La bajante del río impide el ingreso a Chaco de barcazas con combustible
En Barranqueras, el brazo del Paraná marcó ayer 2,23 metros, en baja, mientras que en el puerto de Corrientes la altura fue de 2,24, estacionado. Los inconvenientes ya se sienten en la región.
La bajante del río Paraná, que preocupa hace varios días, empezó a generar inconvenientes en la navegación. Barcazas con combustible no pueden ingresar a la planta de Puerto Vilelas por vía fluvial, en Chaco. También está en peligro el acceso al puerto de Barranqueras.
El puerto de Barranqueras marcó ayer una altura de 2,23 metros y continuaba en baja. Mientras que en Corrientes, la altura fue 2,24, estacionado. Situación distinta, en Paso de la Patria, el río ahí registró ayer 2,22, en creciente, informó el sitio web de la Prefectura Naval Argentina.
La bajante está vinculada a la falta de lluvias en las cuencas altas. El Instituto Nacional del Agua (INA) advirtió que los ríos seguirán bajando puesto que no hay perspectivas de lluvia para los próximos días.
El presidente de la Administración Provincial del Agua (APA), de Chaco, Francisco Miguel Zisuela, se refirió ayer a la situación del riacho Barranqueras, por donde acceden las barcazas con combustibles que van hasta Puerto Vilelas, donde está la planta. Ratificó que la situación provocada por la bajante impide el ingreso, pero agregó que también faltan camiones para que repartan en las provincias afectadas. Adelantó que la bajante se mantendría durante agosto y hasta posiblemente mediados de septiembre.
En diálogo con radio Sudamericana, Zisuela recordó que “desde el año pasado venimos previendo una bajante del río, pero no esperábamos que fuera tanto”. Dijo que “lo normal en esta época era una altura de 4,50 metros aproximadamente” pero ayer, la altura del riacho fue de 2,23 metros y en baja.
El funcionario también señaló que se dragó el muelle donde descarga YPF, pero se prevé un trabajo similar en el ingreso de la firma Shell, mientras que se necesita limpiar el fondo del ingreso al riacho. Para ello, recordó que se requiere la autorización de la Dirección Nacional de Vías Navegables y la Prefectura Naval Argentina, pero no la reciben y reclamó un permiso provisorio para permitir el ingreso de las barcazas.
Lamentó que “los pronósticos no son alentadores”, ya que se prevé que la bajante seguiría durante todo agosto y podría extenderse hasta mediados de septiembre. Agregó que el problema de abastecimiento y logística de Shell e YPF, es también que no tienen camiones para repartir el combustible en Corrientes, Chaco, Misiones y Formosa.
El mismo medio, informó que varias estaciones de servicio de YPF en Corrientes no contaban ayer con nafta súper, aunque se encontraban a la espera de un camión con ese combustible.
En Chaco, el director de Estudios Básicos de la Administración Provincial del Agua (APA), Hugo Rohrmann, explicó días atrás que el nivel del río Paraná “está bajo y estacionado y nada hace prever que eso cambie en los próximos días”. “El río está en valores bajos por la poca lluvia en la cuenca de aporte. Aunque tampoco son las medidas más bajas de la historia”, sostuvo el experto.
Toda la navegación comercial de Buenos Aires al norte debe realizarse con precaución debido a los bancos de arena que se forman en las zonas menos profundas. Pero de Santa Fe al norte no hay calado permanente y eso preocupa a los operadores del río. “En estas condiciones tienen que navegar con menor carga, ya que con un peso habitual la embarcación puede encallar, quedar parada”, indicó Rohrmann.
Añadió que “no se prevé un repunte del Paraná. Va a seguir así hasta que llueva en Brasil, en la cuenca del Iguazú, que es el que más rápido genera altura en el Paraná”.
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