucheta (78) se hallaba frente a su casa con unos familiares cuando presenció el robo de la cartera a su vecina y salió en su auxilio. En moto, siguió al delincuente que escapaba en una Zanella de 110 c.c. El arrebatador perdió el control de su vehículo y cayó en el pasaje San Nicolás, entre Agustín P. Justo al 2900 y Felipe Cabral, en jurisdicción del barrio Plácido Martínez. Intentó escapar arrojando cascotes a don Ramón, quien extrajo un arma de fuego y disparó. Dos balazos en el abdomen terminaron con la vida de Nicolás Estigarribia (18), alias Nico. 
 La víctima se hallaba en concubinato con una joven de 15 años y era padre de una beba. Recibía una ayuda social mediante el programa Argentina Trabaja.

La reacción de la familia

“Sabíamos que Nico era ladrón. Pero, eso no da derecho a que lo maten”, dijo Tomasa Verón, la madre, en declaraciones a la prensa en su momento.
Por su parte, una hermana sostuvo que “Nico era delincuente y a la vez un adicto. Estaba con tratamiento médico”.
En tanto, un hermano aseguró que no era ladrón y que se dedicaba al trabajo y a su familia.
Lo velaron en su casa del barrio Itatí y lo sepultaron en el cementerio de Ramada Paso. 

Tensión y amenazas

Cuando los familiares de Nico se enteraron de lo que había ocurrido, rápidamente se volcaron hacia el escenario del hecho y se generó una situación de tensión.
Una de las hijas de don Ramón dijo a la prensa que lamentaba el hecho y estaban preocupados por las amenazas que comenzaron a recibir. Recordó que su papá había enviudado hace poco y ahora se hallaba frente a esta situación.