18/04/2024

Macri cerró el festejo del 25 con un locro y un pedido para “derrotar a la pobreza”

El presidente pidió “ponernos de acuerdo” para “crecer, no un año ni dos, sino 20 seguidos”. En el tedeum, el arzobispo de Buenos Aires reclamó atención del Estado a los sectores “más débiles”.



26.5.18 | Tras participar del tedeum en la catedral metropolitana, el presidente Mauricio Macri se retiró a la residencia de Olivos, donde ofreció un locro por el 208º aniversario de la Revolución de Mayo.
“Hoy es un día para que nos reunamos y agradezcamos a Dios la patria que tenemos”, dijo Macri ante sus invitados, el gabinete, jubilados y vecinos. “Todo pasa por ponernos de acuerdo, que sigamos construyendo esas bases sólidas que nos permitan crecer, no un año ni dos, sino 20 años seguidos y así derrotar definitivamente a la pobreza”, puntualizó.
El presidente, que más temprano había escuchado decir al cardenal Mario Poli que “la indiferencia de los ricos frente a los pobres no pasa inadvertida ante Dios”, señaló en el almuerzo en Olivos que “hay oportunidad de progreso para todos”. “Sentimos que trabajando juntos vamos a construir realmente lo que soñamos: un gran futuro para compartir. ¡Viva la Patria!”, cerró.
El presidente inició la jornada a la mañana, a las 9, con un chocolate caliente en la Casa Rosada. Desde allí caminó hasta la catedral, donde, a las 10, el arzobispo Poli ofició el tedeum por el 25 de Mayo. Macri fue acompañado por su esposa, Juliana Awada; la vicepresidenta Gabriela Michetti; el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta; el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo; el titular de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, y el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti.
Durante la misa, Poli hizo una fuerte declaración contra el proyecto de despenalización del aborto, que se debatirá el 13 de junio en el Congreso. Antes del oficio, el presidente y el cardenal dejaron una ofrenda floral en el mausoleo donde se encuentran los restos del General José de San Martín.

El mensaje de Poli

“La indiferencia de los ricos frente a los pobres no pasa inadvertida ante Dios”, dijo Poli durante el tedeum, y agregó que “los cambios sociales y culturales se dan en procesos que demandan tiempos que nos trascienden y se extienden más allá de los períodos de un gobierno y debemos desconfiar de los logros instantáneos”.
“Si comenzamos hoy, dentro de 10, 15 o 20 años se verán los frutos; el tiempo no lo podemos someter pero sí continuar unidos por el bien común, y el deber del Estado es cuidar la vida” especialmente “de los pobres y marginados”, destacó el cardenal ante el presidente.
En ese sentido, el cardenal primado reclamó atención del Estado a los sectores “más débiles” y advirtió sobre “una justicia distributiva largamente esperada”.
“Dios está nombrado en el Preámbulo de la Constitución nacional pero nos olvidamos de que existe, que está siempre dispuesto a escucharnos cuando lo invocamos y a protegernos cuando lo necesitamos. Pareciera que lo dejamos al margen de las decisiones, confiamos solo en nuestra capacidad, en las ecuaciones sin que dominemos todas las variables y nos afirmamos en nuestra corta experiencia sin tener en cuenta la memoria histórica del país que algo tiene que enseñarnos en las horas de prueba”, sostuvo.
En este sentido, advirtió que “en los tiempos de crisis y desencuentros entre los argentinos no dominan las fuerzas económicas sino las espirituales”, porque si no “cómo podemos explicar cómo durante más de 200 años el pueblo atravesó con paciencia y virtud laboriosa los momentos oscuros, a veces sobreviviendo a sostenidos periodos de confusión a la carencia de medios básicos y al flagelo de desocupación, dando lugar a los humillantes rostros de la indigencia, paradójicamente en una tierra rica de recursos naturales”.
“Este pueblo que todo lo toleró sin perder la esperanza de un mañana mejor confiando en una justicia distributiva largamente esperada. Su lección nos alienta a pensar que nuestra Nación siempre tiene destino”, apuntó.
Sobre el proyecto de despenalización del aborto, Poli llamó a “cuidar la vida de punta a punta de la existencia”. “Nadie debe ser excluido de la fiesta de vida. La defensa del inocente que no ha nacido debe ser clara, firme y apasionada”, afirmó el religioso. Y agregó que “igualmente sagrada es la vida de los pobres que ya han nacido”. “Vale toda vida. Apostamos decididamente a que prosperen las dos vidas”, sostuvo el arzobispo.