19/04/2024

Además de los útiles, los padres preparan la billetera para los uniformes

El año pasado, una chomba costaba 240 pesos; ahora se consigue a 400 pesos. Las ventas en el sector son escasas, pero la expectativa está puesta en el pago de sueldos de la administración pública, la semana próxima.  



El 6 de marzo se iniciarán las clases, lo que implica para muchos padres gastos como útiles escolares y también uniformes. Este año vestir a los chicos cuesta un poco más, debido principalmente al aumento de la materia prima para confeccionar los conjuntos escolares. El sector está resentido, aunque expectante al pago de sueldos de la administración pública, la semana próxima.
“La venta es baja, la gente se acerca más para ver los precios y comparar”, dijo a La República María del Carmen, propietaria de un comercio de uniformes escolares. Indicó que, en comparación con igual período de 2018, los precios subieron en promedio 70 por ciento. Se debe al aumento del costo de la materia prima.
El sector de uniformes escolares no está en su buen momento:  las ventas son escasas. La alternativa para los que se dedican al rubro es sacrificar un poco sus ganancias para sacar ventaja con la competencia y perdurar en el negocio.
María del Carmen, quien tiene su negocio en La Pampa al 1010, se mostró expectante con un repunte de ventas “para la semana entrante por el pago de los sueldos de la Provincia”.
La comerciante indicó que “una chomba cuesta hoy entre 400 y 450 pesos y el año pasado se vendía a 240 pesos”.
Agregó que un uniforme completo de jardín, por ejemplo, “cuesta 1.800 pesos e incluye, guardapolvo, remera, medias y short” y varía el combo según la institución educativa.
Una de las telas que se usa para la confección de los uniformes escolares es la Arciel, que se consigue a 400 pesos el metro. A ese costo, hay que sumar el de la elaboración y la ganancia del comerciante. 
María del Carmen indicó que, en su caso, vende uniformes de unas 20 escuelas aproximadamente, entre jardines, primarias y secundarias. 
Tratamos de mantener siempre la buena calidad de los productos. Esa es nuestra mejor publicidad, para hacerlo y poder vender, actualmente reducimos nuestra ganancia, ya que la gente viene y compara precios; no compra en la primera opción que encuentra”, dijo y lamentó que “se siente mucho la diferencia en comparación con años anteriores”.
La comerciante, quien también es docente del ámbito público, dijo que “muchas veces nos encontramos con chicos a los que los padres los envían sin el uniforme o incompleto. Nosotros los dejamos entrar a clases, pero es feo ver cuando eso sucede porque nos queda la impresión de que esa diferencia con los que sí tienen los uniformes nos es buena”.