La abogada correntina acribillada, víctima de la guerra entre narcos
Laura Marcela Casuso (54), oriunda de Goya, residía en Brasil hacía varios años y representaba legalmente a dos brasileños. Fue ejecutada por presuntos sicarios de 10 disparos.
La abogada Laura Marcela Casuso (54) recibió entre 8 y 10 disparos de un arma calibre 9 mm. El ataque se produjo el lunes 12, cerca de las 19.45, en Víctor Ramírez y Ramón Gill Sánchez, del barrio María Victoria, en la localidad de Pedro Juan Caballero, en el departamento Amambay, Paraguay, dijeron fuentes policiales y judiciales.
Casuso tenía la representación legal de los poderosos narcotraficantes brasileños Jarvis Chimenes Pavão y Marcelo Piloto Pinheiro. Ambos están detenidos. Pavão fue extraditado al Brasil en diciembre de 2017, en tanto que Pinheiro, capturado en Encarnación, está alojado en un cárcel de Asunción.
La profesional era oriunda de la ciudad de Goya, pero hace unos 20 años se radicó en Brasil, pero también desarrollaba sus actividades como abogada en Paraguay. Fuentes policiales y judiciales presumen que la mujer fue víctima de la guerra que mantienen narcos paraguayos y brasileños en la disputa por el poder y el espacio que dejaron de Pavão y Pinheiro.
El ataque
Según datos que surgieron de la investigación preliminar, Casuso se hallaba en un domicilio participando de una reunión. Atendió una llamada en su teléfono celular y salió a la calle. Cuando caminaba hacia su camioneta Range Rover con matrícula brasileña AWD 1541 del municipio de Santana de Parnaíba, del estado de San Pablo, un hombre bajó de una camioneta Toyota Land Cruiser negra. Mientras corría hacia ella empezó a disparar con un arma de puño. El sicario tenía cubierto el rostro con una remera de color claro. El vehículo avanzó unos metros y mientras el agresor corría y pasaba frente a la camioneta, quien estaba sentado en la butaca del acompañante también efectuó disparos al tiempo que se alejaban a toda velocidad.
Casuso quedó tendida bañada en sangre. Vecinos la auxiliaron y poco después llegó la policía y una ambulancia en la que la trasladaron hasta el hospital Regional de Pedro Juan Caballero.
Fue sometida a una delicada intervención quirúrgica y en momentos en que la llevaban al sanatorio “Viva Vida”, distante a unos 3 kilómetros, dejó de existir en el trayecto, cerca de las 23.40. En la exploración médica se estableció que la víctima recibió impactos de bala en el cuello, el tórax, abdomen y miembros inferior y superior, lado izquierdo. Los balazos dañaron órganos vitales como el colon, páncreas, hígado, pulmones y la médula.
Sin rastros
La Policía Nacional de Paraguay no tiene muchos datos. Recibió informes de que en la camioneta en la que se fugó el sicario había otros tres hombres. El vehículo había sido robado en Brasil, hacia donde se habrían marchado, teniendo en cuenta que una avenida separa el límite internacional.
