16/04/2024

Piden procesar a Lorhmann y Maidana por el secuestro de Christian Schaerer

Los dos se encuentran presos en Portugal y enfrentan un juicio por asaltos violentos a bancos. 



En una presentación conjunta, los titulares de la Fiscalía Federal N°1 de Corrientes y de la Unidad Fiscal Especializada en Secuestros Extorsivos (Ufese), Flavio Ferrini y Santiago Marquevich, le solicitaron al juez federal de esa jurisdicción el procesamiento de Rodolfo Lorhmann Krenz y José Horacio Maidana, como coautores del secuestro extorsivo agravado de Christian Schaerer (21), ocurrido el 21 de septiembre de 2003, en la ciudad de Corrientes.
La solicitud se produce luego de que Lorhmann Krenz y Maidana fueron indagados por los representantes del Ministerio Público Fiscal, en marzo pasado, en Portugal, donde permanecen detenidos desde noviembre de 2016, cuando intentaron asaltar un camión de caudales en la localidad portuguesa de Aveiro.
De acuerdo con la presentación de los fiscales Ferrini y Marquevich, “se les imputa a Rodolfo Lorhmann Krenz y José Horacio Maidana el haber perpetrado la sustracción, retención y ocultamiento de Christian Eduardo Schaerer, con el objetivo de obtener rescate por su liberación, habiendo logrado tal propósito, sin que hasta la fecha se tenga conocimiento de que la víctima haya sido liberada, desconociéndose su paradero actual, estado de salud e integridad física”.

En el pacto se acordó una división del trabajo criminal

Sobre la base de las pruebas colectadas en la investigación, los representantes del Ministerio Público Fiscal le requirieron al juez federal de Corrientes que dicte el procesamiento de Rodolfo Lorhmann y de Horacio Maidana, como coautores del delito de secuestro extorsivo agravado por haberse cobrado el rescate exigido y por haber participado en el hecho más de tres personas.
“En lo que respecta a la coautoría de los imputados, cabe mencionar que existió un dominio funcional de los hechos por parte de éste, por virtud de un pacto previamente acordado, una división de trabajo criminal y diversa asignación de funciones con el resto de los individuos que conformaban la banda”, señalaron los fiscales Ferrini y Marquevich en su presentación.
Además sostuvieron que “a la luz de la naturaleza del hecho delictivo investigado en estos actuados, y examinando las especiales características de este secuestro extorsivo en particular, debemos señalar que la copiosa prueba indiciaria obrante en el legajo, adquiere un valor fundamental, además de concordante con el resto de los elementos colectados a lo largo de la instrucción del sumario”. 
Agrega que “si se argumentara que tales elementos de juicio, poseen un valor indiciario relativo, ello podrá ser así si fueran tomados en forma aislada, pero evaluados en conjunto –sana crítica mediante– conforman un cuadro de presunción idóneo para formar convicción preliminar acerca de la efectiva y primaria participación y responsabilidad de los encausados en el hecho de autos”.

Sigue el misterio sobre el destino del joven

La investigación permitió acreditar a la Fiscalía Federal de Corrientes que el 21 de septiembre de 2003, cerca de las 23.30, Christian Schaerer ingresaba al garaje de su casa, en la ciudad de Corrientes, cuando fue interceptado por cuatro personas armadas que circulaban en un Fiat Duna, al cual lo obligaron a subir.
Al cabo de unos minutos, frenaron la marcha y se cambiaron a un Chevrolet Corsa, que se dirigió hacia el sur hasta la ruta nacional Nº 12, para luego adentrarse en la provincia de Corrientes y dirigirse a un galpón ubicado en el kilómetro 7,4 de la ruta nacional Nº 118, donde la víctima permaneció cautiva los siguientes dos días en el interior de una casilla de madera. El 24 de septiembre, los captores trasladaron al joven –de entonces 21 años– a Paso de los Libres, donde lo retuvieron aproximadamente 15 días en una chacra situada en la intersección de la calle Ernesto Montiel y la ruta nacional N° 117, para luego llevarlo a una casilla del paraje Ombucito, tras lo cual fue sacado del país con destino a la ciudad brasileña de Uruguayana.
Desde la madrugada del 22 de septiembre, los secuestradores –a través de distintos medios– se comunicaron con la madre, el hermano de la víctima y con su padre, quien vive en el Paraguay. Inicialmente se exigió un rescate de 5 millones de dólares.
El 6 de noviembre de 2003, por indicación de los secuestradores, la madre de Christian se dirigió a la localidad paraguaya de Ciudad del Este, donde le entregó a unos “intermediarios” USD 275.000 por la liberación de su hijo.
Se determinó posteriormente en el juicio oral, en el que fueron condenados otros integrantes de la banda, que el rescate se repartió en un hotel de la ciudad brasileña de Curitiba. Sin embargo, el joven nunca fue liberado y, a la fecha, su paradero sigue desconocido.
Pompeya Gómez, madre de Christian, tenía la esperanza de que Lorhmann o Maidana dijeran en Portugal, donde están presos, qué hicieron con su hijo. Pero se mantuvieron callados.