24/04/2024

Un empresario confesó haber pagado coimas por un decreto de Cristina Kirchner

Gabriel Romero, dueño de Emepa, declaró que lo sobornaron para que la entonces presidenta extendiera la concesión de la hidrovía.



Gabriel Romero, el dueño de Emepa, declaró en la Justicia haber pagado coimas para que el gobierno de Cristina Kirchner le extendiera  la concesión de la hidrovía, el tramo de los ríos Paraná y Paraguay que permite conectar el Atlántico y Asunción para el comercio internacional. También afirmó que le daba sobornos a Ricardo Jaime. Rodolfo Poblete, segundo de Romero, fue liberado ayer a la tarde por orden del juez Claudio Bonadío.
El 20 de enero de 2010, el puntilloso chofer Oscar Centeno hizo una anotación que reza: “13.35. Ministerio, lo llevé al Lic y a Nelson a Corrientes 316, donde nos esperaba un señor. Luego subió al edificio con el Lic Baratta; luego bajaron con un bolso con dinero aproximadamente por el tamaño unos 800.000 U$S, subió al auto con el bolso el Lic. y los llevé al Ministerio”.
El licenciado del que habla Centeno es Roberto Baratta, quien fuera la mano derecha de Julio De Vido en el Ministerio de Planificación durante los 12 años de kirchnerismo. Nelson es Nelson Lazarte, secretario privado de Baratta, quien, según el relato de Centeno, era el fiel compañero en las tareas recaudatorias en bolsos de coimas. Baratta y Lazarte están detenidos por orden del juez Bonadío, a cargo del caso que comenzó a partir de las copias de los cuadernos de Centeno.
La dirección que aparece en aquella anotación del chofer de Baratta es la del edificio donde se encuentra la sede central de la empresa Emepa.
Anteayer, Gabriel Benjamín Romero, dueño de esa importante compañía, declaró como “arrepentido” ante Carlos Stornelli, el fiscal del caso iniciado por los cuadernos. Ayer volvió a declarar ante el juez y el fiscal del caso. Admitió  haber entregado dinero a Baratta aquel día. La empresa Emepa explota desde hace unos 20 años un enorme negocio que es la hidrovía y también está a cargo de Ferrovías, que explota ferrocarriles, que estaba bajo la supervisión de Ricardo Jaime,  secretario de Transporte del kirchnerismo, preso y coimero confeso.
Según pudo confirmar Infobae en fuentes vinculadas a la investigación, Romero admitió dos pagos, uno que se hizo el 20 de enero de 2010, un día antes que se publicara el decreto 113/2010 por el que se renegociaron las condiciones del contrato de explotación de la hidrovía. A partir de ese decreto, el Estado le extendió en el tiempo la concesión del cobro de peajes por el río a la firma Hidrovía S. A. y le permitió ampliar la traza de la vía navegable más importante de la región.

Involucran a dirigentes de La Cámpora

 Hugo Martín Larraburu, exsecretario de Juan Manuel Abal Medina mientras era jefe de Gabinete de Cristina  Kirchner, pidió ampliar su declaración indagatoria, en la que involucró a los dirigentes de La Cámpora Andrés Cuervo Larroque y José Ottavis con el circuito del dinero ilegal que recibía el kirchnerismo de empresarios. Oscar Centeno, el exchofer de Roberto Baratta, mencionó a Larraburu –preso hace dos semanas– en los cuadernos de las coimas K al escribir que el 5 de septiembre de 2013 le entregó dinero a Abal Medina, que había pagado Juan Carlos de Goycoechea, exejecutivo de Isolux. 
“Lazarte y Hugo Martín Larraburu retiran dinero en una oficina de Puerto Madero para luego llevárselo a Juan Manuel Abal Medina por indicación de Cristina Elisabet Fernández”, escribió Centeno. En un allanamiento al domicilio de Larraburu se secuestraron unos pendrives con información que describiría cómo se usaba el dinero que recibían de los empresarios para las campañas electorales de los candidatos kirchneristas. 
En relación con el contenido del dispositivo, manifestó que en donde la planilla guardada en el pendrive dice CFK, hace referencia a Cristina Fernández de Kirchner. 
Contó que en ese documento figura el dinero que habría sido entregado y que lo recibió así.

“Era consciente de lo que pasaba, pero no cómplice”

 El principal accionista del Grupo Techint, Paolo Rocca, aseguró que “era consciente de lo que pasaba” al referirse a los pagos de coimas por parte de empresarios a exfuncionarios K, pero aseguró que “no fue cómplice ni partícipe”. 
“Yo creo que sabíamos que las cosas no estaban bien. Pero creo que no fuimos ni cómplices ni partícipes de todo esto”, sostuvo al hablar ante casi 150 ejecutivos de las principales compañías en un evento de la Asociación Empresaria Argentina (AEA). 
Rocca sostuvo que la firma “no participó en el club de la corrupción” y cuestionó al kirchnerismo.

Centeno y Uberti coinciden

“El día que murió Néstor Kirchner en el departamento de Juncal había 60 millones de dólares”. La frase, que pertenece a Claudio Uberti, extitular del Órgano de Control de Concesiones Viales (Occovi), parece de película pero es real y los cuadernos de Oscar Centeno podrían confirmar sus dichos. Es que el exchofer de Roberto Baratta registró por aquellos días de 2010 el envío de una importante cantidad de dinero a la propiedad ubicada en Recoleta. 
En su declaración ante el juez Claudio Bonadío, el exfuncionario del riñón de Julio De Vido, sostuvo que las valijas con dólares llegaron a ser más de 20 en el departamento de Néstor y Cristina Kirchner. Agregó que “desbordaban” hasta el palier y que la plata viajaba en el avión presidencial Tango 01 y terminaba en bóvedas en la casa del matrimonio en Río Gallegos, Santa Cruz.